ARGENTINA: Crece el hambre en el país de la abundancia

La producción de alimentos de Argentina es la mayor del mundo, medida por habitante, pero la comida no alcanza para todos y los trabajadores sociales manifiestan su impotencia al tener que negarla a niños, adolescentes y ancianos.

”Yo me siento mal, me siento impotente porque la responsabilidad de decir que no recae sobre mí”, dijo a IPS Marcelo Cresta, encargado del centro comunitario Casa del Niño, en la localidad de Quilmes, cercana a Buenos Aires.

Casa del Niño nació como guardería y ahora tiene un comedor, un centro de salud y también una farmacia que está ”vacía”, aclaró Cresta.

La falta de alimentos es considerada ”inconcebible” por el decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, Fernando Vilela.

”Este país tiene 36 millones de habitantes y produce al año 70 millones de toneladas de granos, o sea que somos los primeros productores de alimentos per cápita”, observó,

Según el cálculo de Vilela, habría casi dos toneladas de granos por habitante, seis veces la dieta necesaria. Argentina produce alimentos para 200 millones de personas, pero no puede satisfacer totalmente las necesidades de sus 36 millones de habitantes.

”Esto no sucede ni en India ni en los países pobres de Africa, porque ellos no son grandes productores de alimentos, y eso explica en parte las hambrunas. Pero en Argentina es inmoral, inconcebible, y responde a un sistema económico y político injusto, sin una distribución adecuada de la riqueza”, dijo el decano.

La cantidad de pobres aumentó de 12,2 millones en mayo de 2001 a 18,5 millones en mayo último, informó esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). O sea, la proporción de personas con necesidades básicas insatisfechas pasó en sólo 12 meses de 35,9 a 53 por ciento del total de la población.

De mayo a agosto, se habría llegado a 20 millones de pobres, según cálculos oficiales. Entre los pobres se cuentan 8,7 millones de indigentes o ”personas sin ingresos como para comer”, puntualizó el director del INDEC, Juan Carlos del Bello.

Los más afectados por el dramático crecimiento de la pobreza son los niños. Siete de cada 10 menores de 14 años forman parte de familias pobres y la proporción es aún mayor provincias del norte Formosa, donde casi nueve de cada 10 niñas y niños viven en la pobreza.

”El año pasado teníamos unos 300 niños, pero ahora son más de 450 por día y las donaciones desaparecieron”, informó Cresta. La Casa del Niño depende del Obispado de Quilmes, al sur de la capital, y debería sostenerse con aportes del Estado, pero el gobierno les adeuda cuatro meses. ”Vivimos de fiado”, dijo el director.

Casa del Niño no tiene recursos para pagar a sus proveedores, pero no sólo recibe cada vez más niños, sino que también llegan por un plato de comida adolescentes y ancianos. ”¿Tendrá un poquito de comida?”, le preguntan a Cresta, y él les aconseja esperar a ver qué sobra de los alimentos preparados para los niños.

La leche es entregada en algunos centros de ayuda a menores de tres años, postergándose a las niñas y niños de cuatro o más edad. Otros se han visto obligadas a negar alimentos básicos a ancianos sin ingresos o con ingresos muy bajos, para privilegiar a niños y jóvenes.

Por último, algunas instituciones han debido decir ”no hay más” o ”no hay para todos”.

El jefe de Gabinete del gobierno de Eduardo Duhalde, Alfredo Atanasof, admitió el jueves que los nuevos datos de pobreza son ”el resultado de un modelo injusto”.

”Quizás los gobiernos anteriores negaron estos datos”, o lo que es peor, ”no movieron un dedo para atenuar los efectos de esta desgraciada realidad sobre los más débiles”, comentó Atanasof. (FIN/IPS/mv/ff/dv/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe