Siria sólo respaldará una conferencia de paz para Medio Oriente si Estados Unidos presenta un plan para el retiro de Israel de los territorios árabes ocupados y para la creación de un estado palestino, dijo el presidente sirio Bashar al Assad.
Siria apoyará cualquier empresa que se apegue a los principios de Madrid, las resoluciones de la ONU y la fórmula de paz por territorios, siempre que Estados Unidos garantice las metas y establezca claramente los mecanismos para lograrlas, dijo Assad al secretario adjunto del Departamento de Estado (cancillería) para Medio Oriente, William Burns.
La conferencia celebrada en Madrid en 1991 para poner en marcha el plan de paz para Medio Oriente, interrumpido en 2000, estableció como principio el retiro de Israel de los territorios ocupados, lo que abriría paso a la creación de un estado palestino y la paz entre Israel y sus vecinos árabes.
La idea de llevar a cabo una nueva conferencia de paz fue reflotada en abril por el primer ministro de Israel, Ariel Sharon.
Siria insiste en que no firmará la paz con Israel hasta que éste no se retire de sus altos del Golán, ocupados desde 1967.
El presidente explicó que desde la conferencia de Madrid, Siria ha buscado una paz justa y amplia, subrayando que la misma no se logrará en la región mediante acuerdos separados, afirmó un portavoz presidencial tras la reunión de más de una hora entre Assad y Burns, el martes.
Burns aseguró al mandatario que el gobierno de Estados Unidos es serio en sus esfuerzos para hallar un plan adecuado para reanudar el proceso de paz y llevar esperanza a los espíritus de los pueblos de la región, agregó el portavoz.
El diplomático estadounidense visitó Damasco en el marco de una gira regional que lo llevó también a Arabia Saudita, Egipto, Israel, Jordania, Líbano y los territorios palestinos.
El canciller de Siria, Farouk Al Sharaa llegará a Washington la semana próxima, con el fin de mejorar los vínculos bilaterales y discutir las bases para retomar el diálogo con Israel.
El contenido de la visita de Sharaa fue acordado por el vicecanciller y ex embajador ante Estados Unidos, Walid Mualem, quien se reunió en la capital estadounidense con altos funcionarios.
Siria asumió el sábado la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), por lo cual presidirá las discusiones sobre Medio Oriente, luego de un periodo en que el máximo órgano de seguridad del foro mundial emitió varias resoluciones críticas a Israel.
El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, dijo el lunes en Damasco que la conferencia de paz, prevista para julio, sería imposible sin la participación de Siria y Líbano.
De hecho no existe una lista de países participantes.
Las negociaciones de paz no deben estirarse y no debemos perder tiempo en conversaciones sin ningún objeto, advirtió Assad a Solana.
El diario oficialista Ath Thawra se hizo eco de las reservas de Damasco al preguntarse en un artículo editorial si las negociaciones se retomarán desde el punto donde (israelíes y árabes) las dejaron, o cada uno volverá a su esquina, como quiere Israel.
La mayoría de los países árabes se han mostrado fríos ante la idea de la conferencia, manifestando dudas sobre la sinceridad del gobierno de George W. Bush paa impulsar los difíciles compromisos necesarios para la creación de un estado palestino.
Las naciones árabes reclaman que las conversaciones se basen en la iniciativa de paz adoptada en marzo por la Cumbre de la Liga Arabe de Beirut.
La propuesta presentada por el príncipe regente de Arabia Saudita Abdullá ofrece normalización de relaciones del mundo árabe con Israel a cambio de su completa retirada de los territorios ocupados en la guerra de 1967.
La idea de una conferencia internacional aún está sumida en la oscuridad. No se ha avanzado en propósitos específicos, agenda o términos de referencia, sostuvo un diplomático egipcio.
Su función no puede quedar librada a un final abierto, sino que su objetivo previamente establecido debe ser la recuperación de todas las tierras ocupadas y la creación de un estado palestino, concluyó el diplomático. (FIN/IPS/tra- eng/gb/ss/dcl/ip/02
