ASIA: Escándalos en EEUU reaniman lucha antiglobalización

Los escándalos de corrupción en grandes compañías de Estados Unidos mostraron fallas del modelo económico liberal y aportaron argumentos a los activistas antiglobalización en Asia, que habían perdido impulso tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.

Los casos de fraude contable en empresas estadounidenses salieron a la luz cuando los críticos de la globalización emergían de un periodo de estancamiento iniciado en septiembre, dijeron activistas del Movimiento Social de Asia-Pacífico, reunidos del 10 al 12 de este mes en Bangkok.

En la reunión participaron más de 200 representantes de organizaciones civiles de toda Asia que se preparan para el próximo Foro Social Mundial, a realizarse en febrero de 2003 en la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre.

Los fraudes contables dejaron en evidencia que Estados Unidos no es el modelo ideal que promocionan los defensores del orden económico actual, señalaron los activistas.

El escándalo comenzó en diciembre 2001, cuando la compañía energética Enron se presentó en quiebra declarando deudas por más de 30.000 millones de dólares, aunque meses antes había asegurado tener ganancias por 1.000 millones.

En junio, la gigante de las telecomunicaciones Worldcom admitió ”errores de contabilidad” de unos 3.800 millones de dólares, que luego aumentaron hasta 7.000 millones.

Luego siguieron escándalos similares con las firmas Adelphia, Andersen, Tyco, Global Crossing, Xerox, Merril Lynch y otras más, que tuvieron un impacto negativo en la economía de Estados Unidos y en las bolsas del mundo.

”Ahora tenemos más argumentos para dejar en evidencia la falsedad de la supuesta eficiencia, limpieza e incorruptibilidad de las grandes compañías”, afirmó en la conferencia en Bangkok el director ejecutivo de la organización no gubernamental india Jóvenes por la Unidad y la Acción Voluntaria, Minar Pimple.

Los opositores a la globalización ahora pueden presentar al mundo con mayor claridad ”la cara oculta del capitalismo”, señaló, por su parte, el presidente de la organización indonesia Solidaritas Perempuan, Tito Soentoro.

”El modelo corporativo de Estados Unidos ha perdido su credibilidad. No busca la justicia, sino favorecer a las elites económicas del mundo”, afirmó Soentoro.

Muchos activistas indicaron que, antes de conocerse el fraude, Enron era considerada en India una empresa ”invencible”, en especial luego de que un consorcio en que participaba ganara la licitación de un proyecto energético en el estado de Maharashtra.

”Hubo cierta pérdida de orientación luego del 11 de septiembre y lo que habíamos logrado hasta entonces se perdió. Pero con los escándalos corporativos comenzamos a recuperar terreno”, dijo el director ejecutivo de la organización no gubernamental tailandesa Focus on the Global South, Walden Bello.

No obstante, Bello considera que al movimiento en Asia todavía le falta fuerza para luchar contra el proceso de globalización encabezado por las grandes corporaciones.

”No estamos en el punto en que quedó la región antes de los ataques del 11 de septiembre, pero vamos en esa dirección”, dijo el activista.

El Foro Social Mundial atrajo en enero a más de 60.000 personas de todo el mundo en Porto Alegre, que se reunieron bajo el lema ”Otro mundo es posible.

Los activistas de Asia en particular protestarán en la próxima reunión del Foro Social Mundial contra la privatización de las tierras en perjuicio de las comunidades locales, los daños causados por la actividad minera a las poblaciones y la censura a los críticos de la globalización.

Otros asuntos que preocupan en Asia son la falta de leyes en defensa de los derechos sindicales y la presión de organismos multilaterales por la privatización de servicios públicos, proceso que, aseguran, dejará sin empleo a miles de trabajadores que no recibirán compensación adecuada.

En Bangladesh, los trabajadores de una fábrica de yute que cerró en julio no recibieron la compensación prometida de 2.000 dólares por el salario de un año, y apenas obtuvieron 200 dólares, señaló el periodista Nurul Kabir.

En Filipinas, India, Indonesia, Pakistán y Tailandia, gran número de granjeros y líderes comunitarios están en prisión por su resistencia a la privatización de la tierra y a la utilización de los recursos naturales por parte de empresas multinacionales.

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Asiático para el Desarrollo son también acusados por los activistas de presionar a los gobiernos de la región a adoptar medidas ”contra los pobres”.

Pero si bien el ambiente financiero mundial parece ideal para el movimiento contra la globalización, los activistas reconocen que para tener éxito necesitan una alternativa convincente al modelo neoliberal dominante.

”Tenemos que hacer un mejor trabajo en brindar una alternativa al modelo liberal”, admitió Bello, quien destacó la necesidad de alcanzar al creciente número de personas desilusiondas por el fracaso del proceso de liberalización económica en Asia.

”Este descontento aumentará y se sentirá en Asia, ya que los escándalos financieros en Estados Unidos están provocando una caída en la economía”, sostuvo el activista. (FIN/IPS/tra- eng/mmm/rp/mj/dv/02

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