CUBA: Castro cierra el paso a cambios contra el socialismo

El gobierno de Cuba informó que se recogieron ocho millones de firmas en favor de la propuesta constitucional que declara inamovible el socialismo en el país, una abrumadora mayoría respecto de las 11.000 adhesiones a una iniciativa opositora que propicia cambios en el sistema.

Sin embargo, sectores de la oposición en el país señalaron que continuarán recolectando firmas de apoyo al llamado Proyecto Varela, una demanda previa de reformas políticas y económicas, pues la propuesta es ”legal y apoyada en la Constitución”.

”Esa llamada reforma constitucional (de volver intocable el sistema socialista) no hace ilegal al Proyecto Varela”, dijo Oswaldo Payá, principal promotor de la iniciativa opositora, en un comunicado hecho llegar a medios de prensa internacional.

Datos oficiales indican que acudieron 8.165.320 ciudadanos mayores de 16 años, 98,97 por ciento de los habilitados, a la convocatoria lanzada la semana pasada por el presidente Fidel Castro para apoyar con su firma una proposición de cambio constitucional presentada por organizaciones civiles afines al gobierno.

La propuesta pide ”consignar expresamente la voluntad del pueblo de que el régimen económico, político y social consagrado en la Constitución es intocable”.

También solicita ratificar que Cuba ”es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano” y que ”las relaciones económicas, diplomáticas y políticas con cualquier otro estado no podrán ser jamás negociadas bajo agresión, amenaza o presión de una potencia extranjera”.

La recolección de firmas ”a favor del socialismo” se realizó del sábado hasta el martes al mediodía en unos 130 puestos, donde quienes apoyaron la propuesta debieron dejar constancia de su nombre, apellido y número de carné de identidad.

Esta movilización cívica siguió a multitudinarias marchas, también de respaldo gubernamental, realizadas en todo el país el miércoles de la semana pasada.

En ambas campañas, el gobierno aplicó a fondo sus recursos de movilización a través de los Comités de Defensa de la Revolución y demás agrupaciones de masas, así como de los medios de prensa, todos estatales.

Tanto las manifestaciones como la recolección de firmas fueron convocadas para responder a una demanda de cambios planteada el 20 de mayo por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

En la llamada ”Iniciativa para una Nueva Cuba”, Bush condicionó el levantamiento del embargo que pesa sobre Cuba desde hace cuatro décadas a la realización de reformas políticas y económicas en la isla de régimen socialista.

Empero, medios diplomáticos también vieron en las movilizaciones cubanas una respuesta ”tácita” al ex presidente Jimmy Carter, quien durante su visita al país, del 12 al 17 de mayo, respaldó y dio a conocer el Proyecto Varela en un discurso transmitido por radio y televisión a toda la isla.

La propuesta de la oposición fue presentada a la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) dos días antes de la llegada de Carter a Cuba, con el respaldo de más de 11.000 firmas, según sus promotores.

Para ello se ampararon en el artículo 88 de la Constitución, que requiere un mínimo de 10.000 firmas de electores para propuestas legislativas de iniciativa ciudadana.

La demanda disidente propone someter a plebiscito un texto que establecería libertades de asociación, expresión, prensa y empresa, y dispondría una amnistía para presos políticos, además de aprobar una nueva ley electoral que dé paso a comicios generales.

Sin embargo, observadores dan por seguro que esa iniciativa será invalidada por la virtualmente segura aprobación de las modificaciones propuestas por las organizaciones progubernamentales.

La Asamblea Nacional, que está facultada para reformar total o parcialmente la Constitución por una mayoría de al menos dos tercios de sus integrantes, se reunirá el 5 de julio en la primera de sus dos sesiones anuales.

No obstante, Payá insistió en que ningún cubano ”debe sentirse paralizado o desahuciado por haber firmado, contra su voluntad, la petición de hacer intocable al régimen” y exhortó a suscribir ”voluntariamente” el Proyecto Varela.

Otros sectores de la disidencia interna se quejaron de la ”atmósfera politizada” en que se realizó el ”proceso de validación popular” de la iniciativa oficial de modificación constitucional.

La propuesta oficial no estuvo acompañada de una discusión y concientización en torno a esa y otras alternativas, lo cual ”mina la naturaleza democrática del proceso político cubano”, dijo en una declaración la Mesa de reflexión de la oposición moderada.

Francisco Alfonso López, ingeniero en informática de 46 años, en cuyo hogar se recogieron las firmas de su barrio, comentó que el asunto es de matemática pura. ”No se puede contraponer el deseo de 11.000 personas contra el de más de ocho millones”, señaló, en breves declaraciones a IPS. (FIN/IPS/pg/dm/ip/02

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