ECUADOR: Clausura parcial de frontera con Colombia

El gobierno de Ecuador clausuró el tránsito nocturno a partir de este miércoles de un paso fronterizo con Colombia y estudia extender la medida a otras zonas para evitar los efectos de la agudización del conflicto interno armado colombiano.

La decisión afecta el pasaje de vehículos y personas sobre el puente internacional de Rumichaca, que une a la ciudad ecuatoriana de Tulcán con la colombiana de Ipiales, en la región de la Sierra.

El canciller ecuatoriano, Heinz Moeller, justificó la medida en razones de seguridad, aunque aclaró que se tratará de ”no interferir en el gran intercambio comercial que se realiza entre los dos países a través de ese puente”.

Moeller se reunirá la próxima semana con su par de Colombia, Carolina Barco, para examinar la situación, ya que la clausura parcial o total de la frontera común debe realizarse de mutuo acuerdo, en función del tratado de libre tránsito de ciudadanos y vehículos firmado hace cuatro años entre los dos países.

La clausura de pasos fronterizos había sido pedida en febrero por el prefecto (gobernador) de la septentrional provincia de Carchi, René Yandún, luego de que se comprobara la incursión de grupos armados irregulares de Colombia en territorio ecuatoriano.

Las autoridades de Carchi, cuya capital es Tulcán, recibirán dentro de 15 días a Moeller para discutir el modo de reforzar el control de la frontera ante el recrudecimiento de la guerra civil en Colombia, tras la asunción del nuevo gobierno de Alvaro Uribe.

”Estamos sumamente preocupados con la amenaza que Uribe viene anunciando respecto de los grupos armados”, dijo Yandún.

”La mayor parte de la fuerza guerrillera está en la zona sur de Colombia, y una ofensiva allí necesariamente afectará, en caso de enfrentamientos militares, a toda la sociedad, a las comunidades y la población fronteriza”, advirtió.

Yandún también señaló la necesidad de crear un ”colchón de seguridad”, para evitar que el conflicto colombiano se desborde hacia su país, que podría constituirse con una fuerza de paz internacional.

La participación de una organización del tipo de ”cascos azules” de la Organización de las Naciones Unidas impediría un derramamiento de sangre innecesario, destacó.

El gobernante de Carchi dijo que ”hay una psicosis en el área rural de la provincia”, por el aumento de los combates del otro lado de la frontera entre el ejército colombiano y los paramilitares de derecha contra las guerrillas izquierdistas y al estado de conmoción interior decretado por Uribe.

Yandún sugirió al gobierno ecuatoriano de Gustavo Noboa la posibilidad de realizar contactos con la guerrilla colombiana para alcanzar un pacto de no agresión.

El incremento de efectivos militares ecuatorianos en la frontera norte no ha sido suficiente para proteger de manera efectiva a la población de la zona.

”Si no hay conciencia en el gobierno y nos están conduciendo a una explosión social. Esto es una bomba de tiempo, que puede explotar y, si se nos va de las manos, puede haber un caos en la provincia”, alertó el gobernante.

Sin embargo, Moeller indicó que Ecuador debía tomar la declaratoria de conmoción interior en Colombia con tranquilidad, pese a que la situación preocupa al gobierno.

El funcionario argumentó que en algunas zonas colombianas de la frontera común, de más de 600 kilómetros de largo, hay una mínima presencia de fuerzas de seguridad de ese país, por lo cual pedirá a Bogotá una mayor custodia.

Más allá del incremento cíclico de ciertos casos puntuales de actividad delictiva, no se puede hablar que en Ecuador exista una ”infiltración” de la guerrilla, puntualizó.

Por su parte, el ministro de Defensa de Ecuador, Hugo Unda, aseguró que el gobierno es consciente de que ”el control de fronteras es una obligación de los dos estados”.

Sin embargo, es necesario ”tomar más previsiones para fortalecer la defensa del territorio”, añadió. En la actualidad suman unos 10.000 los efectivos militares y policiales de Ecuador en la zona.

Las poblaciones colombianas de Carlosama y Cumbal, cercanas a la frontera con Ecuador, fueron escenario la semana pasada de fuertes combates entre columnas de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el ejército de ese país.

Ante ello, los militares colombianos reforzaron su vigilancia en la entrada al puente de Rumichaca. Efectivos de tropas especiales del ejército colombiano vigilan casi todas las esquinas del centro de Ipiales, así como bancos, expendios de gasolina y el aeropuerto local.

La presencia de la guerra civil en Colombia se hizo sentir en las provincias fronterizas eucatorianas desde comienzos de este año.

Entre otros hechos, se destaca el descubrimiento de plantaciones de coca y de laboratorios para procesamiento de drogas, ataques de paramilitares contra campesinos e indígenas ecuatorianos y campamentos de descanso de la guerrilla. (FIN/IPS/kl/dm/ip/02

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