AMERICA DEL SUR: Fortalecer región antes de llegar al ALCA

Los presidentes de América del Sur decidieron este sábado acelerar las negociaciones para lograr la integración plena antes de fin de año entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur).

Esa resolución quedó expresada en el documento ”Consenso de Guayaquil sobre Integración Seguridad e Infraestructura para el Desarrollo”, firmado al término de la II Reunión de Presidentes de América del Sur, que sesionó dos días en la occidental ciudad ecuatoriana de Guayaquil.

La declaración establece que ”es imprescindible” concretar la integración entre la CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) este año para fortalecer la ”capacidad negociadora” sudamericana ”en otros procesos de negociación, particularmente el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas)”.

Los mandatarios acordaron que en el proceso de creación del ALCA se debe tener en cuenta ”las circunstancias, necesidades, condiciones económicas y oportunidades de los países con economías pequeñas”.

Los fuertes pronunciamientos contra el ALCA y Estados Unidos expresadas en la reunión, en especial por los presidentes Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, y Gustavo Noboa, de Ecuador, fueron atenuados en el documento final, en consonancia con las discrepancias existentes al respecto en la cumbre.

Las críticas se centraron en la falta de condiciones hoy para crear el ALCA, en el aumento de las restricciones a las importaciones impuestas por Estados Unidos y a su desidia, al igual que de los organismos multilaterales de crédito, para socorrer a los países inmersos en severas crisis económicas, en especial hacia Argentina.

A esta segunda cumbre asistieron, además del anfitrión Noboa y de Cardoso, los presidentes Eduardo Duhalde, de Argentina, Jorge Quiroga, de Bolivia, Ricardo Lagos, de Chile, Andrés Pastrana, de Colombia, Baharrat Jagdeo, de Guyana, Luis González Macchi, de Paraguay, Alejandro Toledo, de Perú, y Hugo Chávez, de Venezuela, además del vicepresidente de Uruguay, Luis Hierro.

En la reunión también afirmó la voluntad de ”construir de manera coordinada un espacio integrado, mediante el fortalecimiento de las conexiones físicas y la armonización de los marcos institucionales, normativos y regulatorios”.

”La consolidación de este objetivo permitirá que la región participe más ampliamente en las corrientes internacionales de capital, bienes, servicios y tecnología”, se explica en el texto.

Los gobernantes destacaron la importancia de ampliar y mejorar la infraestructura regional ”como factor esencial para la integración del espacio económico de América del Sur y el desarrollo de sus países”.

”La interrelación entre infraestructura y desarrollo debe ser explorada según una visión estratégica sudamericana”, señala el documento.

En ese sentido se destaca la ”importancia estratégica” de la ”Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de América del Sur (Iirsa), como instrumento para la integración multisectorial de las áreas costeras del Caribe, del Pacífico y del Atlántico como de las zonas internas” de la región ”entre sí”.

La Iirsa fue propuesta en la I Reunión de Presidentes de América del Sur, realizada en 2000 en Brasilia, e implementada a través de su Plan de Acción acordado en la reunión de ministros del 4 y 5 de diciembre del mismo año en Montevideo.

Para resaltar ”los logros concretos” de la Iirsa la declaración presenta un informe sobre 162 proyectos de transporte, energía y telecomunicaciones entre los países sudamericanos.

El documento destaca, además, el trabajo conjunto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (Fonplata), que conforman el Comité de Coordinación Técnica de la Iirsa.

Según los presidentes, ”los ejes de integración” de la Iirsa promueven ”un clima de entendimiento y cooperación”.

Luego sostienen que los esquemas de cooperación en el ámbito de la Iirsa toman en cuenta ”el desarrollo armónico y sustentable de las poblaciones”, respetando ”sus particularidades culturales, sobre todo cuando se trate de poblaciones indígenas”.

Los presidentes de América del Sur decidieron que sus representantes en el BID, la CAF, el Fonplata y el Banco Mundial den prioridad a los proyectos que se ejecutan en el ámbito del Iirsa.

Otro aspecto que resaltaron fue el papel estratégico que cumple la energía en el desarrollo económico y social del sur del continente americano.

En ese proceso de integración de la infraestructura regional, apuntaron la necesidad de ”aumentar la seguridad, confiabilidad y calidad del suministro de energía en América del Sur”, además de ”desarrollar los mercados energéticos regionales con prácticas compatibles con los principios del desarrollo sustentable”.

En es marco, concordaron en extender y profundizar los procesos de cooperación e integración energética sudamericana.

El Consenso de Guayaquil recomienda impulsar la exploración y búsqueda de fuentes alternativas de energía en los países con déficit en esta área y propone crear mecanismos de asistencia a los países en emergencia.

Así, debe existir una ”adecuada y progresiva armonización de los marcos legales del intercambio en el sector energético”, porque es un ”factor importante para la integración económica regional, que propicia el desarrollo de un mercado más abierto, sin barreras que limiten el libre comercio energético”, se añade.

En el documento de los mandatarios se dispone que la II Conferencia Sudamericana de Migraciones, que se llevará a cabo el 15 y 16 de agosto en Quito, ”adopte un plan de acción sobre migraciones internacionales en América del Sur”.

El programa debe establecer lineamientos de ”protección de los derechos fundamentales de los emigrantes sudamericanos en el mundo, especialmente en materia de seguridad social e incluyendo aportes consulares recíprocos”.

Esa condición será la ”base para la adopción de políticas regionales coordinadas, con el fin de combatir el tráfico de personas y armonizar las legislaturas de los países sudamericanos en materia migratoria”.

En referencia a los efectos negativos de los desequilibrios del sistema económico internacional sobre la región, los presidentes pusieron énfasis en su apoyo a Argentina e instaron a la comunidad financiera internacional a extender la asistencia necesaria para la reactivación económica de ese país.

La declaración de Guayaquil alienta, por otra parte, la creación de un Fondo Humanitario Internacional, una iniciativa de Venezuela para financiar un desarrollo humano sustentable.

Los mandatarios se comprometieron a luchar contra el narcotráfico, ”teniendo en cuenta el principio de responsabilidad compartida” entre los países productores y los consumidores, para lo cual ”se hace necesaria una mayor apertura de los mercados” para ”los productos” que substituyan a los cultivos ilícitos.

Rechazaron ”el mantenimiento e incremento de los subsidios agrícolas de los países industrializados, que distorsionan las condiciones de competencia en el mercado internacional”.

Es urgente ”implementar medidas que permitan” prevenir, investigar, perseguir, juzgar y sancionar ”a los autores y cómplices de los delitos de corrupción”, puntualizaron.

El documento también declara a América del Sur una ”Zona de Paz”, instando a que los conflictos internos de los países, como en Colombia, se solucionen mediante el diálogo.

Por ello, los presidentes de América del Sur rechazaron la injerencia externa en los asuntos de cualquier país y pidieron iniciativas tendientes a limitar los gastos de defensa y el compromiso con la Carta Democrática Interamericana, firmada en 2001 en la Organización de Estados Americanos. (FIN/IPS/kl/dm/ip/02

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