ECONOMIA-BRASIL: Cae el real pese a expresiones de apoyo de EEUU

Las manifestaciones de apoyo a la política económica de Brasil realizadas por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, no impidieron este lunes una nueva depreciación del real, de 5,3 por ciento.

La caída verificada sucedió a una recuperación de 15,6 por ciento de la moneda brasileña entre el jueves y el viernes, cuando la cotización del dólar bajó de 3,48 a 3,01 reales. El tipo de cambio volvió este lunes a 3,17 reales.

O'Neill expresó el respaldo del gobierno de Estados Unidos a la política económica brasileña y a las negociaciones del gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tras ser recibido por el presidente Fernando Henrique Cardoso en Brasilia, en el ámbito de una gira que lo llevará también a Argentina y Uruguay.

O'Neill había declarado hace una semana a la televisión estadounidense su prevención ante la eventual ayuda financiera a Argentina, Brasil y Uruguay, insinuando que el dinero podría terminar en bancos suizos, debido a la corrupción.

A esas palabras del secretario del Tesoro siguió un aumento de las tensiones en el mercado financiero de Brasil, reflejadas especialmente en la devaluación del real y de los títulos de la deuda externa brasileña y del incremento riesgo-país (que mide la percepción de los acreedores de la posibilidad de cese de pagos) hasta más de 2.000 puntos.

La visita de O'Neill a Brasil y su pública retractación no tuvieron la misma fuerza sobre la economía brasileña que sus negativas declaraciones de hace una semana.

Tampoco tuvo repercusión benéfico en Brasil el préstamo-puente de 1.500 millones de dólares que Estados Unidos concedió a Uruguay, en demostración de que Washington está dispuesto a ayudar a países latinoamericanos en crisis, aunque no a Argentina.

Tampoco otra buena noticia, el superávit comercial, que en julio fue de 1.197 millones de dólares y desde enero suma 4.084, pudo evitar la inestabilidad cambiaria.

La depreciación del real, de 27 por ciento en este año e intensificada desde junio, se debe, según analistas, a la incertidumbre electoral, que provoca una fuerte salida de divisas.

Las empresas instaladas en el país, que financiaron sus inversiones con préstamos externos para escapar a los altos intereses brasileños, no logran refinanciar sus deudas, cuyos vencimientos suman en promedio entre 1.500 y 2.000 millones de dólares mensuales.

Esas compañías tienen por tanto de pagar una gran parte de su endeudamiento, provocando el drenaje de dólares y la caída del real.

La coyuntura electoral está por detrás de ese nerviosismo, según los análisis económicos. La posibilidad de un triunfo opositor, cada día más probable según las encuestas, genera temores de una moratoria de pagos y de cambios en la actual política económica, en desmedro de los inversionistas.

Las encuestas son divulgadas con una frecuencia sin precedentes en este período preelectoral, reflejando y ampliando la ansiedad, según dijo con tono crítico el ministro de Hacienda, Pedro Malán.

Este lunes se divulgó un sondeo realizado por entre los días 30 de julio y 1 de agosto por la Confederación Nacional de Transportes, organización de los empresarios del sector.

Luiz Inacio Lula da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores, encabeza las preferencia de los entrevistados, con 34,9 por ciento, seguido del también opositor Ciro Gomes, candidato del Frente Laborista, conformado por tres partidos medianos, que obtuvo 25,5 por ciento.

El candidato oficialista, el ex ministro de Justicia José Serra, logró sólo 13,4 por ciento de la intención de voto, y lejos entonces de la posibilidad de pasar a la segunda vuelta, que tendrá lugar el 27 de octubre si ningún postulante alcanza más de mitad de los votos en la primera ronda, el 6 de octubre.

El debate entre los cuatro principales candidatos, transmitido el domingo de noche por la red nacional de televisión Bandeirantes, no permitió a ninguno de ellos destacarse para alterar significativamente la opinión del electorado.

El débil desempeño de Serra en la campaña electoral agrava las presiones cambiarias, que ya se determinan el aumento de la inflación. El incremento de los precios al consumo llegará este año al menos a seis por ciento, según expertos. Superará por tanto la meta máxima de 5,5 por ciento acordada con el FMI.

La caída del real tiene también efectos negativos en la economía real, pues frena la producción en algunos sectores industriales que dependen de insumos importados. Tampoco impulsa las exportaciones en la misma proporción, debido a la rápida oscilación del tipo de cambio.

La depreciación de este lunes fue atribuída por algunos comentaristas a la frustrada expectativa de un rápido acuerdo con el FMI, tras cinco dias de negociaciones en Washington.

En ese cuadro, poco influyeron los elogios de O'Neill a la política económica brasileña, que elevó ”el nivel de vida” de la población. El funcionario visitante también destacó la reducción de la mortalidad infantil y del analfabetismo. (FIN/IPS/mo/ff/if/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe