SALUD-INDONESIA: Predicadoras musulmanas contra el sida

Predicadoras musulmanas de Indonesia lanzaron un proyecto sin precedentes para frenar la rápida expansión del sida.

Un seminario organizado por la Federación de Organizaciones de Mujeres Musulmanas Indonesias (BMOIW) contó con la participación de 80 predicadoras musulmanas, que elaboraron durante dos días un plan piloto de acción comunitaria.

Las deliberaciones tuvieron como escenario la mezquita de Istqlal, la mayor de Asia sudoriental.

BMOIW integra a 28 organizaciones de mujeres, entre ellos Nasyiatul Aisyiya y la rama femenina de Nahdlatul Ulama, la principal organización islámica de este país. Indonesia es el país con mayor población musulmana del mundo, pues practican esa religión 86 por ciento de sus 217 millones de habitantes.

Las participantes en el seminario celebrado a fines de junio decidieron formar una red de madres y realizar reuniones de recitado del Corán para presentar el problema y combatir contra la discriminción de las personas que viven con sida, dijo una predicadora de 45 años, Lathifah Saipi.

”Los hombres también tendrían que recibir este tipo de información, porque son ellos los que compran sexo cuando podrían tenerlo gratis en su casa”, dijo ante el micrófono una de las participantes.

La propuesta fue recibida entre risas, pero aceptada.

”En todas partes los hombres son indiferentes ante el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida), pero la enfermedad no es un problema exclusivo de las mujeres”, agregó Masita, de la organización musulmana de mujeres Nasyiatul Aisyiya, una de las mayores de Indonesia.

Estas actividades se desarrollarán como programa piloto hasta fin de año, señaló Bareroch.

Unas 120.000 personas son portadoras del VIH en Indonesia. El Ministerio de Salud está preocupado ante el acelerado ritmo de contagio del virus, en especial entre quienes se inyectan drogas, los trabajadores sexuales y los donantes y receptores de sangre.

El último informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el Sida (Onusida), presentado a comienzos de este mes, presenta a Indonesia como ”un ejemplo de la rapidez con que puede expandirse la epidemia de VIH/sida”, después de una década de ausencia de estrategias adecuadas para controlarla.

”Es importante que nosotras, las predicadoras, tengamos conocimiento sobre el sida, porque la enfermedad se está extendiendo en nuestra sociedad”, dijo en el seminario la directora de BMOIW, Bareroch.

”Creemos que las líderes espirituales jugarán un papel significativo en la lucha contra el VIH porque interactúan con la gente y tienen seguidores. La gente cree en su palabra porque ellas dan las órdenes de Dios”, dijo la directora del grupo Majellis Dakwah Islamiyah que integra BMOIW, Hasnan Haziz.

El gobierno de Indonesia respalda la acción femenina en la salud. ”Es nuestra esperanza que las mujeres marquen una diferencia en esta sociedad patriarcal”, dijo al seminario la ministra de Fortalecimiento de la Mujer, Sri Redkeji Sumaryoto.

Un médico tradicional aseguró en la reunión que 70 por ciento de las portadoras de VIH son ”buenas amas de casa”.

En Indonesia, al igual que en otras sociedades, la promiscuidad entre los hombres es más aceptada. En el seminario, muchas mujeres preguntaron al clérigo Faisal Muhammad Alí Nurdin cómo impedir que los esposos tengan relaciones sexuales extramatrimoniales. El religioso quedó sin respuesta.

”A menudo no es responsabilidad de la mujer contraer el VIH, sino del hombre”, dijo Nurdin, integrante de la campaña contra el VIH/sida de la Fundación Pelita Ilmu, que congrega a distintos líderes religiosos.

Pero las portadoras del virus del sida deben sufrir el estigma de que ”muchos crean que son pecadoras o prostitutas”, agregó Bareroch.

No obstante, la mayoría de los líderes religiosos musulmanes creen que el uso de preservativos para evitar la infección favorece la promiscuidad y la actividad sexual temprana, y muchos aconsejan no usarlos.

Por este motivo, el profesor de la estatal Universidad de Indonesia Kaelany dijo que prefiere recomendar a los hombres la fidelidad a sus parejas.

Además de analizar la desigualdad entre los integrantes de una pareja en perjuicio de las mujeres, las predicadoras hicieron énfasis en la necesidad de proteger de la epidemia a las familias y a los niños.

Las personas de entre 20 y 24 años son la mayoría de los que contraen el VIH.

Esta situación es en particular preocupante entre los consumidores de drogas intravenosas. En un centro de tratamiento de adicciones en Yakarta, la incidencia del VIH aumentó de 15,4 por ciento en 2000 a más de 40 por ciento a mediados de 2001.

”El VIH/sida continúa expandiéndose en toda Indonesia a una velocidad alarmante”, dijo Bing Wibisono, consultante de la Organización Mundial de la Salud (OMS). (FIN/IPS/tra- en/rd/an/js/lp/mj/he cr/02

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