PALESTINA: Apoyo a suicidas cae, pero la violencia crece

El apoyo de la población de Palestina a los atentados suicida contra objetivos civiles de Israel está cayendo, mientras el conflicto ingresa en un nuevo círculo de violencia.

Treinta y un israelíes resultaron muertos esta semana en varios atentados cometidos por palestinos, e Israel invadió, en represalia, localidades autónomas de Cisjordania. Varios palestinos murieron en las operaciones israelíes.

Diecinueve israelíes murieron en un atentado cometido el martes por un suicida palestino que detonó explosivos en un autobús en Jerusalén. Las fuerzas israelíes se introdujeron después del atentado en las localidades autónomas de Jenín y Qalqilya.

El gabinete de Ariel Sharon decidió que, en lo sucesivo, a cada ataque palestino sucederá una invasión de territorio autónomo, que persistirá ”tanto como el terror continúe”.

Otro atentado suicida dejó el miércoles siete muertos en una parada de autobús en el barrio jerosolimitano de French Hill. Y el jueves, francotiradores palestinos mataron a dos adultos y tres niños en un asentamiento judío cerca de la ciudad cisjordana de Naplusa. El ejército israelí dio muerte a los atacantes.

Luego, los soldados israelíes, que se habían retirado ese mismo día de la mayor parte de Qalquilya tras la muerte en refriegas de una mujer y dos soldados palestinos, invadieron Tulkarem, Belén y Beitunya. No se sabe cuándo se retirarán de esas localidades cisjordanas.

Dirigentes palestinos comenzaron esta semana a manifestar su oposición a los atentados. El propio presidente Yasser Arafat emitió el jueves una declaración en la que llamó a ”frenar por completo” esos ataques.

Los atentados ”han sido reiteradamente condenados por el liderazgo palestino y hemos tomado firmes decisiones en contra” de esa estrategia, ”para preservar los altos intereses nacionales”, indica la declaración de Arafat.

”Los altos intereses nacionales” a los que hacía mención el líder palestino se refieren a la amenaza de reocupación de Cisjordania y Gaza a manos de Israel en caso de persistir los atentados, y también al impacto negativo que éstos tienen en la política de Estados Unidos.

”Estos ataques no logran avances en la búsqueda de nuestra libertad e independencia”, indica un anuncio publicado el miércoles en el diario Al-Quds, que se imprime en Jerusalén oriental, con la firma de 55 intelectuales y políticos palestinos.

Los firmantes son personalidades respetadas por la sociedad palestina y su declaración acompaña la caída del apoyo a los atentados contra objetivos civiles israelíes, indicó el analista de opinión pública Nabil Kokali, de la ciudad cisjordana de Belén.

El respaldo a los ataques cayó de 80 por ciento de los encuestados palestinos en agosto pasado a 54 por ciento en la actualidad, según estudios manejados por Kokali. El ”núcleo duro” de apoyo a esa estrategia se concentra en 20 por ciento de la población de Cisjordania y Gaza, agregó.

El primer ministro Sharon se mostró conmocionado cuando visitó la escena del atentado suicida del martes. El jueves, dijo ante el 34 Congreso Sionista Mundial en Jerusalén que ése fue el peor momento de su vida.

”He estado al servicio del pueblo judío desde los 17 años. Vi destrucción, fui testigo de escenas del terror de la guerra, sostuve la mano de camaradas que morían desangrados, cerré los ojos de los caídos, pero nunca presencié nada tan horripilante como lo del jueves en Jerusalén”, sostuvo.

Sharon, líder del conservador partido Likud, describió la escena como ”el horror de los cuerpos destrozados, desmembrados y sumergidos en la sangre, el horror de víctimas a quien su despreciable asesino intentó robar no solo sus vidas, sino también su dignidad”.

Las manifestaciones de conmoción de Sharon parecen sinceras, pero a un nivel político también constituyen una apelación al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de quien aún se espera la presentación de un nuevo plan de paz para Medio Oriente.

La violencia obligó a Bush a postergar un discurso previsto para esta semana en que anunciaría una nueva iniciativa de paz. Ahora, israelíes y palestinos procuran ejercer presiones de último minuto en el contenido de ese anuncio.

”Esta es solo una ola más en una campaña que lleva más de 120 años. La diferencia es que esta vez, detrás del terror y de los asesinatos, existe una autoridad palestina terrorista en un eje del terror mundial Teherán-Damasco-(Osama) Bin Laden”, dijo Sharon, en un mensaje dirigido con claridad a Washington.

Bush delineó en un mensaje al Congreso legislativo estadounidense el ”eje del mal” integrado por Corea del Norte, Irán e Iraq, que, según él, patrocinan el terrorismo internacional.

La declaración de Bush fue posterior a los atentados del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington, atribuidos por su gobierno a Al Qaeda, organización islámica liderada por el saudita Bin Laden, a quien Sharon incorporó a su propio ”eje del mal” junto con el gobierno de Siria.

El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) rechaza los llamados a detener las ”operaciones de martirologio”, como denomina a los atentados suicida. El portavoz de Hamas, Abdel-Aziz Rantisi, dijo por teléfono desde Gaza que la resistencia continuará mientras persista la ocupación israelí.

No es cierto que los ataques contra objetivos civiles israelíes sean ineficaces, afirmó Rantisi. ”Hemos negociado 10 años con los israelíes sin obtener ningún resultado. ¿Cómo pueden decir los que están a favor del diálogo que hemos fracasado?”, preguntó.

”Si Israel reocupa” territorio palestino, ”sus soldados se convertirán en blancos más fáciles para nosotros”, mientras los palestinos ”tenemos voluntad de pagar el precio de la resistencia”, agregó Rantisi.

Por su parte, Kokali advirtió que ”Israel deberá ayudar” para ”detener los ataques suicida”, pues ”éste es un camino de dos vías”. Las ocupaciones de territorio palestino ”no ayudan porque la población sentía entonces que no tenía nada que perder”, explicó.

En cambio, los palestinos ”no respaldaban los ataques suicida cuando sentían que tenían algo que perder”, sostuvo Kokali. ”Creo que Sharon no está pensando y que hace esto por razones políticas” internas, agregó.

El analista israelí Gerald Steinberg, de la Universidad Bar- Ilán, también cuestionó la invasiones de territorio autónomo. ”Se supone que constituyen una especie de castigo a los palestinos, para hacerlos pensar cada vez que se comete un atentado, pero no veo en qué ese mecanismo es mejor que otros”, dijo.

Las reocupaciones ”parecen, más bien, haber nacido de una sensación de frustración en el gobierno israelí”, sostuvo Steinberg.

Mientras, en el propio gobierno de Israel surgen críticas a la estrategia de represalia aplicada por Sharon, en parte acalladas por las propias operaciones militares.

El ministro de Defensa Benjamin Ben-Eliezer logró que su Partido Laborista manifestara el jueves su oposición a la reocupación definitiva de territorio palestino para ofrecer a las autoridades autónomas un horizonte político propicio a la reanudación de las negociaciones de paz y al fin de la violencia.

Por otra parte, los últimos cálculos indican que la reocupación total de Cisjordania y Gaza supondría un gasto de seguridad de 600 millones de dólares, un precio que la economía israelí no podría solventar en estos tiempos de crisis. (FIN/IPS/tra- en/fb/sm/mj/ip/02

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