SIRIA: El presidente Assad desafía a Bush

Siria continuará apoyando a Estados Unidos en su ”guerra contra el terror”, pero también a ”combatientes por la libertad” de Palestina a los que Washington califica de ”terroristas”, advirtió el presidente Bashar Al-Assad.

El mandatario sirio expuso su posición con claridad luego de las críticas emitidas el 24 de junio por el presidente estadounidense George W. Bush, quien criticó a Damasco por su respaldo a grupos que combaten a Israel.

En un mensaje dirigido por escrito a Bush en ocasión del Día de la Independencia estadounidense, el 4 de este mes, Assad sostuvo que ”la independencia es un derecho de todos los pueblos, incluso de los árabes, quienes tienen derecho a resistirse a la ocupación para alcanzar la libertad”.

El 24 de junio, al anunciar en Washington las líneas generales de su ”visión para la paz” en Medio Oriente, Bush había pedido a Siria que dejara de apoyar al Partido de Dios (Hizbolá) libanés y a organizaciones palestinas pues, de lo contrario, lo marginaría de toda negociación sobre el futuro de la región.

Assad replicó, entrevistado por el diario libanés Al-Liwa, que ”Siria respalda a la resistencia (palestina) y brinda apoyo político a Hizbolá, que no necesita ayuda militar”.

”El trabajo de las organizaciones palestinas en Siria se limita a la política y a los medios de comunicación. Sus oficinas en Damasco representan a los 400.000 palestinos que viven en Siria y luchan por el reconocimiento de su derecho a regresar a su tierra”, agregó.

Assad afirmó también que los atentados suicida cometidos por militantes palestinos contra objetivos civilies y militares israelíes eran producto de la ”desesperación” que despertaban las ”bárbaras prácticas de Israel”.

Organizaciones palestinas radicales de carácter religioso tienen su base en Damasco, entre ellas el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y Guerra Santa Islámica (Jihad Islámica), y también otras laicas, como el marxista-leninista Frente Popular para la Liberación de Palestina.

Por su parte, el canciller de Siria, Farouk Al-Sharaa, sostuvo que el discurso de Bush contenía ”puntos positivos”, y manifestó el deseo de mantener canales de comunicación abiertos con Washington, a pesar de las continuas disputas bilaterales.

Al visitar la sede neoyorquina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyo Consejo de Seguridad presidió Siria el mes pasado, Al-Sharaa afirmó que su país ayudaba a Estados Unidos a combatir el terrorismo porque ”es un asunto de principios”.

”Estamos contra el terrorismo. Al mismo tiempo, los estadounidenses saben que diferenciamos entre el terrorismo, al que condenamos, y la resistencia en los territorios (árabes) ocupados (por Israel), a la que apoyamos”, dijo Al Shaaraa.

Luego de la guerra fría, Siria se alió con Estados Unidos, y participó en la coalición encabezada por Washington que combatió contra Iraq en la guerra del Golfo, en 1991. Pero aún está enfrentada con Israel, que ocupa desde 1967 sus territorios de las alturas del Golán.

Una semana antes del discurso de Bush, el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, había enfatizado en Washington que su país se consideraba amenazado por el respaldo de Damasco a Hizbolá.

Estados Unidos cree que Siria da respuestas equívocas al llamado de Bush a ”elegir el lado correcto en la guerra contra el terrorismo cerrando los campamentos terroristas y expulsando a las organizaciones terroristas”, sostuvo la semana pasada el senador Michael DeWine, de visita en Medio Oriente.

DeWine, legislador del Partido Republicano al que también pertenece Bush, admitió que Siria brindaba una firme ayuda en la lucha contra el ”terrorismo”, pero advirtió que debería retirar su apoyo a Hizbolá.

Washington ”continúa muy preocupado por Hizbolá, un grupo responsable por muertes de estadounidenses en el pasado”, afirmó el senador, en relación con el ataque suicida que mató en 1983 a más de 200 infantes de marina en Líbano. ”Nuestra posición no cambió”, advirtió.

El subsecretario de Estado (vicecanciller) estadounidense para Medio Oriente, William Burns, sostuvo el mes pasado que vidas estadounidenses fueron salvadas gracias a la cooperación siria en la lucha contra la organización Al Qaeda, a la que el gobierno de Bush atribuye los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos.

Pero Burns agregó que la relación entre Washington y Damasco, uno de los países incluidos en la lista de países patrocinadores del terrorismo elaborada por el Departamento de Estado (cancillería) estadounidense, es ”muy complicada”.

Siria asegura actuar sobre la base de los principios. Pero Estados Unidos afirma que tiene una actitud contradictoria. (FIN/IPS/tra-eng/gb/ss/mj/ip/02

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