PALESTINA-ISRAEL: Bush elabora un plan flexible para la paz

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, propondrá esta semana una iniciativa de paz para Medio Oriente que fijará metas, más que plazos, hacia la creación de un estado palestino.

El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, y el presidente de Palestina, Yasser Arafat, concentran su atención en la propuesta de Bush, cuyos detalles se desconocen. Sin embargo, algunos trazos quedaron en evidencia tras las visitas de Sharon y de gobernantes árabes a Washington la semana pasada.

”Debemos construir las instituciones necesarias para la evolución de un estado que pueda vivir en paz en la región y que dé esperanza al sufriente pueblo palestino”, dijo Bush la semana pasada luego de reunirse con el canciller de Arabia Saudita, príncipe Saud al-Faisal.

El ministro saudita se mostró complacido con esas declaraciones.

Al-Saud fue la última de una serie de figuras de Medio Oriente que visitaron a Bush en Washington para considerar el conflicto árabe-israelí, que incluyeron a Sharon y al presidente egipcio Hosni Mubarak, quien dejó la capital estadounidense sin exhibir grandes resultados de sus entrevistas.

Pero las conversaciones dejaron traslucir ciertos detalles sobre la postura del gobierno de Bush, quien rechazó la propuesta de Mubarak de establecer un cronograma preciso para la creación de un estado palestino. Sharon se había opuesto con vehemencia a tal iniciativa, que, afirmó, creaba expectativas poco realistas.

Las apuestas son tan altas que Sharon dejó a algunos de sus asistentes en Washington luego de su visita para contrarrestar la influencia de Al-Saud.

El plan que parece imponerse en Washington incluye un compromiso con el establecimiento de un estado palestino, vinculado más con condiciones que con fechas concretas.

Entre esas condiciones se incluirían reformas a las instituciones de gobierno, financieras y de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina.

Así mismo, Estados Unidos estaría dispuesto a participar en el control de esas reformas.

Una vez que Washington estime que se cumplieron las condiciones, abrirá paso a la declaración ”provisional” de un estado palestino sin fronteras definidas. Los asuntos conflictivos se solucionarán a través de negociaciones directas entre Israel y Palestina.

El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que el plan aún no fue elaborado y que las consultas continúan su curso.

El canciller de Israel, Shimon Peres, dijo que la propuesta estadounidense sería similar a una que él mismo había negociado con el presidente del Consejo Legislativo Palestino, Abú Alaa.

Peres negocia con funcionarios palestinos la convocatoria de una conferencia internacional de paz.

Pero el principal negociador palestino, Saeb Erekat, sembró dudas sobre la iniciativa estadounidense. Los palestinos, al igual que Egipto, pretenden el establecimiento de un cronograma bien definido que culmine con el establecimiento de un estado propio.

”Lo que se necesita es que el gobierno de Bush especifique un mecanismo y un cronograma que ponga fin a la ocupación israelí. Esto debe continuar en paralelo con la construcción de instituciones palestinas y con el fin de las agresiones y ataques de Israel”, dijo Erekat.

El ministro de Planificación de Palestina, Nabil Shaath, presentará esta semana en Washington la posición palestina.

Algunos altos funcionarios palestinos se inclinan por aceptar la fórmula de un estado provisional siempre que se la vincule con el firme compromiso de Israel a retirarse de Cisjordania y Gaza.

Pero algunas declaraciones de Bush dejaron un sabor amargo entre los negociadores palestinos.

El presidente estadounidense dijo, durante la visita de Sharon, que ”nadie tiene confianza en el nuevo gobierno palestino”. Esas palabras demuestran que ”no se puede confiar” en Washington, según el ministro de Información del gobierno de Arafat, Yasser Abed Rabbo.

La constitución del nuevo gabinete de Arafat es considerada el primer paso hacia la reforma de la Autoridad Nacional Palestina. Arafat prometió elecciones ”tan pronto como sea posible”.

Pero la permanencia en el gobierno de ministros acusados de malversación siembran escepticismo en Palestina sobre la voluntad de reformas reales de Arafat, quien pidió al Consejo Palestino un voto de confianza para el gabinete en pleno y no para cada uno de sus integrantes. (FIN/IPS/tra-en/fb/ss/mj/ip/02

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