VIETNAM-EEUU: La guerra del bagre

Criadores de bagre demandaron en Estados Unidos a exportadores vietnamitas por dumping, en una medida que podría afectar a otros sectores económicos, según temen empresarios y funcionarios de Vietnam.

Empresarios vietnamitas dijeron estar preparados para ”otras guerras económicas” como parte de la integración de su país a la economía mundial, en un seminario realizado en la Cámara de Industria y Comercio de Vietnam.

Mientras, el ministro de Comercio, Vu Khoan, advirtió que la demanda presentada en Estados Unidos podría afectar las relaciones comerciales bilaterales.

La dura respuesta de Hanoi se debe a la acusación de la Asociación de Criadores de Bagre de Estados Unidos (CFA), que presentó el caso ante la Comisión Internacional de Comercio de ese país, de que el gobierno vietnamita respaldó el supuesto ”dumping de precios” de los exportadores de bagre.

Según los criadores estadounidenses, 52 empresas vietnamitas están arruinando su mercado mediante la venta de bagre a precios inferiores a su costo de producción, y esto viola una norma antidumping incluida en la ley de seguridad agrícola promulgada este año por el presidente George W. Bush.

La CFA pretende que se imponga aranceles más altos a las empresas vietnamitas que exportan bagre a Estados Unidos.

Pero en 2001, Vietnam vendió 5.440 toneladas de bagre del tipo ”basa” y ”tra” a Estados Unidos, apenas 1,7 por ciento de la cantidad consumida por la población estadounidense el año pasado.

Además, no hubo dumping, sino que la tecnología y las buenas prácticas permitieron a los criadores vietnamitas reducir sus costos y luego vender sus productos en Estados Unidos a 1,29 dólares la libra (0,45 kilos), aseguró Peter Red Maire, presidente del estadounidense Sea Fare Group.

En comparación, el bagre estadounidense se venden a 2,5 o 2,6 dólares la libra.

”Se trata de una medida destinada a proteger su porción del mercado”, comentó Truong Dinh Hoe, subsecretario de la vietnamita Asociación de Exportadores y Procesadores de Frutos del Mar, en referencia a la acción iniciada por la CFA.

Hoe recordó que los productos marinos de China y la madera blanda de Canadá sufrieron la misma recepción hostil de los productores nacionales en Estados Unidos.

Sin embargo, eso es un magro consuelo para los exportadores de bagre vietnamitas.

Los criadores estadounidenses se anotaron una victoria el pasado octubre cuando el Congreso legislativo prohibió el uso del nombre comercial ”catfish” (bagre) a los exportadores vietnamitas.

La resolución, conocida como la ley de etiquetado en origen, reservó el nombre ”catfish” a los productos que lleven la etiqueta ”Made in America” (Producido en Estados Unidos).

Luego se aprobó la ley de seguridad agrícola, según la cual la carne y los frutos del mar comercializados en Estados Unidos deben portar información sobre el país de origen e indicar si los animales fueron capturados en su ambiente natural o criados en forma artificial.

La ley estipula además que sólo los productos elaborados a partir de animales criados y procesados en Estados Unidos pueden llevar la etiqueta ”Made in America”.

Ante las crecientes protestas de los exportadores vietnamitas, el embajador estadounidense Raymond Burghardt intentó calmar los ánimos.

”La nueva ley estadounidense sobre el etiquetado del bagre no constituye una prohibición ni una barrera contra las exportaciones de frutos del mar vietnamitas a Estados Unidos”, aseguró Burghardt.

”No se ha impedido ninguna exportación de 'basa' o 'tra'”, y ”en el primer semestre de este año, Vietnam aumentó sus exportaciones de esos productos a Estados Unidos”, agregó.

Pero Hoe, de la Asociación de Exportadores y Procesadores de Frutos del Mar de Vietnam, opinó que ”todo este asunto va en contra del acuerdo comercial entre Estados Unidos y Vietnam”.

El tratado entró en vigencia el 10 de diciembre de 2001, y permitió un incremento de las exportaciones vietnamitas a Estados Unidos.

En virtud del acuerdo, los productos vietnamitas deberían gozar de una reducción arancelaria y pleno acceso al mercado estadounidense. Para algunos productos, los aranceles disminuyeron de un promedio de 40 por ciento a tres por ciento.

Medios de prensa vietnamitas expresaron la misma inquietud que Hoe y criticaron lo que llamaron ”doble discurso” de Washington.

”Washington promueve el comercio como forma de combatir la pobreza mundial pero por otra parte impone gravámenes a ciertas importaciones” de países en desarrollo, comentó el diario Vietnam News.

Con esas medidas, ”le será muy difícil persuadir a los países en desarrollo de abrir sus mercados rápidamente”, advirtió. (FIN/IPS/tra-en/tdtl/ccb/js/mlm/if/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe