INDIA: Probable acuerdo político con rebeldes naga

Líderes del antiguo movimiento rebelde del estado de Nagalandia, en el noreste de India, llegarán al país luego de décadas de exilio para negociar un acuerdo político, a instancias del primer ministro Atal Bihari Vajpayee.

Aún no hay una fecha fijada para el arribo de Thingaleng Muivah e Isak Chisi Swu, jefes de la facción más poderosa del proscripto Consejo Nacional Socialista de Nagalandia, conocido por su acrónimo NSCN-IM (IM corresponde a las iniciales de ambos líderes).

Sin embargo, funcionarios de gobierno dijeron que Nueva Delhi está ansiosa por alcanzar una solución que ”satisfaga a todos los nagas”, cuyo movimiento procura la creación de un estado separado para la etnia naga en el noreste de India y partes de Birmania.

El conflicto entre los naga y Nueva Delhi es uno de los más antiguos que involucran a comunidades indígenas y un legado del dominio colonial británico en India y Birmania, que terminó en 1947, dos años después del fin de la segunda guerra mundial.

El territorio tradicional de los naga, de 96.000 kilómetros cuadrados y situado al sur de la frontera con China, fue dividido entre India y Birmania después del retiro de Gran Bretaña, ignorando una declaración de independencia de la comunidad.

El objetivo último de los rebeldes es la creación de Nagalim o Nagalandia Mayor, un estado independiente de India que abarcaría partes de los estados vecinos de Assam, Manipur y Arunachal Pradesh, así como territorios del oeste de Birmania, donde los naga tienen una fuerte presencia.

Las tribus naga son indomongoloides y de mayoría cristiana, ya que fueron convertidas por misioneros tras la invasión de sus tierras por los británicos.

Se espera en breve el levantamiento de la proscripción impuesta hace 12 años al NSCN-IM, que el 11 de julio emitió en Amsterdam una declaración conjunta con el gobierno central de India que reconoce ”la historia y situación únicas de los naga”.

Por su parte, los líderes del grupo proscripto expresaron su ”disposición a viajar a India una vez resueltas algunas cuestiones de procedimiento”.

La declaración conjunta fue el resultado de negociaciones durante casi cinco años entre Muivah e Isak por un lado y representantes de Nueva Delhi por otro, entre éstos el ex secretario del Interior, K. Padmanabhaiah.

Las negociaciones se realizaron en distintas ciudades de Europa y Asia, desde Amsterdam hasta Kuala Lumpur y Bangkok, la capital de Tailandia, donde Muivah estaba preso por utilizar un pasaporte falso.

El crédito por la nueva confianza entre Nueva Delhi y los líderes exiliados del NSCN corresponde en gran parte a Zoramthanga, ministro jefe del estado indio de Mizoram, vecino de Nagalandia.

Zoramthanga, él mismo un ex rebelde y líder del Frente Nacional Mizo (ahora un partido político legal) realizó varios viajes en el último año a Bangkok y se prevé que tendrá un papel clave como mediador cuando los conductores del NSCN lleguen a Nueva Delhi.

Se cree probable que el proceso lleve a un acuerdo político derivado de un acuerdo de tregua alcanzado hace cinco años con Nueva Delhi.

La reconciliación es ahora posible porque los líderes naga se dieron cuenta de que, después de décadas de insurgencia, lo que el pueblo realmente necesita es paz, dijo a la prensa Zoramthanga, que estuvo en la capital india en julio.

En los últimos cinco años, Muivah e Isak se reunieron no sólo con funcionarios indios sino también con los ex primeros ministros Narasimha Rao, Deve Gowda e Inder Kumar Gujral en capitales extranjeras.

Ambos líderes naga conversaron con Vajpayee en la ciudad japonesa de Osaka el pasado diciembre, y allí fue donde recibieron la invitación para visitar India.

El éxito del cese del fuego, que fue extendido un año más a partir del 1 de este mes, se vio empañado por peleas internas en una facción del NSCN liderada por Khaplang y llamada NSCN-K, que cuenta con el respaldo de S.C. Jamir, el ministro jefe electo de Nagalandia.

Seis miembros del NSCN-K fueron asesinados a tiros en enero por miembros de la facción de Isak y Muivah, acusada también de varios intentos de asesinar a Jamir.

El viceministro del Interior, I.D. Swami, admitió la semana pasada en el parlamento que ”la presencia de varios grupos militantes naga rivales entre sí crea dificultades en el progreso de las negociaciones.

Sin embargo, el cese del fuego permitió el crecimiento de grupos de la sociedad civil fuertes como para ”denunciar firmemente la violencia intergrupal, la intimidación y la extorsión, así como las violaciones de las fuerzas de seguridad a los derechos humanos”, observó el analista Sanjoy Hazarika.

Unos 50 representantes de la sociedad civil se reunieron el pasado enero con Muivah e Isak en Bangkok y emitieron una declaración que luego se vio reflejada en el comunicado conjunto de Amsterdam.

”Estamos resueltos y comprometidos a honrar nuestra historia y nuestros derechos”, decía la declaración de Bangkok, pero también establecía la necesidad de ”un acuerdo negociado que sea digno y aceptable para todas las partes” y la anulación de las órdenes de captura libradas hace tres décadas contra líderes del NSCN.

Una amenaza aún mayor a un acuerdo duradero procede de representantes electos del noreste, entre ellos Jamir y los ministros jefe de los estados vecinos de Manipur, Assam y Arunachal Pradesh, que tienen habitantes naga.

El gobierno de Manipur ya anunció que sus órdenes de captura contra Muivah e Isak seguirán en pie. Esto significa que ninguno de ellos podrá visitar ese estado, con dos tercios de población naga.

En junio de 2001, cuando Nueva Delhi amplió su cese del fuego con el NSCN-IM a territorios fuera de Nagalandia, estallaron violentas protestas en Imphal, la capital de Manipur.

Mientras, el ministro jefe de Assam, Tarun Gogoi, anunció que ignoraría la tregua y que la proscripción del NSCN-IM seguiría en pie.

Manipur, Assam y Arunachal Pradesh temen que parte de sus territorios les sean sustraídos y fusionados al vecino Nagalandia para crear ”Nagalandia Mayor”.

Padmnabhaiha, el representante de Nueva Delhi en las negociaciones con los insurgentes naga, dijo este mes que la cuestión territorial y el cese del fuego son asuntos separados.

”La decisión sobre la cuestión territorial será tomada por el parlamento”, aseguró. (FIN/IPS/tra-en/rdr/js/mlm/ip/02

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