Las principales víctimas del sida son las mujeres, afirmaron este viernes unas 200 activistas, al irrumpir en la ceremonia de clausura de la XIV Conferencia Internacional sobre esa enfermedad, en esta oriental ciudad española.
Las manifestantes gritaron e hicieron sonar silbatos cuando se leía el resumen de las ponencias debatidas, y exhibieron carteles con los textos Mujeres adelante, estamos aquí y Libertad a las mujeres.
Las activistas, integrantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) de España y otros países, pidieron más acción de gobiernos para frenar la extensión de la epidemia entre las mujeres, sobre todo en Africa y Asia.
Las mujeres son las principles víctimas del VIH, en especial las jóvenes y pobres, destacaron.
Los últimos oradores de la conferencia fueron dos ex presidentes, el sudafricano Nelson Mandela y el estadounidense Bill Clinton, tras una semana de debates sobre el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) con 16 sesiones plenarias, tres centenares de intervenciones y participación de 15.000 expertos.
El sida es una guerra contra la humanidad y hay que enfrentarlo, dijo Mandela, ovacionado por los asistentes a la ceremonia de clausura. El ex mandatario sudafricano subrayó el drama que implica ese mal para millones de niños infectados, y el estigma que aún cae sobre los enfermos, en especial si son mujeres.
El sida es causado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que destruye los linfocitos T, un tipo de células sanguíneas inmunitarias, y aumenta la vulnerabilidad a infecciones secundarias causadas por virus o bacterias.
En la actualidad hay unos 40 millones de personas infectadas por el VIH en el mundo, pero sólo 730.000, o sea menos de dos por ciento, reciben tratamiento médico, y 500.000 de éstas residen en países industrializados, informó el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el Sida (ONUSIDA), convocante de la conferencia.
Graça Machel, esposa de Mandela y directora de una fundación que atiende a huérfanos mozambiqueños, dijo en el pleno de la conferencia que las mujeres del mundo luchan contra la pandemia de VIH/sida con la fuerza de una leona que protege a su familia.
Otra manifestación de mujeres se produjo el jueves de noche, cuando varias decenas de prostitutas demandaron en las calles céntricas de Barcelona el reconocimiento de sus derechos sociales y laborales.
Muchas de ellas participaron en un encuentro paralelo a la conferencia oficial, denominado Derechos humanos y trabajo sexual y organizado por el municipio de la ciudad, cuyo alcalde es el socialista Joan Clos.
La Organización Mundial de la Salud y seis transnacionales farmacéuticas acordaron en el marco de la XIV Conferencia reducir de 80 a 90 por ciento el precio en Africa Occidental de los fármacos antirretrovirales, que frenan el desarrollo del sida.
Varias ONG hicieron notar que ese acuerdo no abarca a los países de Africa Austral, donde se concentra la mayor parte de los infectados por el VIH.
Durante la conferencia se analizaron problemas, fueron presentadas nuevas investigaciones y vacunas, y países industrialzados prometieron aumentar su asistencia económica a la lucha contra la epidemia.
Machel, ex ministra de educación de Mozambique, destacó que antes hubo promesas de 10.000 millones de dólares para el Fondo Global Antisida, pero apenas se aportaron 2.800 millones.
Sólo Suecia, Noruega, Dinamarca y los Países Bajos cumplen la meta de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto a asistencia oficial al desarrollo, fijada por la Organización de las Naciones Unidas, señaló.
El resto ya sabe qué debe hacer, empezando por Estados Unidos, que hace alarde de ser el líder del mundo, pero para serlo hay que asumir responsabilidades y obligaciones, añadió.
El sida es una creciente amenaza para los jóvenes, y el número mundial de personas de 15 a 24 años afectadas por el VIH, que fue 12,4 millones en 2001, llegará a 21,5 millones al final de la actual década, indicó la Fundación Kaiser Family en un informe presentado en la Conferencia.
Durante el encuentro se reiteraron discrepancias sobre los aspectos sexuales de la prevención de la epidemia entre los jóvenes.
La abstinencia es la mejor garantía, tiene coste cero y carece de efectos secundarios, argumentó ante unos 50 jóvenes de 25 países el arzobispo católico de Nairobi, Raphael Ndingi.
Una joven keniata pidió luego la palabra para referirse a la muerte por sida de su hermana, y afirmó que ésta no habría fallecido si hubiera recibido a tiempo información acerca de cómo tener relaciones sexuales seguras.
Peter Piot, director general de ONUSIDA, terció para explicar el abecé de la prevención del sida, constituido por las iniciales en inglés de abstinencia, fidelidad y condón.
La Iglesia Católica insiste en la A y en la B, pero el ONUSIDA añade la C, pues sabemos que los preservativos de buena calidad protegen del sida, sostuvo ante el silencio de Ndingi.
Clinton participó como representante de la organización internacional AIDS Trust, que preside junto a Mandela, y sorprendió a muchos cuando instó a los representantes de países en desarrollo a comprar antirretrovirales a países que producen variantes genéricas más baratas, como Brasil.
Los medicamentos genéricos, identificados por el nombre de su principio activo, se venden a precio mucho menor que sus equivalentes con marca registrada, y las transnacionales farmacéuticas han resistido su producción con el argumento de que es un acto de piratería comercial.
Brasil produce antirretrovirales genéricos que le permiten garantizar el tratamiento a 115.000 afectados por el VIH, a un coste 10 veces inferior que en los países desarrollados.
Exportar ese modelo al resto de las naciones en desarrollo es el objetivo de ONG que protestaron durante la XIV Conferencia ante pabellones instalados por gobiernos y firmas farmacéuticas.
El director del programa brasileño contra el sida, Paulo Teixeira, sostuvo que su país no creó un modelo, sino que se linmitó a poner en práctica principios que han sido reconocidos por la comunidad internacional.
En el centro (del programa de Brasil) se encuentra la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada hace más de 54 años. Ninguno de estos resultados se podría haber logrado sin adoptar un enfoque equilibrado entre prevención y tratamiento, y el sólido apoyo de los derechos humanos de personas infectadas y afectadas por VIH/sida, dijo.
El coste medio del tratamiento por paciente en Brasil se redujo a la mitad en los últimos años, debido a inversiones del Ministerio de Salud para desarrollar laboratorios nacionales, que producen ocho de los 15 fármacos utilizados contra el VIH/sida, explicó.
Otra causa fue la negociación eficaz con las transnacionales Abbott, Merck y Roche, para que bajasen más de 50 por ciento el precio de cuatro fármacos, destacó.
La producción nacional con licencias obligatorias (impuestas por el gobierno a las firmas que patentaron los medicamentos) ha sido un argumento fuerte para sentar a estas empresas en la mesa de negociaciones, apuntó. (FIN/IPS/af/mp/he hd/02
