DERECHOS HUMANOS: Críticas a Bush por su oposición a CPI

El gobierno de Italia, activistas y expertos celebraron el cuarto aniversario de la firma del estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI), entre críticas a la oposición de Estados Unidos a ese tribunal del sistema de la ONU.

La CPI, instalada el 1 de este mes en La Haya, fue creada en 1998 en Roma para juzgar a responsables de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Washington teme que sea empleada para juzgar a ciudadanos estadounidenses, aunque no ratificó el estatuto, e incluso decidió en mayo retirar su firma del mismo.

Estados Unidos firmó el estatuto en diciembre de 2000, poco antes de que Bill Clinton entregara la presidencia a George W. Bush.

La CPI estará en condiciones de actuar dentro de un año, con jurisdicción sobre ciudadanos de países que hayan ratificado el estatuto y sobre delitos cometidos en territorio de los mismos, cuando entienda que los sistemas judiciales nacionales no pudieron o no quisieron llevar a cabo procesos adecuados.

Washington logró el viernes que el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) eximiera por un año de juicios ante la CPI a estadounidenses integrantes de misiones de mantenimiento de la paz del foro mundial, tras presionar con vetos a la continuidad de esas misiones.

Los vetos de Estados Unidos habrían afectado, para empezar, a la misión de la ONU en Bosnia-Herzegovina.

La decisión del Consejo de Seguridad fue criticada en las ceremonias conmemorativas organizadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia y la organización no gubernamental No Hay Justicia Sin Esperanza.

Esas ceremonias se realizaron en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, donde se lanzó el estatuto en 1998.

Los críticos señalaron que el acuerdo con Washington socava la autoridad de la CPI, y revierte en parte el gran avance hacia un sistema internacional de justicia que implica la creación de ese organismo.

El estatuto fue aprobado el 7 de julio de 1998 por 120 países y ratificado hasta ahora por 76, uno de ellos de América del Norte, otro de Medio Oriente, ocho de Asia-Pacífico, 15 de América Latina y el Caribe, 17 de Africa y 34 de Europa, incluyendo a los 15 integrantes de la Unión Europea.

La actitud estadounidense crea enormes problemas a la CPI, entre ellos el de no contar con apoyo del país que debería aportar más financiamiento a sus actividades, señaló la jefa de los fiscales de las cortes penales internacionales creadas por la ONU para Ruanda y la ex Yugoslavia, Carla Del Ponte.

El acuerdo alcanzado por el Consejo de Seguridad garantiza por lo menos la continuidad de las misiones de paz sin modificar el estatuto, dijo a IPS Emma Bonino, dirigente de No Hay Justicia Sin Esperanza y del Partido Radical italiano, quien desempeñó un papel muy importante en la gestación de la CPI.

Bonino expresó su deseo que que ese acuerdo sea ”efectivamente transitorio”.

El presidente de la Asociación Internacional de Derecho Penal, Cherif Bassinouni, otra figura clave en el proceso del estatuto, sostuvo que Washington se opone por razones ideológicas a la CPI, y emplea ”subterfugios” para bloquear su actuación.

Bush se equivoca cuando piensa que su ”asunción de responsabilidades para mantener la paz mundial le da derecho a estar por encima de las normas internacionales”, y esa posición tendrá un ”efecto bumerán contra Estados Unidos”, añadió.

El primer ministro italiano Silvio Berlusconi expresó en cambio, en el cierre de las ceremonias conmemorativas, que es legítimo plantear dudas sobre el impacto de la CPI sobre el ”concepto de soberanía nacional”, y que hay que ”respetar las preocupaciones de tantos países, en particular de Estados Unidos”.

De todos modos, Berlusconi se declaró convencido de que el inicio de la actividad de la Corte, la autoridad e independencia política de sus jueces, y sobre todo el equilibrio que sabrá demostrar, ”serán elementos que contribuyan a dar seguridad a quienes tienen preocupaciones o se oponen” a ese organismo.

Los más de 10 años de trabajo necesarios para hacer realidad la CPI ”parecen mucho tiempo, sobre todo si pienso en las víctimas de los crímenes, pero muy poco si pienso en el servicio que se ha hecho a la humanidad”, sostuvo Bonino en su discurso.

Muchos han saludado el nacimiento de la Corte como el acontecimiento más importante en la historia de las relaciones internacionales después de la creación de la ONU, destacó.

Otros se oponen a la idea misma de instituciones judiciales internacionales permanentes, y ven a la CPI como avanzada de un futuro y nefasto ”gobierno mundial”, pero el nacimiento de la Corte ”demuestra que ese oscuro proyecto hegemónico no ha existido jamás”, aseguró.

”Deberemos ser capaces de ganar para nuestra causa” a quienes observan con desconfianza a la CPI, como lo hacen los gobiernos de China, Estados Unidos, India y Rusia, agregó.

El Secretario General de la ONU, Kofi Annan, envió un mensaje de saludo en el cual destacó que la creación de la Corte constituye un ”mensaje claro de la comunidad internacional de que nunca más quedarán impunes quienes cometan crímenes contra la humanidad”.

Los países ratificantes del estatuto se reunirán en septiembre en Nueva York, para definir el presupuesto de la CPI y designar a los 18 jueces y el fiscal que la integrarán. (FIN/IPS/jp/mp/hd ip/02

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