DERECHOS HUMANOS-BIRMANIA: Minorías étnicas, tarea para la ONU

El enviado especial de la ONU a Birmania aprovechará su octava visita al país, a comienzos de agosto, para pedir al gobierno militar el fin de las violaciones de derechos humanos sufridas por minorías étnicas, prevén activistas y opositores.

El malasio Razali Ismail, enviado especial del secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y ex presidente de la Asamblea General, jugó un papel clave, aunque silencioso, en la liberación a comienzos de mayo de la líder opositora y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

Muchos esperan que Razali realice una gestión similar en defensa de las minorías étnicas.

”La situación de las minorías no figuró en las conversaciones que mantuvo Razali” con la junta militar hasta ahora, dijo el director Soe Aung de la Red para la Democracia y el Desarrollo integrada por opositores birmanos en el exilio, Soe Aung.

No obstante, Aung cree que el enviado de la ONU no podrá ignorar ahora los informes de organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la Fundación Shan sobre operativos militares contra minorías étnicas dirigidos a ahogar supuestos disensos.

”Es importante” que Razali presione al gobierno para que detenga los abusos contra las comunidades minoritarias, dijo el director del capítulo de Amnistía en Tailandiam Srirak Plipat.

Human Rights Watch llamó este mes la atención sobre los ataques violentos del gobierno contra la minoría musulmana en este país de mayoría budista.

La actividad religiosa de los musulmanes es restringida por las autoridades de Birmania, así como sus viajes dentro y fuera del país, según la organización. Además, no se tomaron medidas ”para castigar a los responsables de la destrucción de viviendas de musulmanes y mezquitas”, afirmó.

Con frecuencia, los musulmanes son sometidos a trabajos forzados, agregó Human Rights Watch.

Por su parte, Amnistía acusó a las fuerzas armadas de Birmania de someter a miembros de otras siete etnias a ”ejecuciones extrajudiciales, tortura, trabajos forzosos y confiscación de tierras, en el contexto de amenazas violentas y demandas de dinero y alimentos”.

El informe de Amnistía documentó abusos ocurridos desde comienzos de 2001 hasta principios de este año en el este del país, que afectaron, entre otras, a las minorías mon, karen, akha, shan y palaung.

Antes de las denuncias de Human Rights Watch y Amnistía, la Fundación Shan expuso el uso de la violación como arma de guerra contra la comunidad shan a manos de militares birmanos.

”Seiscientas veinticinco mujeres y niñas sufrieron violación y otras formas de violencia sexual a manos de tropas birmanas en el oriental estado de Shan entre 1996 y 2001”, sostuvo la Fundación Shan.

”Ochenta y tres por ciento de las violaciones fueron cometidas por oficiales del ejército, en general al frente de sus propias tropas. Las violaciones involucraron brutalidad extrema y a menudo torturas como golpizas, mutilaciones y asfixia”, según el informe de la Fundación Shan.

Razali vistió Birmania siete veces desde octubre de 2001 para promover el diálogo entre la junta militar y el partido de Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (NLD).

La liberación de Suu Kyi fue un paso positivo en la lenta marcha de Birmania hacia la democracia después de cuatro décadas de dictadura militar. Pero muchos afirman que el país tiene poco que celebrar si sus problemas étnicos son ignorados.

Birmania es un país étnicamente diverso. Los birmanos, el grupo más numeroso, representa 69 por ciento de la población. La minoría shan constituye 6,5 por ciento, seguida por los karen (6,2 por ciento), rakine (4,5 por ciento), mon (2,4 por ciento), chin (2,2 por ciento), kachin (1,4 por ciento).

El budismo es la religión profesada por 89,1 por ciento de los birmanos, mientras 4,9 por ciento son cristianos y 3,8 por ciento son musulmanes.

La igualdad entre las etnias está garantizada en el Acuerdo de Panglong de 1947, que otorgó la independencia a Birmania. Pero los gobiernos militares no la han llevado a la práctica.

El director de la organización de derechos humanos Forum Asia, Somchai Homlaor, cree que la situación de las minorías étnicas de Birmania debe ser en la reunión anual de cancilleres de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (Asean), que se celebrará el 29 y 30 de este mes en Bandar Seri Begawan, capital de Brunei.

Birmania integra Asean junto con Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam. La organización regional mantiene una política de no interferencia en los asuntos internos de sus países miembros, y se ha negado a discutir cuestiones de derechos humanos.

La organización regional no ha tratado abiertamente las exhortaciones hechas por Suu Kyi en el pasado, y ha respondido con declaraciones que exhortan al diálogo político en Birmania. (FIN/IPS/tra-en/mmm/js/lp/hd/02

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