ALEMANIA: Inmigrantes, punto candente en campaña electoral

Los partidos conservadores esgrimen en Alemania el problema de la inmigración, en un intento de último momento por derrotar este domingo al canciller (jefe de gobierno) Gerhard Schroeder, del Partido Socialdemócrata.

Candidatos democratacristianos y socialcristianos, opositores al gobierno de coalición del Partido Socialdemócrata y el Partido Verde, comenzaron a atacar la política oficial sobre inmigración, a pesar del acuerdo multipartidario alcanzado meses atrás de no introducir la cuestión como asunto en la campaña electoral.

El candidato socialcristiano a suceder a Schroeder, Edmund Stoiber, anunció que, de ganar las elecciones, propiciará la derogación de la primera ley sobre inmigración aprobada en la historia alemana.

La norma impulsada por el gobierno de Schroeder alienta el ingreso de inmigrantes que posean destrezas requeridas por el mercado laboral alemán.

”Esta ley aumentará masivamente la inmigración en todas las áreas. Su meta es convertir Alemania en un país de inmigración, multicultural y moderno, y eso es exactamente lo que no queremos”, dijo el ministro del Interior del estado de Bavaria, el socialcristiano Guenther Beckstein.

Stoiber es jefe del gobierno de Bavaria y se prevé que Beckstein ocupará un lugar en el gabinete nacional de triunfar el Partido Socialcristiano.

Bavaria y otros cinco estados con gobiernos conservadores presentaron en julio un recurso de inconstitucionalidad contra la ley ante la Corte Suprema de Justicia.

Beckstein dijo que la ley era ”irresponsable” y que amenazaba la paz en momentos en que cuatro millones de alemanes están desempleados y siete millones de extranjeros ”atestan” el mercado laboral. De acuerdo con la ley, dijo el ministro de Bavaria, ingresarían más de 100.000 inmigrantes al año.

Colaboradores de Schroeder acusan a Stoiber de apelar a tácticas desesperadas para recuperar la delantera en las encuestas, perdida en las últimas semanas.

En agosto, los partidos de derecha llevaban nueve puntos porcentuales de ventaja a los de la coalición centroizquierdista, según las encuestas. Esta semana, el Partido Socialdemócrata y el Verde suman una ventaja de tres puntos porcentuales sobre sus contrincantes.

Las alusiones de la derecha a la ley de inmigración ”es un intento detestable de evitar una derrota electoral. Todos los partidos tienen la obligación de tratar este asunto con mucha responsabilidad”, advirtió el ministro del Interior alemán, el socialdemócrata Otto Schily.

La ley de inmigración cuenta con el respaldo de sindicatos y de organizaciones patronales, indicó Schily.

Dirigentes de la comunidad turca alertaron contra la posibilidad de que la campaña electoral se distorsione con consignas xenófobas. En realidad, atacan la ley sobre inmigración porque no tienen mucho más para atacar al gobierno de Schroeder, dijeron.

Los votantes del este de Alemania son los más proclives a aceptar la propaganda xenófoba, según expertos, pero ahora están más preocupados por la devastación causada por las inundaciones de agosto.

Schroeder ordenó un masivo paquete de asistencia a esa región y prometió que sus habitantes ”no estarán peor que antes” de que las lluvias se desataran. El canciller alemán comenzó a subir en las encuestas de intención de voto gracias a esas medidas.

La popularidad de Schroeder también aumentó cuando expresó su fuerte rechazo a los planes de guerra formulados por Estados Unidos contra Iraq. Eso, según los sondeos, contribuyó a que el líder socialdemócrata captara votos de ciudadanos antes indecisos, remontando una situación electoral adversa.

El jefe de gobierno logró, con su discurso contra la guerra, reflejar el sentimiento de gran parte del público en la región occidental del país, más conservadora, y en el este pacifista.

Cuatro de cada cinco alemanes entrevistados por empresas encuestadoras dicen oponerse a un ataque contra Iraq. Muchos temen que una guerra aumente la inseguridad mundial.

Schroeder dijo la semana pasada que una guerra destruiría las expectativas de crecimiento económico y de creación de empleos en Alemania.

En cambio, Stoiber sostuvo que la negativa de Schroeder a respaldar los planes de Washington son ”aislacionistas”.

El recrudecimiento del conflicto entre Estados Unidos e Iraq ensombreció grandes puntos de la campaña electoral, como el desempleo y la falta de iniciativa en materia económica que los conservadores atribuyen a la coalición socialdemócrata-verde. (FIN/IPS/tra-eng/ys/ss/mj/ip/02

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