RELIGION-MEXICO: Un santo que quizá no existió

El papa Juan Pablo II declarará santo este miércoles en México al indígena Juan Diego, ante quien se habría aparecido en 1531 la Virgen de Guadalupe, patrona del país y de América, aunque su existencia ha sido puesta en duda.

Según especialistas ajenos al catolicismo, la decisión de canonizar a Juan Diego forma parte de una estrategia del Vaticano para recuperar terreno en México y en toda América Latina ante otros cultos cristianos.

La Iglesia Católica beatificó hace 12 años a Juan Diego. Desde entonces, algunos expertos afirmaron que el personaje histórico no existió, y que la imagen de la madre de Jesús venerada como Virgen de Guadalupe no se impregnó por milagro en una tela de ese indígena, sino que fue pintada y luego restaurada más de una vez.

El Vaticano llegó a amenazar con la excomunión (privación de los sacramentos católicos) a quienes impugnaron la historicidad de Juan Diego, pero no llegó a ese extremo.

A partir de este miércoles, quien no crea en Juan Diego quedará fuera de la Iglesia, advirtió Adolfo Guerrero, sacerdote de la basílica de la Virgen de Guadalupe, en la capital de México.

”El Papa no hablará de las apariciones de la virgen, viene a canonizar a Juan Dieguito, a decirnos que es santo”, y todo católico deberá creer en él, enfatizó.

El Vaticano busca ganar presencia en México, el segundo país del mundo en cantidad de católicos, luego de Brasil, y en general en América Latina, donde hay millones de devotos de la Virgen de Guadalupe, afirmó el antropólogo Roberto España, especializado en asuntos religiosos.

La visita del Papa a México que comenzará este martes es la quinta al país en los 24 años que lleva a la cabeza del catolicismo.

De 1990 a 2000, la proporción de católicos en México se redujo de 91 a 87 por ciento de la población, mientras aumentaban los fieles de otras versiones del cristianismo, entre ellas las llamadas evangélicas y bíblicas no evangélicas, según el estatal Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática.

Sólo de cinco a ocho por ciento de los católicos mexicanos pueden considerarse fervorosos, una cuarta parte practican en forma habitual ritos religiosos, y más de 60 por ciento apelan a la Iglesia como agencia de servicios religiosos, entre ellos bautismos y bodas, según una investigación de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

El Vaticano sostiene que la Virgen de Guadalupe se apareció varias veces en 1531 ante Juan Diego, quien vivía en la pobreza en lo que hoy es la capital del país, y dejó su imagen estampada de forma milagrosa en una tela que poseía ese indígena.

La Virgen de Guadalupe fue proclamada ”Madre de las Américas” en 1960 por las autoridades católicas, que en 1990 declararon beato a Juan Diego, o sea que autorizaron a los creyentes a honrarlo en ceremonias de culto.

Juan Diego existió y nadie debe dudarlo, pues eso pondría en tela de juicio una creencia de millones, arguyó el cardenal Norberto Ribera.

Pero el ex abad de la basílica de la Virgen de Guadalupe, Guillermo Schulenburg, pidió al Vaticano que frenara la canonización, en varias ocasiones y mediante cartas secretas, junto con varios de sus colaboradores, pues según ellos no hay datos firmes sobre la existencia de Juan Diego.

En esos mensajes indicaron que la imagen en la tela es en realidad obra de pintores, según varios expertos.

Personal del Vaticano filtró a la prensa las cartas de Shulenburg y eso causó una agria polémica.

El restaurador José Flores asegura que la famosa imagen es obra de un artista, y que él mismo corrigió en 1947 su deterioro, por encargo de la Iglesia Católica, como otros lo habían hecho antes.

En 1982, el perito restaurador José Sol Rosales aseveró que se trataba sin duda de una obra humana, en una carta dirigida a quienes administraban la basílica.

El experto en arqueomicrobiología Leoncio Garza estudió la imagen en 1999, y dictaminó que sobre la tela hay tres figuras superpuestas.

La más antigua de esas figuras fue pintada en 1556, declaró Garza, de la Universidad de San Antonio, en el meridional estado estadounidense de Texas.

Los críticos sostienen que la creencia en la Virgen de Guadalupe pudo ser inducida por la Iglesia Católica para facilitar la conversión de los indígenas, en las primeras décadas de presencia europea en América.

En los últimos años, las autoridades católicas se negaron a facilitar una nueva investigación exhaustiva de la imagen, e insitieron en que se debe a un milagro y asombra por conservarse en buen estado después de tantos años.

El culto se mantiene a pesar de las polémicas, y la Basílica de la Virgen de Guadalupe es el santuario religioso de América Latina que recibe a mayor número de peregrinos.

La creencia en esa virgen es parte de la identidad y de la cultura de México, señaló la escritora Guadalupe Loaeza.

La anunciada canonización con la presencia del Papa es esperada con fervor por millones de personas, y a ella asistirá el presidente de México, Vicente Fox, junto con cientos de otros dirigentes políticos.

”La jerarquía católica intenta manejar el guadalupismo como un elemento que define la identidad de los mexicanos”, y quien no se une a su fervor puede ser excluido, pues no es considerado ”católico ni nacionalista”, opinó el investigador de teología Jorge Erdely. (FIN/IPS/dc/mp/cr/02

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