SALUD-INDIA: Policía favorece propagación del sida

La persecución policial a activistas contra el sida contribuye al rápido avance de esa enfermedad en India, el segundo país más poblado del mundo, advirtió este martes la organización Human Rights Watch (HRW).

El nuevo informe de HRW, un grupo estadounidense de defensa de los derechos humanos, se titula ”Epidemia de abusos” y fue publicado en coincidencia con la 14 Conferencia Internacional del Sida, que se realiza en Barcelona, España.

Las autoridades de India reconocen la importancia fundamental de la promoción de prácticas seguras entre prostitutas y hombres homosexuales en la lucha contra el sida, pero la persecución policial a los activistas que proveen información y condones a esas personas debilita los esfuerzos, advierte el informe.

”El gobierno indio está perjudicando a su propio programa contra el sida”, afirmó Joanne Csete, directora del programa de VIH/sida de HRW y autora del informe.

”Debilitar la prevención en las comunidades de alto riesgo es una forma segura de acelerar la propagación del sida entre esas personas y en la población general”, advirtió.

En al menos cinco estados indios (Andhra Pradesh, Karnataka, Maharashtra, Manipur y Tamil Nadu), la enfermedad se diseminó desde los grupos de alto riesgo a la población general, según el informe, basado en un estudio realizado por HRW en India en marzo y abril pasados.

HRW exhortó al gobierno de India a asegurar que la policía no persiga a activistas contra el VIH/sida y promueva la eliminación de delitos que fueron incorporados al código penal en el siglo XIX, por ejemplo la homosexualidad masculina.

Muchos expertos advierten que el sida podría propagarse rápidamente en ese país de Asia meridional, con efectos devastadores.

El número oficial de personas infectadas con el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) asciende a cuatro millones, en una población de 1.000 millones.

La cantidad absoluta de infectados es la segunda mayor en el mundo después de Sudáfrica, pero representa apenas uno por ciento de la población adulta.

Sin embargo, la mayoría de los expertos creen que el número real de casos de VIH/sida en India es el doble que el indicado por las estadísticas oficiales.

El gobierno lanzó en 1987 un programa nacional de control del sida y cinco años después creó la Organización Nacional de Control del Sida.

Los esfuerzos gubernamentales son financiados en su mayor parte por un crédito del Banco Mundial de 191 millones de dólares, que también financia varios programas estaduales contra el sida.

Casi 25 por ciento de los fondos son utilizados para respaldar actividades con grupos de alto riesgo, de los cuales las prostitutas, los hombres homosexuales y los consumidores de drogas inyectables son los tres más importantes.

Según la política nacional de sida aprobada hace tres meses, una de las principales estrategias para llegar a esos grupos es ”la asociación con ONG (organizaciones no gubernamentales) y organizaciones comunitarias”.

En la práctica, la estrategia implica el trabajo de miembros o ex miembros de esos mismos grupos de riesgo en las tareas de información y alerta sobre prácticas inseguras, como compartir agujas hipodérmicas o mantener relaciones sexuales sin condón.

El estudio de HRW cita varias experiencias exitosas de organizaciones indias, entre ellas Sangram, del estado de Maharashtra, que distribuyó 350.000 condones por mes en 12 distritos de la ciudad de Sangli entre trabajadores sexuales.

Pero en los últimos meses, el acoso policial a los miembros de Sangram y de otros grupos que trabajan en Bangalore y Tamil Nadu debilitaron sus esfuerzos.

En Bangalore, por ejemplo, activistas del grupo Samraksha fueron golpeados mientras estaban detenidos y la policía intentó inculparlos de posesión de drogas y promoción de la prostitución.

Los grupos que trabajan con homosexuales masculinos sufrieron abusos similares, en parte debido a la penalización de las prácticas homosexuales sen virtud de la sección 377 del código penal indio, que las considera ”delitos antinaturales”.

Organizaciones que realizan actividades de educación sobre el sida en las ciudades de Lucknow, Mumbai, Chennai, Sangli, Bangalore y New Delhi denunciaron acoso policial contra sus activistas.

En todos los casos, según el informe, la policía extorsionó a las víctimas o les exigió favores sexuales, aprovechando que la homosexualidad es una práctica condenada por la sociedad india y por lo tanto las víctimas no tendrían forma de hacer justicia.

Otros activistas fueron detenidos por largos períodos y sufrieron abusos bajo custodia.

”La gran beneficiaria de la violencia policial es la epidemia de sida, que seguirá matando a millones a menos que se detengan estos abusos”, concluyó Ceste. (FIN/IPS/tra-en/jl/aa/mlm/he-hd/02

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