Vietnam deberá implementar en 2006 la segunda etapa de recortes arancelarios acordados para el área de libre comercio del sudeste asiático, pero el gobierno aún no definió su estrategia para proteger el mercado doméstico de esa apertura.
En el camino hacia una integración económica más profunda con los países vecinos, la atención pública se concentra en el tratamiento que el gobierno dará a industrias estratégicas como la automovilística, ahora bajo fuerte protección arancelaria.
Lo que Hanoi haga en este importante sector será una prueba no sólo para sus compromisos con el Area de Libre Comercio de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), sino de su determinación de aplicar reformas de mercado, señalaron analistas.
Trascendió que el gobierno consideraría mantener las barreras arancelarias para los automóviles hasta 2010.
Vietnam comenzó a reducir sus aranceles en 1996, cuando se incorporó al Area de Libre Comercio de ASEAN. En los cuatro años siguientes, el gobierno recortó aranceles sobre ciertos productos importados del bloque, pero estas medidas apenas afectaron al mercado local.
Para 2006, los aranceles a las importaciones deberán caer a cero a cinco por ciento.
Se prevé que esa reducción sí tendrá un enorme impacto sobre la economía, porque los productos abarcados por la liberalización incluirán algunos considerados estratégicos como fertilizantes, tejas, electrodomésticos, televisores, automóviles y motociclos.
Esos productos tienen actualmente altos aranceles de importación como forma de proteger la producción nacional y otorgar a los fabricantes tiempo para prepararse para una inundación de importaciones baratas.
Los vehículos importados como los autobuses de 24 asientos están gravados con un arancel de 50 por ciento, los de 15 a 24, con 100 por ciento, las furgonetas de cinco a 15 asientos, con 150 por ciento, y los vehículos de cinco plazas o menos con 200 por ciento.
Vietnam tiene actualmente 11 empresas conjuntas de armado de automóviles para el mercado doméstico, pero producen en total apenas 20.000 vehículos o 10 por ciento de su capacidad, debido a la baja demanda.
En el primer trimestre de este año, se vendieron apenas 5.456 vehículos armados en el país, en su mayoría de lujo, fuera del alcance del consumidor promedio.
Esos automóviles tienen en general un precio mayor que los mismos modelos producidos en el exterior, porque los fabricantes deben importar todas las partes y componentes, que están sujetos a altos aranceles.
El precio de un auto armado en Vietnam es el doble que el de uno fabricado en Estados Unidos, debido a nuestra política de protección de los productos locales, dijo a la prensa el ministro de Industria, Dang Vu Chu, durante la reciente exposición de automóviles Vietnam Motor Show, en Hanoi.
Para abaratar los automóviles, el gobierno urgió a la industria a utilizar más partes y componentes nacionales.
El Ministerio de Industria decidió brindar incentivos a los armadores de vehículos que utilicen más contenido nacional, pero por ahora, ninguno pasó de 15 por ciento.
Mientras, las plantas de ensamblaje no reciben ninguna inversión extranjera directa, porque los inversionistas consideran demasiado pequeño el mercado.
El gobierno debería reconsiderar la política automotriz para proteger los derechos de los consumidores. No podemos permitir que los vietnamitas compren autos a un precio varias veces más alto que en otros países, exhortó el ministro Dang.
Con miras a 2006, el Ministerio de Industria elaboró una doble estrategia, basada en la introducción de más competencia y el desarrollo de un automóvil made in Vietnam.
Vietnam desarrollará dos tipos de automóviles a la vez. Las empresas conjuntas producirán autos de lujo como sustitutos de importaciones, mientras las fábricas nacionales producirán vehículos más accesibles que popularicen el transporte sobre cuatro ruedas en Vietnam, explicó el viceministro Nguyen Xuan Chuan.
Observadores de la industria creen que, en una primera etapa, Vietnam abrirá su mercado a componentes importados baratos para ayudar a los fabricantes nacionales a producir vehículos populares y utilitarios, y en una segunda etapa, otorgará incentivos fiscales a los fabricantes de componentes.
Las compañías autorizadas nacionales armarán automóviles para consumo doméstico con componentes baratos de países de la región, pero a la vez unirán fuerzas para producir más partes y accesorios en el país, con el objetivo último de fabricar vehículos made in Vietnam, según funcionarios de gobierno.
Expertos de la industria pronosticaron que los autos compactos, con motores pequeños y armados en el país (menos de 1.3 centímetros cúbicos) y un precio inferior a 10.000 dólares, satisfarán las necesidades del consumidor vietnamita promedio.
En un mercado atestado de vehículos de lujo, los automóviles pequeños y baratos de fabricación nacional tienen buenas probabilidades de conquistar un nicho del mercado, agregaron. (FIN/IPS/tra-en/tdtl/ral/js/mlm/if/02