CANADA: Dos semanas de huelga contra privatizaciones

Una huelga de dos semanas contra proyectos de privatización de servicios municipales en la ciudad canadiense de Toronto dejó grandes cantidades de basura acumuladas en calles y parques.

Toronto, de 2,5 millones de habitantes, es la mayor ciudad de Canadá. Está situada en el sudeste, a pocas horas en automóvil de la frontera con Estados Unidos.

La mayoría de las huelgas y protestas de ese tipo se han producido en países en desarrollo, que privatizaron y desregularon servicios públicos para lograr el apoyo de naciones donantes, de organismos multilaterales y de inversionistas.

Unos 10 millones de empleados públicos de India hicieron huelga en abril contra privatizaciones y desregulación laboral, y ocho millones habían interrumpido su actividad por la misma causa a mediados del año pasado, según el instituto de investigación sindical internacional Labour Start.

Esfuerzos privatizadores también chocaron contra una dura resistencia sindical en Corea del Sur, Nigeria, Indonesia, Bolivia y Paraguay.

Los bienes y servicios involucrados incluyen puertos, servicios de telecomunicación y salud, suministro de agua potable y saneamiento, cuya propiedad o gestión se intenta transferir al sector privado.

El gobierno municipal de Toronto se había propuesto licitar concesiones de recolección de residuos, tareas de planeamiento, inspecciones, mantenimiento de parques, forestación y suministro de agua potable.

Ese plan fue enfrentado por la Unión Canadiense de Empleados Públicos (CUPE, por sus siglas en inglés), movilizada para lograr que la mayor cantidad posible de trabajadores municipales de Toronto mantuvieran sus empleos.

La huelga se produjo en vísperas de una prevista visita a la ciudad del papa Juan Pablo II.

Tras una orden de regreso al trabajo del gobierno provincial, las partes en conflicto iniciaron un diálogo con participación de mediadores profesionales.

”Nadie puede estar feliz cuando lo obligan a trabajar, pero tenemos la esperanza de resolver los problemas”, dijo a IPS la dirigente sindical Ann Dembinski.

”Me preocupa qué tipo de acuerdo propondrán los mediadores. Espero que entiendan los grandes problemas que afronta esta ciudad, y la necesidad de asegurar servicios eficaces y eficientes”, comentó a su vez la concejera municipal Gloria Lindsay Luby.

Las autoridades municipales decidieron realizar las concesiones debido a una crisis fiscal, cuya causa fue el cumplimiento de promesas electorales del alcalde Mel Lastman.

Lastman congeló los impuestos municipales a la propiedad y redujo otras cargas fiscales, y eso causó un importante déficit, que el alcalde decidió resolver mediante privatizaciones.

Entre las grandes firmas interesadas en hacerse cargo del saneamiemto y el suministro de agua potable de la ciudad está American Water Services, subsidiaria de la alemana RWE, que prevé lograr importantes ganancias si logra una concesión de largo plazo.

La compañía Borealis Capital, con sede en Toronto, expresó interés en administrar un sistema de transporte urbano a partir de la subutilizada red de vías férreas que atraviesa la ciudad.

Los críticos afirman que Lastman y los concejales que lo apoyan aprovechan cierto resentimiento latente entre empleados del sector privado contra la CUPE, debido a privilegios de estabilidad laboral con que cuentan los trabajadores municipales.

Normas vigentes prohíben despedir a empleados municipales con más de 10 años de servicios.

La CUPE quedó a la defensiva en la cuestión, pero debería haber defendido beneficios similares para trabajadores del sector privado, opinó el asesor sobre cuestiones laborales John Anderson.

”En la mayoría de los casos, los gobiernos municipales no reducen sus gastos cuando realizan concesiones de servicios, debido a deficiente administración”, afirmó el ex alcalde John Sewell.

Anderson destacó el escándalo que involucra a un ex responsable de finanzas del gobierno de Lastman, y la pérdida de millones de dólares que implicó la decisión municipal de privatizar tareas de compra, arrendamiento y mantenimiento de equipos y programas informáticos.

Es posible y necesario frenar el proceso mundial en curso de privatización, y la inestabilidad laboral que crea, sostuvo Linda McQuaig, escritora y columnista del periódico Toronto Star.

”¿Es inevitable rendirnos a la visión corporativa de un mundo en el cual los trabajadores sean cada vez más despojados de protecciones que les costó mucho conquistar en el último siglo?”, preguntó. (FIN/IPS/tra-eng/pw/aa/ml/mp/lb if/02

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