NIGERIA: Ola de ocupaciones pacíficas contra Chevron

Unas 3.000 mujeres nigerianas ocuparon este viernes instalaciones de la compañía petrolera estadounidense Chevron en reclamo de una compensación de 3,5 millones de dólares por años de negligencia hacia sus comunidades.

”Si Chevron quiere continuar operando en nuestra tierra, nuestras demandas deben ser atendidas”, dijo la líder del grupo de mujeres de la etnia ijaw, Josephine Ogoba, del meridional estado petrolero de Delta, un día después que otro grupo de 2.000 mujeres desocupara las centrales tras un acuerdo con la compañía.

En una lista de cuarenta puntos, las mujeres reclamaron que Chevron lleve a cabo proyectos de electrificación y construcción de viviendas en nueve comunidades y mejore el ambiente y las condiciones de vida de la población local.

Además, demandaron que la compañía, filial de la estadounidense Chevron-Texaco, cambie los nombres de la terminal y la fábrica de gas Escravos, las instalaciones más grandes del área, por el de estaciones Abiteye y Otunana, nombres de origen ijaw.

Las mujeres también quieren que Chevron construya dos modernos palacios para los reinos tribales de Gharamatu y Eghema.

”Chevron debe demostrar su compromiso para resolver la cuestión de la contaminación ambiental, el subdesarrollo, el desempleo y la marginación que han asolado a nuestras comunidades en las últimas tres décadas”, dijo Ogoba.

Los reclamos incluyen la construcción de hospedajes para el personal de las centrales, así como laboratorios de ciencia y bibliotecas para las escuelas, y centros de entrenamiento para mujeres y hombres desempleados.

Las mujeres encabezaron esta campaña, pues ”son más sensatas que los hombres y no creen necesarios los actos destructivos”, explicó Ogoba en referencia al vandalismo protagonizado por hombres en las instalaciones petroleras.

El jefe militar del área, Gar Dogo, dispuso que los efectivos no intervengan en la ocupación.

”Personalmente instruí (a los soldados) que no dañen a ninguna de las mujeres, pero que se aseguren que no destruyan ninguna propiedad”, dijo Dogo a la prensa este viernes.

Las instalaciones ocupadas por las mujeres ijaw producen 110 barriles de crudo por día.

La acción se llevó a cabo un día después que más de 2.000 mujeres de las comunidades itshekiri dieron por concluido su conflicto con Chevron y desocuparon sus fábricas tras negociaciones entre representantes de la compañía y líderes comunitarios.

”Firmamos un acuerdo con las manifestantes en la noche (del miércoles) y ellas dejaron la central esta mañana”, dijo el jueves el portavoz de Chevron, Sola Omole.

”Esperamos que el convenio ayude a poner fin a las frecuentes ocupaciones de nuestros edificios y raptos a nuestro personal por parte de jóvenes descontentos de la región”, agregó.

A fines de los años 90, la violencia interrumpió la producción petrolera a tal punto que llegó a reducirse a un tercio la extracción diaria de crudo nigeriano, de dos millones de barriles.

La exportación de petróleo suministra más de 90 por ciento de los ingresos de divisas del país.

Unas 150 itshekiri iniciaron la ocupación el 8 de este mes en las pistas de aterrizaje, los muelles y los depósitos de Chevron.

La cantidad de ocupantes fue creciendo hasta superar las 2.000. Fue entonces cuando lograron impedir los aterrizajes y la llegada y partida de barcos al complejo petrolero sobre el océano Atlántico, rodeado de pantanos y ensenadas.

Las mujeres desarmadas reclamaban empleos para sus hijos e inversiones para las empobrecidas comunidades de Ugborodo y Arutan, que yacen a la sombra de la central Escravos de Chevron.

Los disturbios en las operaciones de extracción de crudo son frecuentes en el delta del río Niger, donde la población local acusa a las empresas y al gobierno nigeriano de ignorarla pese a la enorme riqueza que extraen de su tierra.

También culpan a las compañías por degradar el ambiente y las actividades económicas tradicionales —como el cultivo de peces y la agricultura—, por la contaminación y el vertido de residuos de crudo.

Sin embargo, las tomas de plataformas petroleras en el pasado eran perpetradas por bandas armadas de jóvenes que amenazaban con matar a los empleados o incendiar las instalaciones a menos que obtuvieran lo que buscaban. Esta es la primera vez que estas acciones son comandadas por mujeres.

Los jóvenes desocupados también han sido acusados de perforar los oleoductos de la zona para extraer petróleo o gas que venden ilegalmente.

Este tipo de prácticas provocó en 1998 la muerte de más de 1.000 aldeanos de Jesse, en el estado Delta, cuando tomó fuego y explotó un ducto perforado del que recogían petróleo refinado.

La crisis en el delta del Niger tuvo su punto culminante en 1995, cuando la dictadura militar de Sani Abacha ejecutó al reconocido ambientalista Ken Saro-Wiwa y otros ocho activistas de la comunidad ogoni, encendiendo el repudio internacional.

Los disturbios pueden volver a la región, advirtió el activista sobre energía Sesan Ade.

”Chevron debería aprontarse para más ocupaciones. Primero fueron las itshekiris, ahora las ijaw establecen sus reclamos y detienen la producción. Los urhobos, el tercer grupo étnico de la zona, también harán lo propio. Esto es grave. Chevron debería prepararse para una larga crisis”, pronosticó Ade. (FIN/IPS/tra- eng/to/mn/dcl/dv/if/02

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