R.D.CONGO-RUANDA: Acuerdo de paz con mediación de Unión Africana

El acuerdo de paz entre República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda contribuye a poner fin al conflicto congoleño, en el cual han muerto unos 2,5 millones de personas, y es un logro de la nueva Unión Africana (UA), creada el 9 de julio.

Los presidentes Joseph Kabila, de RDC, y Paul Kagame, de Ruanda, firmaron ese acuerdo el martes en Pretoria, ante el vicepresidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, el presidente de Malawi y de la Comunidad para el Desarrollo de Africa Austral, Bakili Maluzi, y el secretario general de la UA, Amara Essy.

Las fuerzas ruandesas de la etnia hutu que operan en la región oriental de RDC serán desarmadas y repatriadas en 90 días, y Sudáfrica y la Misión Observadora de las Naciones Unidas en Congo (MONUC) verificarán que Ruanda retire en 120 días a unos 20.000 soldados que había desplegado en su frontera con RDC.

Entre los ruandeses que combatían en RDC hay acusados de responsabilidad en el genocidio que se produjo en Ruanda en 1994.

Kabila y Kagame firmaron el acuerdo tras cinco días de negociación en Pretoria, y se comprometieron a reunirse en forma periódica en los próximos meses, para resolver cualquier dificultad en su cumplimiento.

El conflicto de RDC comenzó en agosto de 1998, cuando el entonces presidente Laurent Kabila ordenó salir del país a tropas y asesores militares de Ruanda, que lo habían ayudado el año anterior a derrocar a Mobutu Sese Seko.

Desde entonces, grupos insurgentes comenzaron a luchar contra las fuerzas de Kinshasa y entre sí. Burundi, Ruanda y Uganda apoyan a facciones rebeldes, mientras Angola, Namibia y Zimbabwe respaldan al gobierno, ejercido por Joseph Kabila desde enero de 2001, cuando fue asesinado su padre, Laurent.

En febrero se reanudaron conversaciones de paz, denominadas Diálogo Intercongoleño, en la nororiental ciudad sudafricana de Sun City, y la MONUC, con más de 3.000 soldados, supervisa el cumplimiento de un cese del fuego, violado en mayo por combates entre insurgentes.

El presidente sudafricano y de la UA, Thabo Mbeki, comenzó a mediar para la firma del acuerdo entre RDC y Ruanda durante la cumbre africana de lanzamiento de la UA.

El compromiso de Kabila y Kagame ”justifica nuestra convicción de que la UA y su Nueva Sociedad para el Desarrollo Africano (NEPAD, por su acrónimo en inglés) son un nuevo y extraordinario comienzo para un continente que sólo conoció durante siglos subyugación, humillación e inmenso sufrimiento”, afirmó Zuma.

Los mandatarios de RDC y Ruanda dieron ”a sus pueblos y a todos los de Africa el raro regalo de la esperanza”, añadió.

Sin embargo, especialistas africanos en política regional piensan que la falta de cooperación de insurgentes y la brevedad de los plazos fijados pueden dificultar el cumplimiento del acuerdo.

Con independencia de la voluntad política de los gobiernos, ”el cronograma es muy apretado desde el punto de vista operativo, y es muy probable que la MONUC no sea capaz de asegurar su cumplimiento”, afirmó el investigador Henri Boshoff, del Instituto de Estudios de Seguridad, con sede en Pretoria.

”La MONUC fue desplegada hace tres años, y aún le faltan 1.500 de los soldados con los que debía contar”, señaló.

El gobierno sudafricano anunció que está dispuesto a aportar más tropas a la misión observadora, si se lo pide el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Especialistas dudan de que los ruandeses combatientes en RDC acepten el acuerdo entre Kabila y Kagame, y piensan que ningún gobierno controla por completo a las milicias involucradas en el conflicto congoleño.

El año pasado, investigadores de la ONU comprobaron que varios de los grupos armados que operan en RDC explotan ricos recursos naturales de ese país, y tienen por eso intereses ajenos a la política en el mantenimiento del conflicto.

También está en duda la autoridad que puede ejercer Kabila en el territorio controlado por su gobierno, ya que no se trata de un gobernante elegido en forma democrática, y ni siquiera de un líder que llegara al poder por sus propios medios.

Partidos y representantes de la sociedad civil sostuvieron en el Diálogo Intercongoleño que la renuncia de Kabila era necesaria para avanzar en el proceso de paz y preparar elecciones libres y limpias, pero el presidente de RDC rechazó esas demandas, y las negociaciones están estancadas. (FIN/IPS/tra-eng/fk/ml/mp/ip/02

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