ECONOMIA-CUBA: Cautela oficial tras modificación de precios

El rechazo popular en Cuba a la modificación de precios aplicada este mes en las tiendas de venta en dólares parece haber obligado a dejar de lado en parte esa medida, destinada a incrementar los ingresos del Estado.

El aumento de los precios de electrodomésticos, calzado, ropa, perfumería y alimentos, entre otros artículos, y la modesta rebaja de algunos productos de primera necesidad entró en vigor el día 3 como opción ”indispensable” frente a la crisis económica.

Con el paso de los días, la medida se aplicó sólo en algunas redes de tiendas y se dio el caso de que productos cuyo precio había sido incremento 10 por ciento en la mañana volvieran a su valor anterior por la tarde.

El aumento del precio de los combustibles, una decisión que había sido informada a los trabajadores de las gasolineras con tiempo de antelación, no se concretó finalmente y, según trascendidos, habría sido aplazado o suspendido definitivamente.

Tampoco se concretó el alza del valor de venta de los cigarrillos y, a simple vista, el de las bebidas parece el mismo. Una empleada de una tienda por departamentos informó que la cerveza nacional en lata había sido retirada de los estantes en espera de una definición oficial.

”Hay una contraorden o se están pensando mejor las cosas. Parece que las autoridades no habían sopesado bien lo impopular que podía ser un aumento de los precios en las tiendas en dólares”, comentó un economista a IPS.

Este experto, quien pidió reserva de su identidad, consideró que aún es muy pronto para llegar a conclusiones, pero que, en cualquier caso, un incremento generalizado de precios no conducirá necesariamente a un aumento de los ingresos del Estado.

Opinó que ”la mayoría de las personas se verán obligadas a reestructurar sus gastos y comprar menos, pero no podrán incrementarlos. El resultado será un descenso del consumo y un aumento de la mercancía inmovilizada en inventario”.

Una nota oficial del Ministerio de Economía y Planificación informó el 31 de mayo del aumento de los precios en las llamadas Tiendas de Recaudación de Divisa (TRD), confirmando así los rumores que desde hacía varias semanas circulaban en La Habana.

Los precios ya se encontraban altos en Cuba. Se estima que en la semana previa a la entrada en vigor de la decisión, las ventas de las TRD superaron las realizadas desde inicios de año.

En Cuba, el dólar se compra a 26 pesos cubanos y el salario medio mensual asciende a 245 pesos. Salvo excepciones, las personas no reciben salario en divisa, pero requieren dólares para satisfacer las necesidades básicas.

Desde 1993, el gobierno fomentó una amplia red para la venta en dólares de artículos y equipos imposibles de conseguir en moneda nacional. Paralelamente, existe una oferta en pesos más limitada, de baja calidad y a muy altos precios.

Alrededor de 60 por ciento de los cubanos tiene acceso a la divisa que se obtiene por la vía de las remesas de familiares en el extranjero, estímulos gubernamentales y servicios que se brindan por cuenta propia a turistas y residentes extranjeros.

”El año pasado ganaba entre 20 y 30 dólares diarios por lavar manteles para un restaurante, pero en las últimas semanas no paso de cinco o seis dólares al día”, contó Raquel Ramírez, víctima como tantos en esta isla del recrudecimiento de la crisis iniciada en 1990.

La economía cubana comenzó a emitir señales de alarma a mediados de 2001, debido a una nueva caída de su producción azucarera, al descenso considerable de la demanda mundial de tabaco y de los precios del níquel.

La historia se complicó con los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos que redujeron el envío de remesas de la comunidad cubana asentada en ese país y el arribo de turistas a Cuba.

Para el gobierno de Fidel Castro significó una merma sustancial de dos de sus principales fuentes de ingreso, que a fines de mayo pasado aún no se recuperaban. A ello se sumó el descenso de los precios del azúcar.

La crítica situación por la que atraviesa Cuba fue confirmada en mayo, cuando fuentes venezolanas confirmaron la suspensión de los embarques de petróleo a la isla de régimen socialista hasta que se negocie el pago de una deuda de 100 millones de dólares.

Ante esta coyuntura, la modificación de los precios aparece como una de varias medidas a implementar por el gobierno con el fin de obtener recursos en dólares para poder enfrentar la escasez de moneda dura en las arcas del Estado.

Especialistas estiman que la población cubana atesora en sus casas cientos de millones de dólares. Sin embargo, el monto estaría altamente concentrado en un pequeño grupo de personas, como ocurre con los depósitos bancarios en dólares.

Fuentes financieras indicaron que alrededor de 13 por ciento de los ahorristas poseen cerca de 86 por ciento de todo el dinero en caja. En tanto, un sector que recibe altos ingresos por vías no legales prefiere guardar sus billetes ”debajo del colchón”.

Las operaciones en el mercado paralelo, llamado ”subterráneo” o ”bolsa negra”, se calcula que ascienden a miles de millones de pesos cubanos, y se espera reciban un nuevo impulso con el alza de precios aplicada este mes.

A esos dólares se suma un aumento sustancial del dinero local en circulación desde fines de la última década.

Datos del Banco Central de Cuba sitúan la liquidez en 12.337,6 millones de pesos al cierre de las cuentas del año pasado, 5.934,3 millones de los cuales se encontraban en cuentas de ahorro y el resto en manos de la población.

La situación es la peor desde que en 1993 el gobierno aplicara un conjunto de medidas para reducir la masa monetaria en circulación.

Expertos consultados por IPS consideraron el aumento de la liquidez acumulada como la prueba del agotamiento de las medidas aplicadas en la década del 90 y la necesidad desde hace años de nuevas reformas del sistema económico cubano.

Entre las opciones manejadas por el gobierno se encontrarían la apertura a la población cubana de los hoteles turísticos, donde ahora sólo se hospedan extranjeros, y la liberalización de la venta de automóviles a particulares que hasta ahora se mantiene muy controlada.

Los cortes de electricidad han vuelto a la vida cotidiana del país, aunque fuentes cercanas al gobierno aseguran que se ha orientado a ahorrar al máximo en el sector estatal para afectar en lo mínimo posible a la población.

Locales concebidos para funcionar con aire acondicionado han dejado de usarlo para ahorrar electricidad y es probable que, con el mismo fin, algunos organismos centrales del Estado empiecen a trabajar en horario corrido, es decir sin detener las actividades a la hora del almuerzo.

Así, al igual que ocurre cada vez que ”el cinturón aprieta”, han empezado a circular rumores sobre una supuesta decisión gubernamental de abrir las fronteras para todo el que quiera radicarse en Estados Unidos.

Fuentes estadounidenses dan cuenta de un aumento del arribo de emigrantes cubanos a las costas de ese país en los últimos meses. La mayoría paga hasta 8.000 dólares a traficantes por el viaje a bordo de una lancha rápida.

En tanto, el diario oficial Granma reveló que entre el 1 de enero y el 24 de mayo fueron repatriados 186 cubanos tras ser interceptados por autoridades de Estados Unidos cuando intentaban ingresar de manera ilegal a ese país. (FIN/IPS/da/dm/if/02

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