Francia abogará por la privatización de servicios básicos en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible que comenzará este lunes en Johannesburgo, Sudáfrica.
La mejor solución para problemas de suministro de agua y energí, servicios de salud, apoyo a la agricultura y preservación de la biodiversidad es apelar a asociaciones internacionales, sostuvo un portavoz gubernamental.
París abogó en forma específica por manejo integrado de los recursos hídricos (el eufemismo empleado por el Banco Mundial y otros organismos financieros internacionales en vez de privatización), para brindar acceso a agua potable a las personas más pobres del planeta.
Esa es la política aplicada en el país, incluso en regiones cuyos habitantes tienen dificultades para pagar altas tarifas de servicios privatizados.
En relación con el suministro de electricidad, plantearemos en Johannesburgo tres propuestas, acerca de aumento de la eficiencia en la generación, descentralización e integración regional, que incluyen la privatización, señaló el portavoz.
Políticas similares serán defendidas para la investigación agrícola, el manejo del agua destinada a riego, y el desarrollo de la llamada agricultura orgánica, que sólo emplea fertilizantes y pesticidas naturales.
El presidente Jacques Chirac encabezará la delegación a la cumbre y señaló cuatro objetivos de la partipación en ese encuentro, durante una reunión del gabinete ministerial realizada el 29 de mayo.
Esas metas son fortalecer el sistema mundial de protección del ambiente, aumentar la solidaridad internacional, concretar esa solidaridad en proyectos con participación del sector privado, y avanzar en el debate sobre amparo de la diversidad cultural.
La humanidad afrontará su destino en la Cumbre Mundial de Johannesburgo. Mujeres y hombres de todas las naciones se reunirán para imponerse a los desafíos de nuestro tiempo, y construir la civilización universal que la globalización exige, afirmó Chirac en una declaración distribuida por un portavoz.
Ante los peligros ecológicos que amenazan al planeta, y las crecientes desigualdades entre ricos y pobres, la humanidad necesita dar un gran salto y articular una gran voluntad colectiva. La globalización de la economía exige la globalización de la solidaridad, añadió en esa declaración.
El gobierno no detalló propuestas de acción para alcanzar esos objetivos solidarios, y se limitó a señalar que apoyará las iniciativas de la Unión Europea (UE) para fortalecer la aplicación de la Agenda 21, declaración final de la Cumbre de la Tierra realizada en 1992 en Río de Janeiro.
La reunión de Johannesburgo, que terminará el 4 de septiembre, fue convocada por la Organización de las Naciones Unidas para evaluar el avance hacia las metas fijadas en la Cumbre de la Tierra y ajustar procedimientos para alcanzarlas.
El derechista gobierno francés es el mayor y último defensor en la UE de subsidios a la agricultura intensiva, que envenena recursos hídricos subterráneos, retarda la regeneración de suelos, y atenta contra la cooperación internacional para el desarrollo y la agricultura orgánica, afirmó Noel Mamérre, del Partido Verde.
Chirac realiza discursos grandielocuentes en foros internacionales, sin asumir compromisos, para que no se le considere un aliado de los sospechosos de siempre, opinó el vicepresidente de la organización no gubernamental (ONG) ATTAC (Asociación por la Tasa Tobin de Ayuda a los Ciudadanos), Pierre Tartakowsky.
El proyecto de ATTAC se basa en una propuesta del premio Nobel de Economía James Tobin, e implica un impuesto mundial de 0,1 por ciento a las transacciones financieras internacionales especulativas, cuya recaudación se destinaría a proyectos de desarrollo en los países más pobres.
El manejo integrado de los recursos hídricos significa poner un recurso natural vital en manos de un puñado de corporaciones privadas internacionales, que han estado involucradas en episodios de corrupción en gran escala, aseveró.
Esa política condujo a indebidos aumentos de tarifas de agua en Francia, y problemas similares se registran en varios países africanos que aplicaron el modelo francés desde los años 90, añadió Tartakowsky.
El director de la filial francesa de la ONG ambientalista Greenpeace, Bruno Rebelle, criticó a Chirac por no afrontar cuestiones clave para el desarrollo sustentable.
En una reunión preparatoria de la cumbre de Johannesburgo, realizada en Bali, países en desarrollo pidieron sin éxito a Estados Unidos y la UE que abatieran sus subsidios a la agricultura, que afectan la competitividad de agricultores africanos, asiáticos y latinoamericanos, señaló.
Ese es el tipo de problemas que debería priorizar Chirac, alegó. (FIN/IPS/tra-eng/jg/ss/mp/dv ip/02
