MEDIO ORIENTE: Aliados árabes de EEUU divididos ante plan de Bush

Los principales aliados árabes de Estados Unidos se dividen entre la complacencia, el silencio y el rechazo ante la ”visión” de la paz en Medio Oriente expuesta por el presidente George W. Bush esta semana.

Egipto y Jordania se mostraron complacidos porque Bush mencionó entre sus objetivos la constitución de un estado palestino, pero Siria criticó el discurso por percibir en él un sesgo favorable a Israel. Arabia Saudita, por su parte, optó por el hermetismo.

De todos modos, las principales partes en pugna, la Autoridad Nacional Palestina e Israel, declararon su beneplácito por el plan de Washington.

Bush llamó el lunes a poner fin al liderazgo del presidente palestino Yasser Arafat, a quien no nombró en su discurso. El mandatario estadounidense dijo que la creación de un estado palestino depende del surgimiento de un nuevo liderazgo, sin vínculos con el ”terror” ni con la ”corrupción”.

”Mi visión es la de dos estados (Israel y Palestina) viviendo juntos en paz y con seguridad. No hay modo de alcanzar esa paz hasta que todas las partes rompan con el pasado e inauguren un nuevo camino. (…) La paz requiere un liderazgo palestino nuevo y diferente para que nazca un estado”, afirmó.

Este jueves, en la occidental ciudad canadiense de Kananaskis, donde sesiona la cumbre del Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo, Bush evitó otra vez referirse a Arafat ante las preguntas de los periodistas.

”Es necesario cambiar. Si (los palestinos) están interesados en la paz, algo debe suceder. Estamos trancados en una situación en que hay terror de un lado y desesperanza del otro, y eso es inaceptable”, dijo.

Tanto Arafat como el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, manifestaron su complacencia con el plan. El presidente palestino consideró la iniciativa ”un esfuerzo serio para acabar con el conflicto en Medio Oriente”, y dobló la apuesta convocando a elecciones para enero, en las que está seguro de su triunfo.

Por su parte, Sharon se manifestó ”extremadamente complacido” por el discurso. ”Cuando haya un cese completo del terror, de la violencia y de la incitación (al enfrentamiento) será posible discutir cómo avanzar por la vía política”, dijo.

Según el plan de Bush, un estado provisional palestino deberá constituirse luego de la instalación de nuevas autoridades, para abrir paso a la consolidación de un estado definitivo en tres años.

En ese periodo, Israel y Palestina deberán acordar todos los asuntos delicados, incluso las fronteras finales y el derecho al retorno de los refugiados palestinos.

Egipto y Jordania, los dos aliados árabes clave de Estados Unidos que mantienen relaciones diplomáticas con Israel, mostraron su beneplácito ante el discurso de Bush, pero también algunas preocupaciones al respecto.

”Saludamos favorablemente el discurso del presidente Bush”, indicó el martes el gobierno jordano en una declaración, que, sin embargo, insistía en que cualquier reforma de la Autoridad Nacional Palestina debería ser decidida por los propios palestinos.

El presidente egipcio Hosni Mubarak describió la política delineada por Bush como ”totalmente equilibrada”.

El secretario general de la intergubernamental Liga Arabe, el egipcio Amr Moussa, percibió ”aspectos positivos” en el ”muy importante discurso” de Bush. Moussa dijo confiar en que los países árabes incrementen su coordinación para facilitar el nacimiento de un estado palestino.

Pero, más allá de los pronunciamientos públicos, representantes de los gobiernos árabes se muestran confusos y deseosos de lograr aclaraciones de Washington.

Arabia Saudita no emitió una respuesta oficial al discurso de Bush, que ignoró el plan de paz propuesto por el heredero y regente de la corona saudita, príncipe Abdulá bin Abdul Aziz Al Saud, y adoptado por la cumbre de la Liga Arabe celebrada en Beirut en mayo.

El plan saudita ofrece a Israel relaciones plenas con todos los países árabes a cambio de su retirada de los territorios ocupados desde la guerra de los Seis Días, en 1967. Entre ellos figuran Cisjordania y Gaza, donde se debe establecer el estado palestino, y las alturas del Golán, reclamadas por Siria.

Siria reaccionó con alarma. ”Las ideas de Bush son un nuevo castigo contra el pueblo palestino y una amenaza para toda la nación árabe”, dijo el jueves a IPS el director general de la televisión estatal, Fayez Saeygh.

Un editorial de portada del diario Al-Baath, portavoz del gobierno sirio, criticó las ”controversias adicionales” que incorpora al conflicto en Medio Oriente la ”visión” de Bush. Según Al-Baath, el plan consiste en ideas con escaso apoyo, condenadas al fracaso porque no es una ”iniciativa completa”.

Bush reclamó a Siria, aliada de Estados Unidos desde la guerra del Golfo (1991) pero aún enemistada con Israel, que reprima a los grupos militantes palestinos y a los guerrilleros del islámico Partido de Dios (Hizbolá), por considerarlos terroristas.

”Siria debe elegir el bando correcto en la guerra contra el terror, cerrando campamentos terroristas y expulsando a organizaciones terroristas”, sostuvo Bush en su discurso.

Sharon había enfatizado la semana pasada, de visita en Washington, que Israel se consideraba amenazada por el respaldo de Damasco a Hizbolá, organización que tiene su bastión en el sur de Líbano.

El discurso de Bush fue ”una copia de las reiteradas declaraciones de Ariel Sharon”, sostuvo en Damasco, por su parte, el dirigente del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) Moussa Abú Marzouk.

”Bush debió haber pedido a Israel que acabara la ocupación (de los territorios árabes) para detener la violencia, porque la fuente de la violencia es la ocupación”, afirmó Abú Marzouk. El ala militar de Hamás se responsabilizó de ataques suicida contra blancos civiles israelíes.

El marxista-leninista Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), respaldado, según Washington, por Siria, se comprometió a continuar luchando contra Israel y criticó a Bush por exigir cambios en el liderazgo palestino antes de lograr avances en el proceso de paz.

El liderazgo es ”un asunto interno de los palestinos” no no una preocupación del presidente estadounidense, sostuvo el representante del FPLP Maher Taher.

Por su parte, el Frente Democrático para la Liberación de Palestina, escición del FPLP, sostuvo a través de su portavoz Alí Badwan que Bush ”quiere un nuevo liderazgo palestino más dócil a los dictámenes de Estados Unidos”. Este sector también recibe respaldo sirio, de acuerdo con Washington.

En su discurso del lunes, Bush sostuvo: ”Hay sólo un camino hacia adelante para los palestinos, los israelíes, el mundo árabe y todos los que nos preocupamos: básicamente, nuevas instituciones.”

”Son necesarios una nueva constitución, elecciones, equilibrio de poderes, nuevas fuerzas de seguridad e instituciones financieras transparentes”, agregó. ”Hoy, las autoridades palestinas están alentando, no combatiendo, el terrorismo”, y que ”eso es inaceptable”, señaló el presidente estadounidense.

”Es insostenible para los ciudadanos israelíes vivir en el terror. Es insostenible para los palestinos vivir en la miseria y bajo la ocupación. La actual situación no ofrece perspectivas de mejoría. Los ciudadanos israelíes continuarán siendo víctimas de terroristas, e Israel continuará defendiéndose”, dijo Bush. (FIN/IPS/tra-en/gb/ss/mj/ip/02

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