TRABAJO-VENEZUELA: Nueva huelga nacional

La mayoritaria Confederación de Trabajadores de Venezuela prepara una huelga nacional en rechazo de la política del gobierno, dos meses después de una acción semejante que fue preámbulo del frustrado golpe contra el presidente Hugo Chávez.

El ambiente laboral volvió a caldearse este jueves con el inicio de huelgas escalonadas en los centrales estados de Aragua y Carabobo, donde está radicada una parte importante del parque industrial del país.

Esas paralizaciones de tareas parciales y la consulta a realizarse la semana próxima entre las federaciones por ramo de actividad de todo el país son las acciones preparatorias de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) con vista a la nueva huelga general, a concretarse posiblemente el 9 de julio,

Precisamente, el 9 de julio, cuando también se realizará una huelga nacional del transporte, se cumplirán tres meses de la huelga general que precedió a la tentativa de derrocamiento de Chávez, quien estuvo detenido por los golpistas entre el 12 y el 14 de abril.

Cuatro días antes del levantamiento cívico-militar comenzó la huelga para exigir la renuncia de Chávez, organizada por la CTV y Fedecámaras, la principal asociación empresarial del país, que se unieron al paro que ya realizaban los gerentes de la empresa estatal petrolera Pdvsa.

En ese marco, una manifestación opositora que se dirigió el 11 de abril al Palacio Miraflores, sede del gobierno, derivó en disturbios, aún no aclarados, en los que estuvieron involucrados también simpatizantes de Chávez. Hubo 17 muertos y decenas de heridos.

Así, la nueva convocatoria de huelga general de la CTV, esta vez sin el apoyo explícito de Fedecámaras, es interpretada por expertos como una fuerte presión contra Chávez, que ya soporta pedidos de la oposición de una salida del gobierno ”por vía institucional”.

Pero el secretario general de la CTV, Manuel Cova, levantó reclamos laborales para deslindar a esa central sindical de las acciones en busca de alejar a Chávez del gobierno.

”En Carabobo ha caído la actividad productiva 30 por ciento y en Aragua 70 por ciento”, aseveró para justificar las medidas conflictivas en esos dos estados.

Las protestas en curso o en preparación se suman al pedido de enjuiciamiento de Chávez, a propuestas de recorte del mandato constitucional que se extiende hasta enero de 2007, y a insistentes rumores sobre un golpe de Estado en supuesta preparación por sectores descontentos de las Fuerzas Armadas.

Este jueves en Caracas se concretó una marcha callejera convocada por militares retirados descontentos con el presidente.

Cova indicó que el llamado a una nueva huelga general tiene por finalidad sólo presionar al gobierno para promover una reactivación de la economía y detener la aplicación de nuevas medidas económicas.

El gobierno confirmó que prepara un plan de ajustes, que implicará el recorte de gastos públicos, ampliación de impuestos y endeudamiento externo. Analistas políticos entienden que la aplicación de ese programa aumentará la recesión.

Sin embargo, la cuestión laboral está marcada en este país por la lucha política. La dirección de la CTV no es reconocida por las autoridades, que señalan supuesto fraude en las elecciones sindicales.

El presidente de la CTV, Carlos Ortega, es también dirigente de Acción Democrática (AD), el mayor partido de oposición, y ha ganado proyección como líder opositor.

Además, el Tribunal Supremo de Justicia reconoció hace dos semanas a la dirección de la CTV como legítima para integrar la delegación oficial venezolana al consejo de la Organización Internacional del Trabajo.

El clima de enfrentamientos ha provocado que la CTV esté excluida de un amplio proceso de diálogo que abrió el gobierno con diversos sectores, para tratar de resolver la severa crisis política que afronta el país.

”La CTV ha ganado imagen, pero ha perdido fuerza orgánica”, admitió el panameño Luis Anderson, secretario general de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores, la filial americana de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres.

Esto se debe a que también el mundo laboral venezolano ha sufrido un severo reajuste por el creciente desempleo y por el deterioro de los empleos formales, que son los que están sujetos a esquemas de sindicalización, apuntaron expertos.

El estatal Instituto Nacional de Estadísticas (INE) señaló que la desocupación abierta se ubicó en marzo en 15,1 por ciento de la población económicamente activa, 1,4 por ciento más que el mismo mes de 2001. Venezuela tiene una población de 24 millones de personas y una masa trabajadora de 11,2 millones.

El INE indicó, además, que 51,8 por ciento de los trabajadores activos se desempeñan en la economía informal y, por esa razón, perciben salarios bajos y carecen de beneficios y seguridad social. (FIN/IPS/ac/dm/ip lb/02

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