TRABAJO-TAIWAN: Letal contaminación en fábrica de RCA

Trabajadores de una fábrica de la estadounidense Radio Corporation of America (RCA) en Taiwan denunciaron la muerte de más de 200 empleados y la enfermedad de otros 1.500 a causa de su exposición a sustancias tóxicas.

Afectados por la contaminación realizaron una gira de dos semanas por Estados Unidos para entrevistarse con legisladores, funcionarios del Departamento de Trabajo y representantes de organizaciones sindicales y ambientalistas.

El grupo dijo que estudiaría la posibilidad de entablar una acción judicial en Estados Unidos en busca de compensación por los perjucios sufridos.

En una planta de la RCA en el septentrional distrito taiwanés de Taoyuan, dedicada a la producción de televisores y semiconductores, los trabajadores se contaminaron, sin saberlo, con los solventes industriales percloroetileno y tricloroetileno.

Según científicos, estas sustancias podrían producir cáncer.

”Nunca tuvimos vestimenta de protección, ni se nos dijo que esos químicos eran tóxicos”, dijo Wu Chih-Kang, operario en la planta de la RCA durante 18 años. Los encargados de la fábrica ordenaban a los empleados vertir las sustancias en un pozo en el suelo o en un desagüe.

El portavoz Richard Knoph de la empresa Thomson Multimedia, de Francia, actual propietaria de RCA, negó toda relación entre la enfermedad de los operarios y la planta.

Knoph citó investigaciones del gobierno de Taiwan que demuestran la inexistencia de una relación directa entre las enfermedades denunciadas y las sustancias tóxicas presentes en el sitio.

La contaminación en la antigua planta de la RCA puede ser uno de los mayores casos mundiales de envenenamiento de trabajadores, afirmaron ambientalistas estadounidenses.

”Este es uno de los sitios de contaminación más serios y uno de los peores casos de irresponsabilidad empresarial que se hayan registrado”, dijo el director ejecutivo de la Coalición Tóxicos del Valle del Silicio, organización con sede en el occidental estado de California.

La planta de la RCA funcionó durante más de dos décadas antes de ser cerrada en 1991. La General Electric compró la RCA en 1986, y un año después la vendió a Thomson.

Unos 100.000 trabajadores fueron empleados en el sitio durante sus 23 años de operaciones. Muchos dejaron la fábrica pocos días después de su llegada, por no soportar las emanaciones tóxicas, dijeron Wu y sus colegas.

Pero los operarios recibían 50 dólares diarios, un buen salario en esa época, y muchos optaron por quedarse. La mayoría eran mujeres entre 18 y 40 años.

En 1998, la Agencia Taiwanesa de Protección Ambiental declaró la fábrica sitio tóxico, tras encontrar químicos altamente tóxicos en el lugar.

Desde entonces, General Electric (GE) y Thomson destinaron millones de dólares para limpiar el suelo contaminado de la planta, dijo el portavoz de GE Gary Sheffer.

”Aún hay contaminación de agua subterránea” en el sitio, aunque nadie la utiliza pues la GE instaló plantas de tratamiento para la población de la zona, señaló Sheffer.

No hay pruebas concretas que vinculen la enfermedad de los trabajadores con los químicos utilizados en la planta, dijo el portavoz.

Agregó que, en marzo, el Consejo de Asuntos Laborales de Taiwán divulgó los resultados de otro estudio realizado en un plazo de tres años según el cual no se encontró un mayor riesgo de contraer cáncer entre los operarios.

Pero los trabajadores sostienen que debe haber una relación por la cual las compañías puedan ser obligadas a hacerse responsables de los daños.

”Muchas mujeres y niñas sufrieron abortos espontáneos, cáncer de mama, ovarios y útero. Esto no es normal”, dijo Liang Ko-Ping, que durante 20 años produjo aparatos de televisión para la RCA y ahora dirige una asociación de ex operarios de la empresa que buscan compensación.

Una de esas mujeres es la esposa de Wu, quien también trabajó en la planta, En 1997 dio a luz a un bebé muerto y se le diagnosticó cáncer uterino. La mujer fue operada, pero aún recibe tratamiento, dijo Wu, a su vez sometido a cirugía para extirparle un tumor.

”Ahora vivo con el temor de que aparezcan otras enfermedades”, dijo el operario.

La activista Chang Ya-Ting, de la Asociación de Víctimas de Perjuicios Laborales (Tavoi), con sede en Taipei, dijo a IPS que el estudio citado por Sheffer no incluyó una investigación exhaustiva de la salud de los trabajadores sobrevivientes.

Por el contrario, un estudio del Instituto de Seguridad Laboral y Salud de la Universidad Nacional de Salud Pública de Taiwan reveló un aumento significativo en el número de muertes por cáncer de mama y ovario en las trabajadoras de la planta.

Chang subrayó que su organización trabaja para que el gobierno taiwanés obligue a GE a limpiar la contaminación remanente y a compensar a los trabajadores afectados

Las leyes de Taiwán ”no brindan suficiente protección para trabajadores como los de la antigua planta de la RCA”, puntualizó

En abril, tras años de presiones de sindicatos y organizaciones, entre ellas Tavoi, el gobierno taiwanés instituyó la Ley de Protección de Enfermedades Laborales, que prevé compensaciones por enfermedades cuya causa está probadamente vinculada al tipo de trabajo.

Los activistas dijeron que estudiarán la forma en que esta ley pueda influir sobre los reclamos contra la RCA. (FIN/IPS/tra-en/dk/aa/lp/mlm/en/02

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