Líderes religiosos y espirituales se reunirán en la capital tailandesa del 12 al 14 de este mes, con la intención de acordar propuestas de acción comunitaria para resolver conflictos, aliviar la pobreza y proteger el ambiente.
Los organizadores del encuentro esperan que esos acuerdos sean recogidos en un documento orientador para los creyentes del planeta, y que sea lanzado el primero de una serie de proyectos piloto para la cooperación con gobiernos y con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Comenzaremos un proceso de largo plazo. No pretendemos soluciones rápidas, dijo el martes en conferencia de prensa el jainista Bawa Jain, organizador y secretario general de la Cumbre Mundial del Milenio por la Paz de Líderes Religiosos y Espirituales que se realizó en agosto de 2000 en Nueva York, con apoyo de la ONU.
Pero la meta es pasar de las declaraciones a un programa de acción, subrayó.
La elección de un país asiático para realizar la reunión se relaciona con los objetivos del proceso. Los líderes religiosos del mundo deben hacer algo, y Asia es un buen terreno de pruebas, comentó en la misma ocasión el académico budista Phra Thepsophon.
Jain y Thepsophon destacaron la importancia adquirida por el encuentro tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, que aumentaron la preocupación por los actos de violencia de fundamentalistas religiosos.
La transformación de los militantes es posible, si ejercemos influencia sobre los líderes religiosos a los cuales reconocen autoridad moral, afirmó Jain.
Participarán en la reunión arzobispos, rabinos, imanes, swamis, monjes y autoridades de sistemas de creencias indígenas, entre otros líderes espirituales, y también académicos, juristas y representantes de grupos que promueven el diálogo entre religiones.
Se espera que funcionarios de la ONU desempeñen un papel clave como ocurrió en la cumbre de 2000, en la cual participaron más de 2.000 líderes espirituales y religiosos.
Especialistas del foro mundial en alivio de la pobreza, ambiente y cuestiones socioeconómicas serán asesores de los participantes en la conferencia, señaló David Lazarus, portavoz de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia- Pacífico, con sede en Bangkok.
La idea es explicar qué hace la ONU en relación con esos asuntos, y lograr que los líderes religiosos nos ayuden, mediante influencia en sus respectivas comunidades, explicó.
Los líderes religiosos sienten que la ONU es la única base neutral para afrontar grandes desafíos sociales, comentó a su vez Jain.
El éxito de la cumbre de 2000 mostró que debíamos seguiir adelante. Quería ver que algo se materializara, opinó Thepsophon, rector de la Universidad de Mahachulalongkornrajavidyalaya, de Bangkok.
Tailandia es una sede ideal, por sus destacados antecedentes de convivencia pacífica entre religiones, enfatizó.
No hay una sola guerra religiosa en nuestra historia, explicó.
Los esfuerzos de la cumbre apuntan a lograr que pequeños grupos de personas temerosas e intolerantes, víctimas a su vez de explotación política y con escaso acceso a educación, ganen conciencia y comprensión de la abrumadora necesidad de paz para lograr la prosperidad, según un comunicado de los organizadores.
El mensaje implícito en la agenda del encuentro es que los líderes religiosos se concentren en cooperar para resolver problemas terrenales, sin disputas sobre asuntos metafísicos.
No se trata de un diálogo sobre cuestiones de fe, sino de desempeñar un papel ante desafíos sociales en Asia, según Jain.
Sin embargo, los organizadores admiten que la importancia social de la religión en Asia plantea dificultades específicas para la cooperación entre budistas, hindúes, musulmanes, cristianos, sijs, sintoístas, taoístas, jainistas y confucianistas, los principales grupos de creyentes de la región.
Jain propuso que los participantes en la reunión no eludan graves problemas con raíces religiosas de la región, y aseguró que no se ignorará el renovado conflicto entre India y Pakistán por el territorio de Cachemira, con base en conflictos entre musulmanes e hindúes.
Es hora de definiciones sobre el terrorismo y el papel que puede desempeñar la religión para detenerlo, afirmó. (FIN/IPS/tra- eng/mmm/ral/mp/cr ip/02
