AGRICULTURA-UNION EUROPEA: Francia firme a favor de subsidios

Francia pretende que la Unión Europea (UE) mantenga los subsidios agrícolas, a pesar de que Alemania, Gran Bretaña y Holanda no están dispuestas a seguir solventando con su dinero un sistema que no las beneficia.

París rechazará cualquier propuesta de reformar antes de 2006 la Política Agraria Común (PAC) de la UE, pues la considera indispensable para evitar la desaparición de las comunidades rurales francesas, anunció el presidente Jacques Chirac, que fue reelegido en mayo.

El estado francés aporta 7.000 millones de los 40.000 millones de dólares que la UE otorga cada año a los agricultores del bloque. Mientras, los agricultores franceses reciben unos 9.000 millones de dólares anuales en subvenciones.

”No sacrificaré la agricultura francesa a una injustificada reforma”, aseveró el derechista Chirac en una entrevista televisiva.

La reforma de la PAC propuesta por el comisario para la Agricultura de la UE, el austríaco Franz Fischler, implicaría reorientar los subsidios para privilegiar la producción de alta calidad con criterios de protección ambiental, en lugar de premiar el volumen, como ocurre ahora.

Fischler propuso eliminar el subsidio por volumen de producción, rebajar cinco por ciento el precio mínimo de cereales garantizado por la UE, disminuir tres por ciento cada año la asistencia directa a agricultores y condicionar la ayuda a la calidad y al criterio ambiental de producción.

Además, postuló fijar un máximo de 270.000 dólares anuales para la asistencia a cada productor, que hoy es ilimitada.

España es el país que obtiene más beneficios netos por los subsidios agrícolas de la UE —es decir, que sus ingresos por ese concepto son superiores a su aporte a esos fondos—, seguido de Francia, Dinamarca, Finlandia, Portugal y Austria.

En cambio, Alemania, Gran Bretaña y Holanda aportan mucho más de lo que sus agricultores reciben. El pago neto de Alemania a los fondos agrícolas comunitarios es de 4.000 millones de dólares anuales, el de Gran Bretaña, de 2.000 millones, y el de Holanda, de 1.000 millones.

Chirac consideró que el llamado de Fischler a desarrollar la agricultura orgánica constituye ”un debate falaz detrás del cual nuestros amigos alemanes, británicos y holandeses ocultan sus intenciones de cortar su contribución al presupuesto europeo”.

Al oponerse a las reformas propuestas por Fischler, Chirac deja a la UE en la puerta de un conflicto con la Organización Mundial de Comercio (OMC), cuya última reunión ministerial, celebrada en Doha el año pasado, exigió al bloque europeo el fin de los subsidios a la agricultura.

Chirac dijo querer una agricultura ”ecológicamente responsable, pero a condición de que continúe siendo económicamente fuerte”.

Alemania, Gran Bretaña y Holanda quieren la reforma de la PAC para acabar con el desequilibrio, y la ubican entre los requisitos previos a la integración de países de Europa oriental como nuevos miembros de la UE, prevista para enero de 2004.

Alemania propuso reformas en 1999, pero la iniciativa fue bloqueada por Francia. Así, Alemania debió aceptar la extensión de la PAC hasta 2006. ”No veo por qué deberíamos cambiar ese acuerdo ahora”, dijo Chirac.

La UE decidió no pagar subvenciones a la producción de nuevos países miembros con agricultura fuerte, como Hungría, Polonia y República Checa, pero ese desequilibrio podría obligar a un recorte de la asistencia a los integrantes más antiguos.

Fischler alega que la reforma es inevitable luego de los brotes de la enfermedad de las vacas locas (encefalopatía espongiforme bovina) y de fiebre aftosa, que afectan al ganado y que mostraron en la UE el riesgo de privilegiar la producción de grandes magnitudes.

El descubrimiento en forrajes de Alemania, Bélgica y Holanda de acetato de medroxiprogesterona, una nueva hormona sintética del crecimiento con probado efecto cancerígeno, aumentó esa desconfianza y la alarma ante prácticas orientadas a lograr la mayor producción posible y el correspondiente subsidio.

Los grandes productores rurales franceses rechazan las reformas propuestas por Fischler, pero los pequeños agricultores, más inclinados a la producción orgánica, no defienden la PAC en su actual formulación.

”Las agricultores deben ganarse la vida con su trabajo. Si la UE detiene su ayuda, los agricultores no tendrán incentivos financieros para continuar trabajando, y la vida rural como la conocemos desaparecerá”, dijo el presidente del sindicato campesino Jean-Michel Lemetayer, cercano a Chirac.

El cambio, el líder de la Confederación Campesina, el izquierdista José Bové, sostuvo que ”la ayuda debería entregarse en proporción a la cantidad de trabajadores agrícolas y a la calidad de su producción, no en relación con el número de hectáreas”.

La Confederación Campesina acusa a la PAC de destruir al sector agrícola en Africa, América Latina y Asia al subsidiar la producción masiva al mismo tiempo que la UE bloquea las importaciones. (FIN/IPS/tra-eng/jg/ss/mp-mj/if dv/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe