El ministro de Relaciones Exteriores argentino, Carlos Ruckauf, fue citado a declarar este jueves por la justicia francesa, por su presunta responsabilidad en la desaparición de un ciudadano francés en Argentina en 1975, cuando el funcionario era ministro de Trabajo.
La citación fue conocida en París, donde Ruckauf está en visita oficial, mientras en Argentina se informaba sobre otra denuncia contra el canciller, por su participación como ministro en un conflicto gremial en 1975, que derivó en la desaparición de 14 obreros de la fábrica de automóviles alemana Mercedes Benz.
Ruckauf respondió de inmediato al pedido francés e indicó en conferencia de prensa que está dispuesto a responder por escrito a cualquier interrogatorio que quiera remitir un juez de cualquier país del mundo, por la vía diplomática que marca la Convención de Viena.
El canciller condujo el Ministerio de Trabajo en 1975 y 1976, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón (1973-76). Durante los mandatos presidenciales de Carlos Menem (1989-99), fue embajador en Italia, ministro del Interior y vicepresidente (1995- 1999). En 1999 resultó elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Su gestión como gobernador y la campaña que lo llevó a ese cargo fueron muy criticadas por organizaciones humanitarias, que lo acusaron entre otras cosas por decir que alentaba a la policía a meter bala contra los delincuentes.
El juez Gerard Caddeo aprovechó la visita de Ruckauf a a París para pedirle que aclare si el ciudadano francés Murice Jaeger, desaparecido en Argentina en 1975, fue alcanzado por un decreto que lleva su firma, en el cual se ordenó a las Fuerzas Armadas aniquilar a los elementos subversivos en todo el país.
La abogada de la familia Jaeger, Sophie Thonon, explicó que la justicia quiere preguntar al canciller si ese decreto implicaba la desaparición de opositores.
Jaeger había llegado a Argentina a los 14 años con sus padres, y fue visto por última vez en 1975, en la noroccidental provincia de Tucumán, cuando tenía 36 años. Poco después fue secuestrado, y testimonios coincidentes permitieron saber que estuvo en un centro clandestino de detención en esa provincia.
Por otra parte, la Cámara Federal de la ciudad argentina de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, recibió el miércoles el testimonio de la periodista alemana Gabriela Weber, que relaciona a Ruckauf con la desaparición de 14 obreros de la Mercedes Benz.
Weber dio a conocer documentos hallados en el archivo en Bonn de la Federación Internacional de Trabajadores Metalúrgicos, en los cuales directivos de esa firma en Argentina señalan a Ruckauf como promotor de despidos por razones políticas.
La filial argentina de Mercedes Benz daba empleo en 1975 a unas 4.000 personas. Según los documentos, Ruckauf y el dirigente sindical metalúrgico José Rodríguez pidieron a la compañía que despidiera a más de un centenar de trabajadores para eliminar elementos subversivos de la fábrica.
Weber declaró que la empresa despidió a 115 trabajadores, y que Ruckauf y Rodríguez pidieron más cesantías.
Los despedidos integraban una comisión opositora al Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Argentina (SMATA), liderado por Rodríguez y alineado con el entonces gobernante Partido Justicialista.
Esa comisión es ajena al gremio y está prohijada por la subversión, afirmó Rodríguez en 1975, en una carta al directorio de la empresa que fue presentada por Weber ante el tribunal.
El calificativo subversivo bastaba en aquel momento para identificar a quien sería asesinado por paramilitares o militares.
Los despidos eran pedido urgente del ministro de Trabajo y de la dirección de SMATA, que había pedido más despidos aún, se afirma en la carta del directorio en Argentina al titular de la Federación Internacional de Trabajadores Metalúrgico, Eugen Loderer, hallada por Weber.
De aquellos despedidos, por lo menos 14 están desaparecidos. Algunos fueron vistos en centros clandestinos de detención del Ejército por otros trabajadores de la empresa que fueron capturados y sobrevivieron.
Weber explicó este jueves que en esos casos no hay fuerte presión familiar por conocer la verdad, debido a que Mercedes Benz decidió indemnizar a las esposas de los desaparecidos por razones humanitarias, con el equivalente al sueldo que habrían cobrado sus maridos por 10 años consecutivos de trabajo.
Durante la dictadura argentina (1976-83) hubo por lo menos 11.000 desaparecidos, y organizaciones humanitarias sostienen que la cifra podría ser el doble, pero los crímenes políticos cometidos mediante el aparato del Estado habían comenzado durante el gobierno de Martínez de Perón, derrocada por los militares. (FIN/mv/mp/hd ip/02