(Arte y Cultura) CINE-BRASIL: Novela albanesa inspira bello y frustrante filme

El público de Brasil se manifestó algo frustrado ante el nuevo y bello filme de Walter Salles, inspirado en una historia de interminables vendettas entre dos familias, escrita por el albanés Ismail Kadaré.

La película ”Abril despedazado” (Abril despedaçado), basada en la novela homónima de Kadaré, fue dirigida por Salles, considerado el cineasta más talentoso de la generación de los años 90 en Brasil.

La expectativa de que esta película fuera algo mejor o al menos similar a la anterior, la premiada ”Central de Brasil” (traducida al español como ”Estación Central”), explica parte de la decepción, agravada por la ausencia de premios nacionales e internacionales.

La nueva realización de Salles, estrenada en mayo y con un modesto resultado comercial hasta ahora, dividió a los críticos. Rosane Pavam, del diario Gazeta Mercantil, le reprochó un respeto supuestamente excesivo a la obra de Kadaré.

Otros críticos no le disculpan el uso de recursos comunes en el cine y que no haya presentado de manera más desarrollada la situación socioeconómica de las regiones pobres de Brasil, como hizo en sus películas anteriores.

Pero esa no era la intención de Salles. El propio realizador explicó que buscó esta vez un tema universal, una fábula en la línea que viene desde las tragedias griegas y que lo llevaron a inspirarse en Kadaré.

Las tragedias brasileñas de la vida real, presentes en el periodismo y en el cine documental, son más fuertes que cualquier intento de mostrarlas en la ficción, justificó el cineasta para explicar su cambio de orientación.

”Abril despedazado”, que traslada la historia de la novela albanesa a 1910 y a un área pobre y árida del nordeste brasileño, se inicia con el asesinato del primogénito de la familia Breves.

Su hermano Tonho, de 20 años, cumple el deber de honor, exigido por el padre y la tradición, y mata al asesino algunos meses después. Luego viene entonces su turno de esperar la emboscada.

Pero esas venganzas tienen sus reglas rígidas. A la familia que cobró su deuda de sangre, incluso el ejecutor, le es permitido concurrir a los funerales del muerto y se negocian treguas. A Tonho le es concedido un plazo ”hasta la próxima luna llena”, es decir que puede vivir lo que queda de abril.

Además, sólo se puede cumplir la vendetta cuando la mancha roja de la sangre en la camisa del último muerto se vuelva amarilla. Por eso esa prenda de vestir queda expuesta al sol y al viento, un reloj macabro a recordar el honor violado.

El benjamín de los Breves, una especie de ángel de ocho a 10 años, sin otro nombre que Niño (Menino), es la única voz rebelde y soñadora en ese cuento cinematográfico. Al final sustituye a Tonho como blanco, en una inmolación destinada a salvar a sus propios sueños y al hermano.

La película, de excelentes imágenes en contraste con los escasos parlamentos, contiene muchas metáforas. El viejo molino en que se procesa azúcar mascabado (negro), con su gran rueda movida por un par de bueyes, filmado desde arriba, sintetiza la situación en que está atrapada la familia Breves.

”Rueda, rueda y no sale del lugar”, dice Niño, más tarde bautizado Pacú, en la película ”Abril despedazado”. El mismo Niño ironiza la acción de la madre que intenta lavar la camisa del primogénito asesinado. ”Ella cree que mancha de sangre se limpia”, comenta.

Durante la tregua, Tonho conoce el amor al conocer a una actriz de circo ambulante, la misma que le regaló a Pacú un libro que le dio alas a su imaginación.

Los dos hermanos desobedecen al padre una noche y se trasladan al poblado vecino para asistir a una presentación del circo, en el que actúan sólo la actriz y su padrino y patrón. Comienza entonces la pasión y la liberación de Tonho, que sólo se concretará con el sacrificio de Pacú.

Niño, interpretado por Ravi Ramos Lacerda, un actor de teatro de las calles del nordeste brasileño, repite el encanto logrado por otro niño en ”Central de Brasil”. Salles confirmó así su capacidad de elegir excelentes actores infantiles y aprovecharlos de la mejor forma posible.

Pero ”Abril despedazado” no pretende revelar aspectos nuevos de la realidad o de la historia brasileña, frustrando a los espectadores que esperaban una película con la marca anterior de Salles.

En este filme hay rápidas referencias a esos aspectos, como la llegada de molinos movidos a vapor, cuya mayor producción hace bajar el precio del azúcar, para explicar la decadencia de los Breves, pese a su condición de terratenientes. Pero son detalles marginales.

La fábula, contada con bellos y poéticos recursos cinematográficos, se concentra en retratar la irracionalidad de la violencia que se autoalimenta y mantiene personas como rehenes en todas partes del mundo.

Salles sigue en busca de nuevos caminos y prepara su nueva película, ”Diarios de Motocicleta”, sobre el recorrido que hizo Ernesto Che Guevara por América del Sur hace 50 años, antes de convertirse en guerrillero de la Revolución Cubana. (FIN/IPS/mo/dm/cr/02

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