El nuevo centro de espectáculos de la capital singapurense, que costó casi 350 millones de dólares, será inaugurado el mes próximo con un festival internacional estelar, entre polémicas sobre su utilidad y su aspecto.
Entre los 1.300 artistas de 22 países que actuarán durante tres semanas en el centro, llamado Paseo – Teatros en la Bahía, desde su inauguración el 12 de octubre, están la cantante soprano de ópera Jessye Norman, el trompetista de jazz Wynton Marsalis, y la Orquesta Filarmónica de Londres.
La obra fue planteada en los años 70, y desde entonces se discute si será beneficiosa para la cultura local y si su costo es razonable, pero desde el comienzo de la construcción, en 1996, la pregunta más freecuente es qué se supone que representan los dos grandes edificios principales, de inusual forma.
Según a quién se pregunte, esos edificios parecen los ojos de un insecto, cascos de soldado, naves espaciales, piñas o durians, un fruto tropical local. Los administradores del centro prefieren llamarlos las conchas sobre la bahía.
Paseo ocupa seis hectáreas de terreno costero, y salta a la vista con sus techos cubiertos de puntiagudas salientes. Los arquitectos responsables del proyecto piensan que se transformará en un importante símbolo del país, como la Opera de Sydney o el museo del Louvre de París.
El festival inaugural costará 7,2 millones de dólares, e incluirá presentaciones del Ballet Nacional de China, el Teatro de Danza de Singapur, y la compañía de ópera Fung Wo Ming, de Hong Kong, con la diva Mui Suet See.
También actuarán el veterano intérprete de canciones de protesta Johnny Clegg, de Sudáfrica, y cantante Cesaria Evora, de Cabo Verde.
Los escenarios del centro incluyen una sala de conciertos con 1.200 butacas, una sala teatral en forma de herradura con capacidad para 2.000 espectadores, y un área para espectáculos al aire libre cercana a la costa, informó la directora de comunicaciones de mercadeo de Paseo, Carolyn Tay.
Con un lugar como éste para actuar, estrellas internacionales comenzarán a incluir al país en sus giras, y los artistas locales contarán con una plataforma de lanzamiento hacia el público del resto del mundo, pronosticó.
Otros no comparten ese optimismo.
La columnista Tan Shzr Ee comentó en el diario The Straits Timesits Times que los artistas locales pueden resultar perjudicados, si parte del dinero que se solía emplearse para pagarles se destina a espectáculos extranjeros en Paseo, que competirá con ventaja por los patrocinadores.
El alto costo del nuevo centro de espectáculos puede llevar a los responsables de su programación a privilegiar la redituable presentación de artistas conocidos, e ignorar a singapurenses con propuestas nuevas, originales, innovadoras o experimentales, arguyó.
El gobierno promete que eso no ocurrirá.
El éxito de Paseo se apoyará en su capacidad de ser relevante para la comunidad, un lugar donde las personas interactúen y sean estimuladas a integrar a las artes en sus vidas cotidianas, arguyó el director ejecutivo de Paseo, Benson Puah.
La Oficina de Turismo de Singapur declaró a 2002 Año de las Artes, y en los últimos meses recibieron auspicio gran cantidad de espectáculos en calles y parques, así como exhibiciones gratuitas y otras actividades artísticas.
El objetivo declarado de esas iniciativas es estimular la creatividad y la afición a las artes de la población.
Pienso que Paseo es un estupendo y ambicioso proyecto que debió emprenderse hace tiempo, dijo a IPS la profesora de inglés y literatura Clarinda Choh Sok Kuang.
La inauguración del centro dará nuevo impulso a las artes y a la industria relacionada con ellas, añadió.
Por otra parte, ir de compras es el pasatiempo preferido de la población, y las instalaciones de Paseo incluyen un centro comercial de tres pisos, con servicios gastronómicos, por si las artes no son suficiente atractivo. (FIN/IPS/tra-eng/am/ag/mp/cr/02