El futuro convenio internacional contra el tabaco deberá incluir la prohibición de la publicidad del producto, pues de lo contrario la norma será débil, advirtieron este lunes organizaciones no gubernamentales.
El proyecto de convenio, que se negocia en la Organización Mundial de la Salud (OMS), debe ser fortalecido drásticamente antes de su aprobación, prevista para mayo de 2003, advirtieron los activistas.
A estas alturas, la debilidad del tratado sobrepasa su fuerza, entre otras razones porque no prioriza la salud pública sobre el comercio, dijo a IPS la directora ejecutiva de la organización Infact, Kathryn Mulvey.
Esto es simplemente inaceptable para un tratado mundial destinado a frenar una epidemia que cobra 4,2 millones de vidas por año, agregó Mulvey.
Infact, organización radicada en Estados Unidos, integra la Red por la Responsabilidad de las Transnacionales del Tabaco (NATT) junto con 75 instituciones de más de 50 países que procuran la aprobación de un Convenio Marco para la Lucha Antitabáquica fuerte.
La norma es negociada en el marco de la OMS desde octubre de 2000.
La OMS divulgó la semana pasada las 22 páginas del borrador del convenio, elaborado por el presidente de la cuarta y antepenúltima ronda de negociaciones intergubernamentales, el brasileño Luiz Felipe de Seixas Correa.
Cuando sea aprobado, el convenio será un paso histórico en el control mundial del tabaco, sostuvo la OMS, agencia de la ONU con sede en Ginebra. El texto de Seixas Correa será discutido entre el 14 y el 25 de junio, en una reunión de negociadores de los 191 países miembros de la OMS en su sede en Ginebra.
Mulvey se mostró desalentada porque el tratado no incluye la prohibición total de la publicidad y promoción del tabaco.
A lo largo de las negociaciones, docenas de países llamaron a una prohibición mundial de la publicidad para impedir que actuales y futuras generaciones caigan en la adicción, y a cerrar lagunas en leyes nacionales aprovechadas por corporaciones tabacaleras, afirmó la activista.
En cambio, Seixas Correa manifestó que el borrador contiene las mejores opciones para las naciones que tratan de frenar la epidemia del tabaco. Como en cualquier negociación, hay un proceso de toma y daca. Creo firmemente que llegaremos a la fecha establecida de mayo de 2003 con un texto aprobado, dijo.
La directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland, ubicó el tabaco entre los problemas prioritarios de la agencia. Las compañías tabacaleras dirán, inevitablemente, que venden un simple progunto agrícola: hojas de tabaco cortadas y enrolladas en un papel, dijo.
Esto es categóricamente incierto. Los cigarrillos son unos de los productos de consumo con más ingeniería de los que haya en disposición. El problema es el producto en sí mismo, advirtió la noruega Brundtland.
La OMS calculó que el tabaco mate a más de 10 millones de personas al año a fines de la próxima década del 20 si no se toman medidas de inmediato.
El borrador de Seixas Correa es desalentador porque no establece la prohibición de la publicidad directa e indirecta, la cual es dejada al libre arbitrio de los países, dijo a IPS la directora de programas internacionales de la Campaña para Niños Libres de Tabaco de Estados Unidos, Judy Wilkenfeld.
Sin embargo, Wilkenfeld sostuvo que el texto sirve porque es una base coherente para las negociaciones. Nos resta mucho trabajo y debemos tomar decisiones difíciles, agregó.
Si el tratado es aprobado con sus actuales debilidades, servirá como un mal precedente para cualquier acción internacional de salud, afirmó.
El convenio deberá ser ratificado por 30 países antes de entrar en vigencia. El proyecto de Seixas Correa llama a los poderes legislativos nacionales a impedir y reducir el consumo de tabaco, la adicción a la nicotina y la exposición al humo de tabaco.
El tratado también ordena a los países signatarios a reducir gradualmente los subsidios al cultivo del tabaco y fabricación de productos derivados, con miras a su eliminación definitiva, y a combatir el contrabando de cigarrillos.
El borrador de Seixas Correa incluye controles extensivos a las corporaciones tabacaleras, incluidas sus afiliadas y subsidiarias como Kraft Foods, firma alimentaria de Philip Morris, la principal transnacional tabacalera mundial.
Los controles propuestos fueron elogiados por Mulvey, así como los avances registrados en los puntos relativos a compensaciones y responsabilidad de las empresas del sector.
Muchos países creen que el convenio es una oportunidad crítica para llamar a las transnacionales del tabaco a la responsabilidad por daños causados por sus productos a personas de todo el mundo, a la luz de los exitosos litigios en Estados Unidos, agregó Mulvey.
La inclusión de una sección sobre compensaciones y responsabilidad, que aún debe ser fortalecida, es una victoria frente a la oposición de Estados Unidos y de otros países. (FIN/IPS/tra-eng/td/ml/mj/he/02
