El reencuentro en Líbano de la palestina Kanaan y su hija Maymana, tras 24 años de separación y búsqueda infructuosa, sacude al mundo árabe como símbolo del impacto de décadas de conflicto en Medio Oriente sobre las familias.
Kanaan vivía en el país en 1978, cuando se divorció del padre de Maymana y de su hijo Maher, quienes tenían entonces seis y cuatro años de edad, respectivamente, y quedaron bajo custodia paterna.
Su ex esposo de Kanaan comenzó a cambiar con frecuencia de residencia, en el intento de proteger a los niños de la guerra civil libanesa, que había comenzado tres años antes. Kanaan, que volvió a casarse, perdió contacto con ellos.
La madre de Maymana y Maher abandonó el país en agosto de 1982, cuando su segundo esposo, integrante de la Organización para la Liberación de Palestina y colaborador de su principal dirigente, Yasser Arafat, partió con él al exilio en Túnez.
Desde Túnez, realizó varios esfuerzos infructuosos por averiguar el paradero de sus hijos, y en 1986 volvió a Beirut a contuniuar su búsqueda, pero el agravamiento de la guerra civil frustró sus planes y la obligó a volver al exilio.
Poco después de regresar a Túnez, vio por casualidad un informe de prensa sobre la guerra civil libanesa en el cual aparecía la foto de su hijo Maher, muerto a los 12 años de edad por el disparo de un francotirador.
Durante los seis años posteriores no tuvo indicios del paradero de su hija, pero en 1992 un ex vecino de Beirut la visitó en Túnez y le regaló una fotografía de Maymana vestida de novia.
Entonces supo que su hija aún vivía y que también la buscaba, pero el ex vecino no iba a volver a Líbano ni tenía datos sobre el domicilio o el teléfono de Maymana.
En 1995, Kanaan y su esposo se trasladaron a Gaza, cuya autonomía limitada había sido aceptada el año anterior por Israel.
Cinco años después, Kanaan consiguió el número de teléfono de un pariente en Beirut, a quien llamó para pedirle ayuda en la búsqueda de Maymana.
Dos días después, estaba en su casa cuando su teléfono sonó. Pensó que se trataba de un visitante que esperaba y se había retrasado, y profirió un reproche apenas levantó el tubo.
Tras un breve silencio, escuchó que le decían: Mamá, soy yo, Maymana.
A fines de 2000, Israel comenzó a retirarse de la región meridional de Líbano, que había ocupado durante 22 años, y muchos palestinos se reencontraron en la valla de seguridad que había separado al territorio ocupado del resto del país.
Maymana había acordado con su madre que estaría allí, con un cartel para identificarse, pero el día de la cita transcurrió sin que Kanaan apareciera, porque las autoridades israelíes le habían negado una visa para salir de Gaza.
La hija de Kanaan pensó que no volvería a ver a su madre.
A comienzos de este años, Kanaan conoció en Gaza a un periodista de la emisora de televisión Al Manar, de la organización musulmana libanesa Hizbolá (Partido de Dios), a quien contó su historia.
Al Manar movilizó sus recursos para encontrar a Maymana, y el 21 de marzo, Día de la Madre en Líbano, organizó el contacto vía satélite de madre e hija durante uno de sus programas.
Ambas mujeres lloraron al volver a verse por primera vez desde 1978, en monitores de televisión.
Un mes después, otra emisora de televisión logró reunir a las dos en sus estudios de Abu Dhabi. Kanaan contaba su historia al presentador del programa cuando Maymana entró, y la madre se desmayó al verla.
Ahora ambas están en Beirut, donde se habían separado hace 24 años.
Kanaan llegó a la cudad como integrante de una delegación palestina que presenta una exposición de fotografías sobre la vida en Gaza, ya que las autoridades israelíes han insistido en negarle una visa individual.
En la actualidad, la madre tiene 48 años de edad y su hija 30. Kanaan busca con frecuencia contacto físico con Maymana, como para convencerse de que su cercanía es real.
¿Cuándo voy a volver a verla? Pueden pasar años antes de que la abrace otra vez, pero lo importante es que la encontré, dijo en Beirut.
Ahora creo en los milagros, comentó Maymana. (FIN/IPS/tra- eng/rh/ss/mp/pr ip/02