Activistas reunidos este fin de semana en una contracumbre de la Unión Europea (UE) reivindicaron el concepto de ciudadanía para que todas las personas sean protagonistas del desarrollo y no meras consumidoras de programas electorales.
El Foro Social de Sevilla sesionó en esta sudoccidental ciudad española en forma paralela a una reunión del Consejo Europeo, que integran los jefes de Estado o de gobierno de los 15 países miembros de la UE y el presidente de su ejecutiva Comisión Europea.
Un centenar de movilizaciones de protesta terminaron en la noche de este sábado con una marcha por la ciudad que reunió a más de 150.000 personas según los convocantes, y a unas 20.000 en la versión de las autoridades.
Las banderas rojas y los carteles y gritos contra la Europa del capital abundaron en la marcha, que se desarrolló en un ambiente festivo y rodeada por un fuerte despliegue policial.
Las preocupaciones del Foro abarcan diversos problemas económicos, sociales y culturales del mundo, que vinculan con la conducción neoliberal de la globalización y buscan superar mediante movilizaciones de los pueblos.
Consulta Europea, uno de los grupos participantes, afirma que la política de la UE es una religión del mercado, despido libre y leyes de extranjería.
El bloque europeo no parece conciente de que en su territorio existen tres millones de ciudadanos que carecen de techo, ni de que hay empobrecidos, entre ellos 25 por ciento de la población adulta portuguesa, casi 20 por ciento de la británica y más de 15 por ciento de la española, añade.
Una de las actividades del Foro se realizó en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, en la cual están encerrados medio millar de inmigrantes que reclaman permiso de residencia y trabajo en España.
Allí hubo un debate sobre desarrollo sustentable, con participación de integrantes de la organización no gubernamental ambientalista internacional Greenpeace y de la sevillana Fundación Primero de Mayo.
Una de las conclusiones de ese debate fue que además de la deuda financiera de los países del Sur en desarrollo existe desde hace más de cinco siglos una deuda ecológica, mucho mayor que la primera, de los países de los países del Primer Mundo con los del Tercer Mundo.
La manifestación de este sábado fue precedida por múltiples controversias, una prohibición contra la cual se presentaron recursos judiciales, y ulteriores negociaciones, hasta que el delegado del gobierno en Sevilla y los convocantes llegaron a un acuerdo para su realización.
Cuando fue convocada, hace 10 días, el gobierno no autorizó el itinerario previsto y lo cambió por otro a lo largo del río Guadalquivir, a cuya vera se alza Sevilla. El Foro rechazó ese cambio por considerar que la zona asignada por el gobierno era peligrosa y que sólo podrían ver la marcha los peces del río.
Los activistas apelaron ante el Tribunal Supremo de Justicia de Andalucía, la comunidad autónoma a la cual pertenece Sevilla, que rechazó el recurso.
Ante la decisión de los convocantes a realizar la marcha de todas maneras, la delegación del gobierno accedió a negociar y por último ambas partes acordaron un recorrido.
La mayor parte de los participantes en el Foro fueron activistas de Andalucía y del resto de España, pero también los hubo de otros países europeos.
Unos 10.000 acamparon en tiendas de campaña ubicadas en el público Parque del Alamillo, y un número indeterminado se alojó en residencias particulares para evitar provocaciones, tanto de grupos minoritarios como de la policía, dijo a IPS uno de los organizadores.
Los convocantes advirtieron a quienes acamparon en el parque que ese sitio es el hogar de mil aves y tiene un alto valor ecológico. Entre otras recomendaciones, destacaron que nadie debía bañarse en sus aguas, para proteger a patos y peces.
Al frente de la marcha se colocaron dos carteles, con los lemas Contra la Europa del capital y la guerra y Ninguna persona es ilegal, en alusión a iniciativas en la UE por la repatriación de inmigrantes ilegales.
Vecinos de la ciudad, asomados a sus balcones, aplaudieron a los manifestantes y les echaron agua fría para aliviarles el calor, ya que los termómetros marcaban más de 40 grados al aire libre.
Hacia el fin de la manifestación, los asistentes se dirigieron hacia la histórica Torre de Triana, para asistir a un espectáculo musical de grupos y solistas que apoyan la causa del Foro, entre ellos Tantatrampa, El Puchero del Hortelano, Reincidentes, Boikot, Eskorzo y Banda Hachís. (FIN/IPS/af/mp/if ip/02
