Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU comenzaron a discutir este viernes cómo proceder ante el conflicto entre Estados Unidos e Iraq, sin que surjan claves sobre el papel que jugará el foro mundial.
Los jefes de Estado y de gobierno y los cancilleres que participaron este viernes en las primeras deliberaciones de la sesión anual de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) tampoco manifestaron un consenso en torno del asunto.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo el jueves ante la Asamblea General que estaba pronto para trabajar con el Consejo de Seguridad de la ONU para obligar al gobierno de Saddam Hussein a cumplir con las resoluciones sobre desarme, entre otras adoptadas por el órgano en 1991.
Pero esas gestiones deben ser fructíferos, advirtió Bush. Los propósitos de Estados Unidos no deberían ser puestos en duda. Las resoluciones del Consejo de Seguridad se cumplirán, las justas demandas de paz y de seguridad se cubrirán, o la acción (militar) será inevitable, advirtió el presidente.
Representantes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia) se reunieron este viernes con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y emitieron una declaración que no dejaba clara su posición en torno de la advertencia de Bush.
Los representantes acordaron que el no cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad por parte de Iraq es un problema serio y en que Iraq debería implementar esas resoluciones, indica el comunicado.
Hoy iniciamos consultas para decidir cómo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas puede abordar el problema, agregó.
El Consejo de Seguridad de la ONU impuso un embargo a Iraq luego de que ese país invadió a Kuwait en agosto de 1990.
Luego del desalojo de los invasores de Kuwait tras la guerra del Golfo, iniciada en enero de 1991 por una coalición encabezada por Estados Unidos, el Consejo mantuvo las sanciones e implementó inspecciones para asegurarse de que el gobierno de Saddam Hussein destruyera todas sus armas de destrucción masiva.
Los inspectores dejaron de visitar Iraq hace cuatro años porque aseguraban que las autoridades bloqueaban continuamente su trabajo.
El canciller de Australia, Alexander Downer, respaldó la línea dura manifestada por Bush. Esta situación no puede quedar sin resolver. Iraq debe dar acceso inmediato, incondicional e irrestricto a los inspectores a todas las áreas, instalaciones, equipos, registros y funcionarios, dijo.
Iraq persiste en un flagrante y persistente desafío de Iraq a la ONU, a la autoridad del Consejo de Seguridad, a la ley internacional y a la voluntad de la comunidad internacional, afirmó Downer.
Egipto, por su parte, rechazó de plano los planes militares de Estados Unidos.
La discusión sobre la seguridad y la estabilidad en Medio Oriente también se relaciona con la situación de Iraq, que debe ser atendida en el contexto de la Carta y de las resoluciones de la ONU, que todos los miembros deben respetar, dijo el canciller egipcio Ahmed Maher El Saved.
Egipto manifiesta su rechazo a un ataque militar contra Iraq, cuya unidad e integridad territorial debe ser respetada y que, por su parte, también debe respetar la legítima voluntad internacional, afirmó El Saved.
La mayoría de los oradores de este viernes se hicieron eco de la postura de Annan, quien defendió el jueves ante la Asamblea General el abordaje multilateral, con la ONU en un papel central, como único camino legítimo para afrontar las amenazas a la seguridad mundial.
Es importante que la comunidad internacional continúe trabajando unida, y se involucre más estrechamente en esfuerzos diplomáticos a través de la ONU. Debemos perseguir la adopción de resoluciones necesarias y apropiadas del Consejo de Seguridad, tan pronto como sea posible, subrayó el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi.
En cambio, el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, sugirió que podría respaldar la postura de Bush.
Debemos hacer uso de todos los medios políticos y diplomáticos disponibles para resolver esta situación, pero si los hechos no cambian sustancialmente, será necesario actuar en el marco de la ONU para salvaguardar la seguridad global de un peligro real, dijo Berlusconi.
Cuando los ataques terroristas o las amenazas a la paz son esgrimidos por redes o regímenes que intentan destruir nuestra forma de vida y nuestras democracias liberales, entonces éstas no sólo tienen el derecho, sino el deber de defenderse, añadió.
Otros gobernantes, como el primer ministro de India Atal Bihari Vajpayee, criticaron de modo indirecto la voluntad unilateralista de Bush.
Existe una creciente percepción, en particular entre los países más pobres y débiles, de que las respuestas a cuestiones de gran impacto suelen ser arbitrarias o contradictorias, dijo Vajpayee.
Está en juego el destino común. El mundo necesita un multilateralismo colectivo. Requiere del trabajo conjunto de todas las naciones de la ONU en el desarrollo de una perspectiva común, añadió.
El ejército de Estados Unidos anunció el miércoles el traslado a Qatar de 600 oficiales de su cuartel general en el meridional estado estadounidense de Florida, despertando el temor a una acción bélica inevitable contra Iraq.
Bush estableció el jueves un conjunto de condiciones, basadas en resoluciones anteriores del Consejo de Seguridad, que Saddam Hussein debería cumplir para evitar un ataque contra su país.
Si el régimen iraquí quiere paz, deberá dejar de inmediato de respaldar el terrorismo y deberá tomar medidas para acabar con él, como lo ordenan a todos los estados las resoluciones del Consejo de Seguridad, dijo Bush.
Además, advirtió el mandatario estadounidense, Saddam Hussein también deberá destruir todas las armas de destrucción masiva en poder de su gobierno y brindar información detallada sobre ese arsenal, así como poner fin a la persecución de los kurdos y de otras minorías étnicas.
Asimismo, el gobierno iraquí tendrá que dar cuenta sobre el destino de todos los prisioneros de la guerra del Golfo (1991) y acabar con el tráfico ilícito de crudo que, según Washington, se registra al margen del programa petróleo por alimentos controlado por la ONU para aliviar los efectos del embargo.
El Consejo de Seguridad impuso un embargo económico a Iraq luego de que Saddam Hussein ordenó en 1990 la invasión a Kuwait, de donde fue desalojado por una coalición internacional encabezada por Estados Unidos en la guerra del Golfo.
Entre otras condiciones impuestas por el Consejo de Seguridad para el levantamiento de las sanciones contra Iraq se incluye la aceptación de inspecciones a cargo de expertos de la ONU que verifiquen la desactivación de los programas de desarrollo de armas de destrucción masiva y de las ya fabricadas. (FIN/IPS/tra- eng/ml/mj-dcl/ip/02