La paz entre el gobierno de Sri Lanka y los separatistas Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) podría asegurar la prosperidad de la región nororiental del país, que alberga enormes riquezas minerales.
El administrador de la estatal Lanka Mineral Sands, Wasantha Anurakumara dio apenas unos pasos sobre la negra arena de una playa de la costa nororiental para llegar a los minerales que le dan ese color.
Esto es dinero. Estamos caminando sobre él, kilómetros de él, dijo Anurakumana en referencia a los metales pesados que abundan en la zona, ilmenita, rutilo y circonio.
La ilmenita, un óxido metálico negro, es la principal fuente de titanio, metal valorado por su fortaleza, peso ligero y resistencia al calor y la corrosión.
Debido a su capacidad para soportar grandes pesos, el titanio es destinado a la fabricación de aviones y cohetes militares, submarinos, como cobertura de cápsulas espaciales, blindajes, etcétera.
El titanio es considerado el metal del futuro. El mundo industrial no puede funcionar sin él y no tiene sustitutos, dijo el gerente general de la empresa, S. A. Nandadeva.
El rutilo, por su parte, es usado principalmente en la industrialización del titanio, y en varillas para soldadura, mientras el circonio tiene gran demanda en la industria cerámica, por su vidriado y fundición de alta calidad, y en productos eléctricos.
Sin embargo, la explotación minera se detuvo en septiembre de 1997 cuando la guerra que libran los Tigres Tamiles desde 1983 por la independencia de la zona, llegó a la costa.
Un ataque rebelde contra un barco cargado de ilmenita, y anclado a sólo un kilómetro de la costa, puso fin a la producción.
Todo podría cambiar si este mes se inicia el diálogo al que se comprometieron gobierno e insurgentes en un acuerdo firmado en mayo que incluyó un compromiso para el cese del fuego.
Si el país alcanza la paz, los barcos podrán embarcar directamente desde la costa los cargamentos de minerales rumbo a sus principales mercados: Europa y Japón.
Los depósitos de las instalaciones de la compañía en la localidad de Pulmoddai, 300 kilómetros al oriente de la capital, Colombo, guardan 60.000 toneladas de ilmenita y 150.000 de circonio en bruto, la mayor parte extraídas antes de septiembre de 1997.
Pulmoddai es considerado uno de los mejores yacimientos del mundo, pues la concentración mineral es de 60 a 70 por ciento, comparado con los depósitos de las playas de Australia, un importante productor, donde la proporción de estos minerales en la arena es de sólo cinco por ciento.
Esta es una de las razones por la cual Lanka Mineral Sands es uno de los productores mundiales de costos más bajos, pues obtiene hasta 70 toneladas de mineral por cada 100 toneladas de arena extraídas.
Además, la empresa es la única de sus dimensiones en esta zona del país. Se supone que esta es la mina más rica del mundo, dijo Nandadeva.
Pulmoddai no tiene un puerto protegido, y ningún barco puede acercarse a la costa durante la temporada de los vientos monzones, de octubre a marzo, cuando tampoco es posible la extracción.
En ese periodo, las arenas son lavadas por enormes olas que renuevan los depósitos de las playas. Las condiciones son las correctas para la renovación de la arena. No hay erosión, agregó Nandadeva.
Según estudios realizados por la empresa estatal, los minerales proceden del interior de la isla, y llegan arrastrados por ríos como el Mahaweli, el más largo del país.
Si la paz es permanente, el futuro de Pulmoddai —el único yacimiento explotado desde su descubrimiento en 1971— es promisorio, pues tampoco ha recibido objeciones de organizaciones ecologistas.
Nuevas investigaciones indican que existen más de 12 millones de tonaleadas de metales pesados en la zona y otras áreas cercanas aún no exploradas, todas en la costa oriental.
Los estudios estiman que las reservas podrían durar entre 25 y 30 años, si se mantiene el ritmo de explotación anterior a 1997.
Durante esos periodo, la minera ganó 3,3 millones de dólares por año, convirtiéndose entonces en la más rentable de las empresas estatales del país.
Ahora, los Tigres que esperan asumir un gobierno interino en el noreste del país, intentan que retornen al trabajo los 340 empleados de la empresa.
Esto permitiría que las ganancias de la minería se queden en la zona, empobrecida por casi 20 años de conflicto. (FIN/IPS/tra- eng/mmm/js/dcl/if/dv/02
