La expansión mundial del sistema de defensa de la propiedad intelectual conspira contra la reducción de la pobreza en los países en desarrollo, según un estudio solicitado por el gobierno de Gran Bretaña a expertos del Sur y del Norte.
Los autores del informe de 180 páginas, presentado el jueves al gobierno británico, solicitaron al mundo industrializado, a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) considerar las circunstancias de los más pobres.
Los sistemas de protección de la propiedad intelectual deben tener en cuenta las necesidades de desarrollo de los países del Sur, advirtieron los integrantes de la denominada Comisión sobre Propiedad Intelectual.
La Comisión fue creada por iniciativa del gobierno de Tony Blair y sus miembros son expertos en ciencia, leyes, ética y economía procedentes de diferentes países de disímil grado de desarrollo.
El informe, titulado Integrando los derechos de propiedad intelectual y la política de desarrollo, es resultado de una docena de reuniones y talleres, 17 documentos de trabajo, una amplia revisión de libros sobre el asunto, visitas a varios países en desarrollo e industriales y una conferencia.
El texto incluye 50 recomendaciones para que la introducción de la protección de la propiedad intelectual no vaya en perjuicio de la reducción de la pobreza en los países en desarrollo.
Las recomendaciones se refieren a una amplia gama de asuntos, como la salud, la agricultura, los conocimientos tradicionales, el derecho de autor (copyright), la programación informática (software) y la red mundial informática Internet, así como el papel de la OMC y de la OMPI.
Según el informe, el actual sistema de protección de la propiedad intelectual aumenta el costo de muchos productos y tecnologías que el mundo en desarrollo necesita.
Los países industrializados con frecuencia actúan bajo el supuesto de que lo que es bueno para ellos lo será para los países en desarrollo, dijo el presidente de la Comisión, John Barton, profesor de Derecho de la estadounidense Universidad de Stanford.
Pero para los países en desarrollo, no necesariamente es mejor una mayor y más fuerte protección. No deberían ser alentados o cohercionados a adoptar leyes más fuertes de propiedad intelectual sin considerar su impacto en el desarrollo y en los pobres, agregó Barton.
Debería permitírseles adoptar regímenes apropiados, no necesariamente los más protectivos, pues estos países participan en el sistema internacional de propiedad intelectual como los segundos en llegar en un mundo moldeado por los pioneros, sostuvo.
Ahora se los apresura a adoptar un conjunto complejo de reglas más adecuadas a las economías avanzadas. Cuando sus economías estaban en estadios comparables de madurez, la mayoría de los países industrializados no seguían los severos criterios de propiedad intelectual que ahora defienden para las naciones en desarrollo, explicó.
La comisión consideró dudoso que el sector privado hubiera invertido tanto como hizo en el desarrollo de medicinas sin el incentivo de las patentes, lo cual benefició a países del Sur y del Norte.
Pero el sistema de propiedad intelectual difícilmente juegue un papel de estímulo en la investigación de enfermedades prevalentes en los países en desarrollo a menos que exista también un mercado sustancial en el mundo industrializado, indicaron los expertos.
Así, el costo de las medicinas en los países pobres, al parecer, aumentará a menos que se tomen medidas para contrarrestar esa tendencia, según el informe, que recomienda el establecimiento de precios diferenciados, más baratos para el mundo en desarrollo.
Los países en desarrollo también deberán aprobar leyes que faciliten el ingreso de genéricos tan pronto como la patente de una medicina en particular expire, indica el informe.
Por otra parte, los expertos desalentaron a los países pobres de patentar vegetales y animales, como lo admite el Acuerdo de Propiedad Intelectual Relacionado con el Comercio (TRIPS) de la Organización Mundial del Comercio, porque eso supondría un obstáculo para el uso de semillas por parte de agricultores e investigadores.
Mientras, debería exigirse a los solicitantes de patentes de vegetales y animales de países industriales que revelen el origen geográfico de su invención, para que se informe a esos países sobre el trámite respectivo y tomen medidas al respecto, indica el informe.
Además, los expertos aconsejaron impedir mediante nuevas normas la reivindicación por parte de empresas comerciales de derechos de propiedad intelectual de conocimientos tradicionales, como el valor medicinal de ciertos vegetales.
Por otra parte, la tentación de imponer protecciones muy severas a la propiedad intelectual por la facilidad con que los medios digitales pueden ser copiados puede disminuir beneficios muy reales que esos medios pueden dar a los países en desarrollo, en especial en el campo educativo y científico, dijo Barton.
Además de Barton, participaron en el informe, entre otros, el experto en propiedad intelectual DanielAlexander, de la Universidad de Londres, el profesor de ciencias de la Universidad de Buenos Aires Carlos Correa, el director del Consejo Indio de Investigaciones Científicas e Industriales Ramesh Mashelkar. (FIN/IPS/ss/jrc/mj/dv sc/02