BIRMANIA: Nueva vida para antiguos plantadores de opio

Cientos de familias campesinas de Birmania abandonaron las tierras altas y se mudaron a distritos de las planicies fronterizas con China, para sumarse a un plan de cultivos alternativos a la adormidera, planta de la que se extrae el opio.

El Cuarto Distrito Especial de Mengla, de 5.000 kilómetros cuadrados, fue creado en junio de 1989 en la localidad de Menghai, en el nororiental estado de Shan, cuando el narcotraficante chino Lin Ming Xian dejó de operar en la zona tras un acuerdo con el gobierno birmano.

Por entonces había 1.099 hectáreas plantadas con adormidera en 262 de las 401 aldeas del área, que producían 9.800 kilogramos de opio por año, aseveró el vicepresidente del comité político y militar del distrito, Xie Bin.

En mayo de 1991, el gobierno de Shan destruyó un cargamento de heroína procesada en una fábrica de Mengla, por valor de 150 millones de dólares, marcando el comienzo de una campaña contra las drogas en esta pequeña zona del llamado ”triángulo de oro” del opio, formado por Birmania, Laos y Tailandia.

Los esfuerzos para que los plantadores de opio cambiaran de cultivos buscan limitar el tráfico de drogas hacia China. Mengla, a menos de 10 kilómetros de la frontera china, cuenta ahora con 74.000 habitantes.

Parsa, de 37 años, labora la tierra de su parcela cercana al camino de la aldea, preparando la plantación de maníes, tras haber cosechado bananas hace un mes. Los maníes son más rentables que las bananas, dijo.

Junto a él trabajan su esposa y dos hijas. Cerca de ellos, tienen en el suelo una tetera, una cesta de bambú con arroz y un rifle de caza, hábito de cuando vivían en las tierras altas, explicó Parsa.

Hasta hace siete años, esta familia de la etnia Aini habitaba en las zonas montañosas de Birmania, junto a la frontera con la sudoccidental provincia china de Yunnan, donde varias generaciones se dedicaron al cultivo de adormidera.

Pero en 1995 dejaron las montañas y el opio y se trasladaron a las planicies de Mengla, en las que hallaron sustento plantando arroz, bananas y maníes.

Desde la creación del distrito, los cultivos de adormidera cayeron notablemente, aunque unos 6.000 campesinos prefirieron mudarse a otras zonas del estado de Shan, o a Laos y Tailandia para seguir plantando opio, y algunos regresan ocasionalmente para iniciar plantaciones clandestinas.

A fines de 2001, las autoridades locales descubrieron una plantación de adormidera de 4,7 hectáreas en la frontera sur del distrito autónomo, durante las inspecciones anuales que se llevan a cabo desde 1998 en colaboración con la policía china.

La asistencia china va más allá de la acción policial. Beijing estima que auxiliar a las comunidades campesinas de Mengla es la mejor forma de combatir el tráfico de drogas hacia su territorio.

En 1990 las autoridades de Mengla pidieron respaldo a China para erradicar los cultivos de opio, mientras el comité de Agricultura de Menghai desarrollaba medios de vida alternativos, como la producción de alimentos.

”Cuando los campesinos dejaron la adormidera, necesitaban nuevas plantaciones para sobrevivir”, explicó el director de Agricultura de Menghai, Cao Hongqiang.

Un grupo de científicos iniciaron el cultivo de una variedad de arroz híbrido en una pequeña parcela experimental en 1991, de la cual hay ahora 4.000 hectáreas plantadas, que produjeron en 2001 una cosecha de 20 millones de kilogramos de arroz.

”El gobierno de Mengla invirtió 130.000 dólares para comprar el grano a China. Ahora somos autosuficientes”, añadió Cao.

A fines de 1992 se inició el cultivo de té en ocho hectáreas, que se han expandido a 15 desde entonces. Las autoridades alentaron plantaciones de caña de azúcar, caucho, mangos, maníes y sandías.

El gobierno local ha invertido casi 300.000 dólares en proyectos destinados a reemplazar la adormidera con cultivos rentables y 1,2 millones de dólares en mejorar la infraestructura vial de la zona, sostuvo Cao.

Más de 1.000 expertos chinos suministraron respaldo técnico al distrito.

”Para una localidad que tuvo ingresos inferiores a 10 millones de dólares el año pasado, esas son sumas muy grandes”, que han ”ayudado a impedir el tráfico de por lo menos 1.000 kilogramos de heroína”, añadió Cao.

Mengla también procura convertirse en un destino turístico. Una recién construida pagoda dorada corona una colina desde la que se aprecia la frontera. Muy cerca se destacan, por su color rosado, edificios de estilo birmano y el museo antinarcóticos.

Hoteles, restaurantes, casinos y clubes nocturnos se alinean en las calles bien pavimentadas. La mayoría de los visitantes, unos 350.000 turistas anuales, son chinos, y también en chino están escritos los anuncios comerciales y las señales de tránsito.

La zona sufre los altibajos de la economía de mercado. Este año muchos agricultores perdieron dinero cuando cosecharon 4.500 toneladas de sandías, por las que los compradores chinos ofrecieron precios muy bajos, aprovechando su situación dominante, pues la demanda local es muy baja.

En 1998, el gobierno local invirtió 3,6 millones de dólares en una refinería de azúcar sin percatarse que no había demanda insatisfecha de ese alimento en China.

”Deseamos que el gobierno chino dé luz verde a nuestra azúcar, pues de lo contrario nuestras máquinas se arruinarán en un año o dos”, dijo un funcionario birmano en la desierta refinería. (FIN/IPS/tra-eng/cl/js/rp/dcl/dv/ip/02

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