Los principales fabricantes de automóviles del mundo renunciaron a desarrollar vehículos eléctricos, con el argumento de que la mayoría de los usuarios se resisten a abandonar los alimentados con combustible.
Las compañías estadounidenses General Motors (GM), la primera del mundo en el sector, y Ford, que ocupa el tercer lugar, anunciaron que se concentrarán en la producción de vehículos híbridos, que emplean gasolina y electricidad combinadas y a los que consideran más versátiles que los puramente eléctricos.
Pero los defensores del automóvil eléctrico afirman que los fabricantes sólo ofrecen excusas sin sentido para no abandonar la tradicional y contaminante línea de producción.
Los automóviles eléctricos son más limpios y las compañías automovilísticas quieren sacarlos de la calle, en una actitud desconcertante, dijo el copresidente de la Coalición por la Producción de Vehículos Eléctricos, Gregg Hanssen, que presiona a GM para que continúe con sus investigaciones.
No creo que podamos salvar el EV1, el modelo eléctrico de GM, sostuvo otra conductora de automóviles eléctricos, Ellen Spertus. Pero no quiero que las compañías automovilísticas eludan las críticas diciendo que los vehículos eléctricos son malos y que nadie los quiere, agregó.
Los fabricantes de automóviles consideran no factibles los vehículos eléctricos porque, en realidad, no desean cumplir con las regulaciones ambientales, según Spertus y otros conductores que adoptaron este medio de transporte.
Las empresas aseguran que los vehículos eléctricos, que en general tienen una apariencia inusual, no lograron convencer a los consumidores porque son caros (entre 34.000 y 53.000 dólares por unidad) y tienen poca autonomía, entre 80 y 130 kilómetros antes de volver a cargarlos en cualquier tomacorriente.
Ford informó la semana pasada que no vendería más automóviles eléctricos en Estados Unidos y que reduciría la producción del modelo Think City en su fábrica de Noruega. La compañía aseguró que sólo pudo vender 1.000 automóviles en tres años, mucho menos de lo previsto.
Mientras, GM aseguró que tuvo pérdidas de 1.000 millones de dólares por la producción del EV1, el primer automóvil eléctrico que se lanzó al mercado, en 1997, y anunció sus planes de retirar del mercado las 1.100 unidades que están en circulación.
El mercado de automóviles eléctricos no logra materializarse, no por falta de esfuerzo sino por falta de consumidores dispuestos a sacrificar las ventajas de los vehículos a gasolina, dijo el portavoz de GM Sam Leonard.
Ambientalistas y usuarios de automóviles eléctricos acusan a GM de boicotear deliberadamente el modelo EV1. En ese sentido, afirmaron que la mayoría de los hogares estadounidenses tienen dos automóviles, y podrían utilizar uno eléctrico para trayectos cortos, lo cual no se tuvo en cuenta al promocionarlo.
La Unión de Científicos Preocupados indicó que el trayecto diario en automóvil de 80 por ciento de los hogares estadounidenses suma menos de 80 kilómetros, el rango típico de la mayoría de los vehículos eléctricos.
Aunque algunos automóviles eléctricos, como el Think City, se parecen a carros de golf, otros, como el EV1 de GM, son casi iguales a los alimentados a combustible, con la diferencia de que no contaminan.
Los anuncios de las compañías automovilísticas coinciden con la demanda presentada por GM y por la compañía germano-estadounidense Daimler-Chrysler contra la Junta de Recursos Aéreos del sudoccidental estado de California.
Este estado tiene el parque de automóviles más grande de Estados Unidos y, al mismo tiempo, las leyes ambientales más estrictas. Una de ellas obliga a los fabricantes de automóviles a ensamblar vehículos no contaminantes (zero emission vehicles o ZEV) desde 2003.
De acuerdo con esta norma, al menos dos por ciento de las ventas de automóviles de California deberán corresponderse con la clasificación de ZEV, y los vehículos eléctricos son los únicos que actualmente cumplen con esos requisitos.
La norma entrará en vigor el año próximo, pero GM y Daimler- Chrysler lograron en un tribunal federal la suspensión de la norma. Como consecuencia, la Junta de Recursos Aéreos de California anunció que la flexibilizará.
Los fabricantes de automóviles afirman que los vehículos eléctricos no son prácticos y continúan proponiendo alternativas como los sistemas híbridos, que combinan un motor de combustión interna con uno eléctrico que se carga con el exceso de energía liberada durante el frenado.
Al contrario que los vehículos alimentados puramente a electricidad, en los híbridos no es necesario cargar la batería mediante la conexión a un sistema eléctrico. Por otra parte, emiten menos gases contaminantes y tienen el doble de rendimiento por litro de combustible que los vehículos convencionales.
Los modelos híbridos más avanzados son el Insight de la compañía japonesa Honda, la séptima firma automotriz mundial, y el Prius de la también japonesa Toyota, que ocupa el cuarto lugar. Ambos cuestan alrededor de 20.000 dólares y recorren casi 1.000 kilómetros con el tanque lleno.
Toyota ya vendió 100.000 vehículos híbridos en 24 países, por lo que domina el mercado, y Honda ya vendió 8.000 unidades de su modelo Insight. El último modelo Prius de Toyota puede, incluso, continuar andando si se queda sin combustible. (FIN/IPS/tra- eng/ks/ml/mj/en tr/02