AMBIENTE: La antorcha pasa a Sudáfrica

Obtener el compromiso de los líderes del planeta para asegurar el éxito de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible fue la consigna del seminario que finalizó este martes en Brasil, con el traspaso simbólico de la ”antorcha ambiental” a Sudáfrica.

El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, y el primer ministro de Suecia, Goran Persson, transfirieron al mandatario sudafricano, Thabo Mbeki, la responsabilidad de la tercera conferencia ambiental de la ONU, a desarrollarse del 26 de agosto al 4 de septiembre en Johannesburgo.

Estocolmo en 1972 y Río de Janeiro en 1992 fueron las sedes de las primeras cumbres organizadas por la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que hicieron del desarrollo sustentable un objetivo de consenso para preservar las condiciones de vida en la Tierra.

Mbeki asumió el compromiso de ”hacer lo que debe ser hecho” y asumir el liderazgo en la movilización de gobernantes claves para superar los temores de fracaso de la Cumbre, ante las discrepancias que afectaron su preparación.

Mbeki partió en su primera misión al respecto directamente de Río de Janeiro a Kananaskis, un occidental poblado turístico de Canadá, donde se reunirán este miércoles y el jueves los gobernantes del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos del mundo.

Cardoso, Persson, Mbeki y el viceprimer ministro británico, Johan Prescott, acordaron enviar un fuerte llamado al G-8 para que conceda mayor atención a la Cumbre de Johannesburgo y a los principales asuntos a tratar allí, como el combate contra la pobreza y la protección ambiental.

La resistencia de algunos países industrializados, en especial Estados Unidos, impiden el consenso en puntos claves que estarán en discusión en Johannesburgo, en particular cuestiones vinculadas al financiamiento del desarrollo sustentable.

Las naciones pobres reclaman el cumplimiento de los compromisos asumidos en la Cumbre de Río de Janeiro, en 1992, cuando se estableció que el Norte destinaría por lo menos 0,7 por ciento de su producto interno bruto (PIB) para la ayuda al desarrollo.

El aporte para el desarrollo en 1992 era de 0,33 por ciento del PIB de los países ricos y, en lugar de aumentar, bajó ahora a 0,22 por ciento, precisaron Cardoso y otros participantes en el seminario organizado entre el domingo y este martes por el gobierno brasileño.

Los avances logrados desde la primera conferencia ambiental de 1972 en la capital sueca fueron importantes, pero crecieron también los factores de insostenibilidad, coincidieron Persson y Mbeki en sus discursos en la ceremonia de transferencia de sede a Sudáfrica.

Mbeki añadió que en estos 30 años disminuyeron los peces en los mares y aumentaron la emisión de dióxido de carbono, la desertización, la erosión del suelo y las especies en extinción.

Los patrones de consumo se revelaron totalmente insostenibles, acotó el mandatario sudafricano.

A modo de ejemplo, apuntó que a China no le alcanzaría toda la producción de petróleo del mundo si su población consumiera la misma cantidad por persona que utiliza Estados Unidos. Lo mismo ocurre con el papel, agregó.

Por su parte, el primer ministro sueco realzó el aumento de la pobreza en el mundo.

Persson dijo que el desafío actual es ”hacer que la globalización actúe en favor del desarrollo sostenible” y de los pueblos que reclaman una mundialización económica para el ”bienestar de todos, la democracia, los derechos humanos, la paz y el mejor medio ambiente”.

A su vez, Cardoso hizo un llamado a los líderes políticos del mundo para que asuman su responsabilidad para promover la sostenibilidad en un mundo amenazado por graves problemas ambientales y otros desequilibrios.

El presidente brasileño destacó la absoluta necesidad de fortalecer el ”diálogo multilateral” e insistió en su crítica al unilateralismo de Estados Unidos, como ya lo había hecho en otros discursos en el seminario.

Así, el mandatario anfitrión se refirió al ”G-1” en lugar del G- 8, para identificar a Washington como origen de las dificultades en la preparación de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible.

Los 90 representantes de organizaciones no gubernamentales, organismos internacionales, movimientos sociales y universidades que participaron en el seminario trataron de definir acciones prácticas para impulsar negociaciones en favor del éxito de la Cumbre.

”Buscábamos líderes para este proceso y ahora los encontramos”, puntualizó Marcelo Furtado, de la organización ambientalista internacional Greenpeace, tras saludar el compromiso de Mbeki, Cardoso y Persson de movilizar todos los esfuerzos en favor de avances en Johannesburgo.

Los conceptos y objetivos generales del desarrollo sustentable, definidos en 1992 en Río de Janeiro, no pueden sufrir retrocesos. Ahora se trata de definir metas, plazos y medios para ponerlos efectivamente en práctica, advirtieron los ambientalistas. (FIN/IPS/mo/dm/en/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe