EEUU: Legisladores cuestionan donaciones a grupos contra el sida

Legisladores del Partido Republicano de Estados Unidos cuestionaron la financiación de Washington a la Conferencia Internacional sobre el Sida de la ONU, alegando que no respeta el derecho de expresión y discrimina a grupos religiosos.

Doce legisladores reclamaron en una carta al gobierno que investigue a las organizaciones estadounidenses que interrumpieron el discurso del secretario (ministro) de Salud Tommy Thompson durante la XIV Conferencia Internacional sobre el Sida, celebrada el mes pasado en la ciudad española de Barcelona.

Varios integrantes de estas organizaciones gritaron, abuchearon y chiflaron hasta hacer inaudible el discurso de Thompson durante el encuentro sobre el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

El incidente dio lugar a la carta requiriendo información sobre los grupos que recibieron fondos federales para viajar a Barcelona y sobre el monto de la asistencia de Washington a la financiación de la conferencia, aseguró esta semana el diario The Washington Post.

La misiva de los republicanos afirma así mismo que la conferencia sobre sida discriminó a grupos religiosos que querían hacerse oír en el encuentro.

”A menos que la conferencia internacional sobre sida pueda garantizar la libertad de expresión a los representantes estadounidenses y cese su discriminación a los religiosos, en especial a la Iglesia Católica, Estados Unidos debería retener la asistencia a futuras conferencias”, sostiene el texto.

La oficina de Thompson aún no dio respuesta al pedido de información, pero los legisladores ya están cuestionando algunas prioridades en los gastos del ministerio, dijeron fuentes parlamentarias.

”Tenemos 1.200 personas en Estados Unidos con VIH sin acceso a tratamiento y largas listas de personas con sida aguardando por una vivienda, mientras gastamos millones de dólares en conferencias y misiones al exterior de individuos que convierten una reunión de salud pública en un pronunciamiento político”, abundó la fuente.

La carta procede del Equipo de Acción por los Valores, una coalición de 36 congresistas defensores de lo que califican ”valores familiares” y vehementemente opuestos a los derechos reproductivos de las mujeres.

Este grupo presionó al presidente George W. Bush para que cortara la financiación al Fondo de Población de las Naciones Unidas, arguyendo que el mismo trabajaba con grupos chinos que realizaban esterilizaciones y abortos forzados.

Pese a que una misión estadounidense no halló evidencias que respaldaran las acusaciones, Washington retuvo los 34 millones de dólares destinados a la agencia de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

Activistas estadounidenses contra el sida aseguraron a IPS que no abandonarán sus tácticas de protestas directas y que pueden probar que no recibieron fondos gubernamentales para el viaje a Barcelona.

La carta firmada por políticos conservadores es un intento de frenar el trabajo de presión en favor de las personas con sida o VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del mal), añadieron.

”Sabemos que tenemos que hablar de sexo y de consumo de drogas si queremos detener los contagios de sida”, pero ”hay muchos republicanos que no quieren que hablemos de esos asuntos”, dijo el director de Crisis de Salud de los Hombres Homosexuales de Nueva York, Marty Algaze.

Su organización, cuyo presupuesto de 21 millones de dólares depende en 30 por ciento de donaciones gubernamentales, está estudiando opciones de financiación con otros grupos de activistas sobre sida y donantes.

”Desde luego que nos preocupa que ciertas personas en el gobierno intenten debilitar a las organizaciones dedicadas al sida sólo porque no les gusta lo que decimos”, agregó Algaze.

”Creo que (los legisladores) están utilizando (el incidente de Barcelona) para vigilar a algunos de los grupos que han combatido”, opinó Terje Anderson, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Personas con Sida, cuyo presupuesto depende en 40 por ciento de los fondos de Washington.

”Entiendo que su sensibilidad política resultó ofendida, pero creo que no ven las legítimas diferencias políticas que tenemos con el gobierno”, apuntó.

”Francamente, es lamentable que debamos viajar a Barcelona para conocer a nuestro secretario” de Salud, Thompson, sostuvo Anderson.

Luego de su agitado discurso, el secretario Thompson se reunió con integrantes de los grupos que condujeron la protesta y desde entonces ”se han abierto puertas en el gobierno que no sabíamos cómo abrir, o que incluso no sabíamos que existían”, admitió Anderson.

”Volvería a protestar, aunque no quisiera tener que hacerlo”, agregó.

A los grupos contra el sida no les queda otro camino que hacerse oír, arguyó Algaze.

”Es el único modo que hallamos para combatir el sida. Si no fuese por los activistas, la cantidad de personas muertas sería mucho mayor”, concluyó. (FIN/IPS/tra-eng/ml/ld/dcl/he/ip/02

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