INDIA-PAKISTAN: Nuevo atentado en Cachemira exacerba tensión

El atentado de este martes contra peregrinos hindúes en el estado indio de Cachemira puede exacerbar la tensión entre India y Pakistán, que se disputan ese territorio y están en pie de guerra desde hace ocho meses.

El ataque, que dejó nueve muertos y cerca de 40 heridos, fue atribuido por Nueva Delhi a grupos extremistas islámicos establecidos en Pakistán que promueven el separatismo en Cachemira, el único estado indio de mayoría musulmana al igual que la población pakistaní.

”Este atentado prueba que Pakistán no está cumpliendo su promesa de reprimir el terrorismo transfronterizo”, declaró Mujtar Abbas Naqvi, portavoz del Bharatiya Janata Party (BJP), el partido nacionalista e hinduista que domina la coalición de gobierno de India.

”Es hora de que nosotros tomemos medidas severas e inmediatas contra los terroristas, sus protectores y sus patrocinadores”, urgió Naqvi.

Los autores del atentado, desafiando las estrictas medidas de seguridad dispuestas para el peregrinaje anual, atacaron la pasada madrugada a peregrinos que dormían en el campamento de Nunwan, cerca de la localidad de Pahalgam, en el distrito cachemiro de Anantnag.

Aunque ningún grupo reivindicó el ataque, el viceprimer ministro y ministro del Interior, Lal Krishna Advani, lo atribuyó a Al-Mansuriya, una rama del grupo extremista islámico Lashkar-e- Toiba (Soldados de Dios), con sede en Pakistán.

Según Advani, el atentado tuvo por finalidad interrumpir el peregrinaje que comenzó el 19 de julio, con la participación de más de 100.000 hindúes, y a la vez trastornar las elecciones que se celebrarán en Cachemira el mes próximo.

Testigos presenciales afirmaron que cuatro hombres arrojaron granadas a través de las barricadas que protegían el campamento, y luego otro comenzó a ametrallar a los acampantes, antes de ser abatido por personal de seguridad. Los otros hombres huyeron a través de bosques cercanos.

Al menos 3.000 peregrinos acampaban en Nunwan a la espera de camiones que los conducirían este martes a Chandanwari para realizar el tramo final del peregrinaje hasta la caverna de Amarnath, consagrada al dios hindú Shiva.

Tras el ataque, los peregrinos se trasladaron a la localidad de Pahalgam, desde donde luego se les permitió proseguir hasta Chandanwari bajo fuertes medidas de seguridad.

I.D. Swami, viceministro del Interior, anunció que el peregrinaje no se detendría.

Más de 15.000 policías y tropas regulares están desplegadas a lo largo de la ruta de 400 kilómetros que deben recorrer los devotos hindúes en vista de la creciente tensión entre India y Pakistán.

Ambos vecinos de Asia meridional, que poseen armas nucleares, llegaron al borde de una cuarta guerra hace dos meses, pero la intervención de diplomáticos internacionales logró distender la situación.

Los peregrinos hindúes que recorren cada año remotas montañas nevadas de Cachemira son uno de los blancos predilectos de grupos ”jihadistas” (partidarios de la ”guerra santa” islámica) que buscan liberar a Cachemira del dominio de India e incorporarla a Pakistán.

Los jihadistas también lanzaron un ataque con granadas este martes contra una base del ejército en la localidad de Handwara, 88 kilómetros al norte de Srinagar, la capital de verano de Jammu y Cachemira. Como resultado, murieron dos militantes y un soldado indio.

Nueva Delhi anunció que no retirará a los 700.000 soldados que desplegó sobre la frontera con Pakistán hasta que pueda verificar el fin de las infiltraciones transfronterizas de acuerdo con la promesa realizada el pasado junio por el presidente pakistaní, Pervez Musharraf, bajo presión de países occidentales.

La escalada militar en la frontera indo-pakistaní comenzó luego del atentado suicida del 13 de diciembre de 2001 contra el parlamento indio, que dejó 14 muertos y Nueva Delhi atribuyó a grupos terroristas respaldados por Islamabad.

Desde entonces, India desplegó en la frontera unos 700.000 soldados, misiles, tanques y aviones, y Pakistán, que negó toda responsabilidad por ese atentado, respondió con un despliegue similar al otro lado del límite.

La mediación de Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países occidentales logró alejar el espectro de la guerra a principios de junio, pero cada nuevo ataque terrorista aumenta la tensión. (FIN/IPS/tra-en/rdr/js/mlm/ip/02

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