AGRICULTURA-CHINA: Reestructuración productiva

China se apresura a reestructurar su producción agrícola con la meta de competir en el mercado internacional, tras su incorporación a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en noviembre último.

”La agricultura china está cada vez más orientada al mercado, y se prepara para el día en que el mercado chino se abra totalmente al mundo bajo los principios y reglas de la OMC”, dijo el ministro de Agricultura, Du Qinglin.

Este país asiático de 1.200 millones de habitantes aún no está en condiciones de competir en el mercado mundial porque los precios de sus principales productos agrícolas superan los precios internacionales.

El precio del trigo chino es 43 por ciento superior al precio internacional, el del maíz, 80 por ciento, y el del arroz, uno por ciento.

No obstante, las reglas de la OMC otorgan a China un período de gracia con ciertas preferencias comerciales por siete años a partir de la fecha de su ingreso, que le permitirán imponer cuotas a la importación de granos, algodón, semillas oleaginosas, azúcar y lana.

Además, aplicará aranceles bajos a las importaciones de estos y otros productos agrícolas, y cobrará tarifas más altas a las importaciones que superen las cuotas.

Mientras, las autoridades promueven nuevos cultivos.

En las llanuras orientales de Huaibei, el agricultor Mu Benlun plantó durante gran parte de su vida únicamente trigo. Dos años atrás destinó más de la mitad de su granja de media hectárea al cultivo del ajo, pero ahora se propone plantar sólo judías verdes, con las que podrá obtener unos 2.500 dólares anuales.

Cuando sólo plantaba trigo, sus ganancias anuales no superaban los 422 dólares al año.

A primera vista, los campos de Huaibei se ven amarillos, pero con más detenimiento se advierten manchas verdes, que marcan las áreas en que los agricultores hacen espacio para cultivos más redituables.

Alrededor de dos tercios de la población china vive en áreas agrícolas y ganaderas, pero la agricultura representa sólo 16 por ciento del producto interno bruto (PIB) y 4,9 por ciento de las exportaciones totales del país.

Si bien China tiene 100 veces más agricultores que Estados Unidos, el valor de su producción agrícola sólo representa un quinto de la estadounidense.

A pesar de la reestructuración agrícola, las Autoridades del Ministerio de Comercio Exterior y Cooperación Económica creen esencial asegurar un abastecimiento estable de los productos agrícolas básicos para la población.

Sin embargo, hay un gran énfasis en la agricultura orientada al mercado, y el trigo producido esta primavera (boreal) en el norte del país, el arroz de grano largo del sur y el maíz del valle del río Yangtsé fueron retirados de la lista de cultivos bajo protección estatal.

Simultáneamente, las autoridades exhortan a los agricultores a adoptar cultivos requeridos por el mercado, sobre todo el exterior, y los productores de regiones subdesarrolladas en el centro y oeste del país son estimulados a plantar árboles y forraje.

Como incentivo, el gobierno asegura raciones de granos para alimentación de los agricultores reconvertidos, y subsidios en dinero de unos 32 dólares por hectárea.

”La rentabilidad ha reemplazado el rendimiento como la medida de los logros agrícolas”, sentenció el ministro Du.

El gobierno afirma que el ingreso a la OMC ayudará a China a obtener asistencia financiera, tecnológica y material para el desarrollo agrícola de miembros de la organización y otros organismos internacionales, y facilitará el acceso de los productos chinos al mercado mundial.

Asimismo, China busca la exportación de vegetales, frutas y productos animales que requieren mano de obra intensiva como forma de hacer frente a los desafíos del sector agrícola.

El bajo costo del trabajo puede ser un factor positivo para la competitividad. Promedialmente, un trabajador rural chino recibe un salario 25 veces menor que uno estadounidense.

Las frutas chinas, por ejemplo, cuestan 40 por ciento menos que las producidas en otros países.

”Estamos estimulando a los agricultores a emprender cultivos de alto rendimiento, eficientes en relación a los costos y de alta tecnología”, dijo Du.

El gobierno desarrolla también programas de piscicultura, floricultura, fruticultura y el procesamiento de productos animales y de granja para la exportación.

China exportó unos 1,8 millones de toneladas de frutas en 2000, menos de dos por ciento de su producción total, pero se espera que la cifra crezca en los próximos años.

Además, se instalaron más de 500 zonas agrícolas de alta tecnología para poner en práctica nuevas técnicas y experimentar con nuevas variedades.

Pero los esfuerzos hacer más ”eficiente” la agricultura dejará sin trabajo a millones de chinos de las zonas rurales, donde ya hay sobreabundancia de mano de obra.

No obstante, las autoridades aseguran que esto sólo acelerará el proceso de urbanización, y los agricultores inactivos podrán emplearse en los centros urbanos.

”La integración a la OMC ejercerá influencias de largo alcance en la economía china. Pero desde un punto de vista general, traerá más ventajas que desventajas”, vaticinó Liu Peiqiang, vicedirector de la Oficina del Consejo Estatal para la Reestructuración Económica” (FIN/IPS/tra-en/dv/ccb/lp/mlm/dv/02

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