La justicia de India rechazó un pedido de ambientalistas para prohibir el aumento de la altura de una polémica represa sobre el río Narmada, propuesto para evitar la inundación de bosques vírgenes y tierras que sustentan a 10.000 familias.
Un tribunal de la Corte Suprema no logró un consenso sobre la petición presentada por Narmada Bachao Andolan (NBA, o Movimiento Salven al Narmada) y pasó el asunto a otro tribunal el miércoles, que lo considerará el día 17.
La petición por Medha Patkar, líder de NBA, fue presentada en respuesta al anuncio el 17 de mayo por una autoridad interestadual de que la altura de la represa sería elevada de los actuales 90 metros a 95.
Los peticionantes alegaron que miles de familias desplazadas por el embalse de la represa Sardar Sarovar todavía no han sido reubicadas y que la construcción violaba decisiones judiciales previas sobre la rehabilitación de los afectados.
La represa, en construcción en el occidental estado de Gujarat a un costo de 4.000 millones de dólares, es la primera de 30 grandes represas y otras 3.000 más pequeñas que se levantarán sobre el río Narmada, que fluye por el centro de India de este a oeste, hasta el Mar de Arabia.
La campaña iniciada por Patkar hace 17 años, la más larga y conocida en India en materia de ambiente, sostiene que los costos sociales, ambientales y económicos del proyecto son mucho mayores que sus beneficios.
Varios estudios respaldaron ese argumento y convencieron al Banco Mundial de retirarse del proyecto en 1993.
La campaña también logró detener la construcción de la represa durante seis años a través de una decisión de la Corte Suprema, pero el tribunal sorpresivamente levantó la suspensión en octubre de 2000.
Representantes de la interestadual Autoridad de Control del Narmada y del gobierno de Gujarat, el principal beneficiario de la represa, declararon el miércoles a la corte que todas las familias desplazadas ya habían sido rehabilitadas.
El tribunal aceptó el argumento de Mukul Rohtagi, consejero de la Autoridad de Control, de que la represa ya había alcanzado una altura de 92 metros y cualquier suspensión de las obras provocaría graves pérdidas al gobierno, y rechazó un pedido de suspensión del abogado de NBA, Prashant Bhushan.
Aunque la campaña de NBA obtuvo el apoyo de destacadas personalidades indias, entre ellas la ambientalista Arundhati Roy, se encontró con una férrea oposición del Bharatiya Janata Party (BJP), el partido que encabeza la coalición de gobierno nacional y el gobierno de Gujarat.
La lucha por el valle del Narmada no es apenas una guerra tribal exótica, campesina ni exclusivamente india. Es una lucha por los ríos, las montañas y los bosques del mundo, escribió Roy en un ensayo publicado hace tres años.
Posteriormente, sus críticas a la Corte Suprema le valieron un día de prisión.
Varios ministros del gobierno de Gujarat declararon que si no fuera por la campaña de los activistas, Sardar Sarovar estaría terminada hace años y el agua del Narmada fluiría hacia las regiones áridas del estado, para uso doméstico e irrigación agrícola.
Pero Patkar afirmó que el agua nunca llegará a las zonas áridas y que en todo caso será desviada hacia centros urbanos para ser utilizada por gente rica partidaria del BJP.
Además, los objetivos de irrigación y generación de electricidad no se alcanzarán a menos que la represa tenga 110 metros de altura, según Sripad Dharmadhikari, activista de NBA.
La Comisión Mundial de Represas respaldó los argumentos de NBA al concluir en un publicitado estudio que los cientos de represas construidas en India en el último medio siglo aumentaron la producción industrial y alimentaria, pero a costa de los más pobres.
Otros estudios revelaron que, desde la independencia de India en 1947, las represas y otros proyectos de desarrollo desplazaron a unos 50 millones de personas, en su mayoría indígenas, y que la mayor parte de ellas no fueron reubicadas aún.
La mayoría de los afectados por el Proyecto del Valle del Narmada son miembros de comunidades tribales residentes en el central estado de Madhya Pradesh.
Desde el 15 de mayo, parte de ellos realizan una sentada y ayuno en Bhopal, la capital estadual, en protesta contra la construcción de una represa sobre el río Maan, un afluente del Narmada.
El Ministerio de Ambiente otorgó en 1994 el visto bueno al proyecto en materia ambiental, a condición de que las tribus fueran reasentadas en tierras agrícolas.
Sin embargo, las comunidades obtuvieron apenas una magra compensación económica. (FIN/IPS/tra-en/rdr/ral/mlm/en/02