Unos 1.200 delegados de organizaciones no gubernamentales de 92 países se reunirán desde el próximo domingo en la capital italiana para hacer llegar sus puntos de vista a la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: Cinco años después.
Portavoces de la sociedad civil se manifestaron satisfechos con la decisión del municipio de Roma de facilitarles el Palacio de los Congresos, pese a que está lejos de la sede de la reunión de gobernantes. El Palacio de los Congresos, construido en la época fascista, se halla en el distrito conocido como EUR.
La Cumbre Mundial sobre la Alimentación se desarrollará en la sede romana de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), entre el lunes y el jueves de la semana próxima.
De esta manera, los organizadores de la reunión de gobernantes parecen haber encontrado la fórmula para tranquilizar tanto a las organizaciones no gubernamentales y a los organismos de seguridad, que temen fuertes protestas de los antiglobalización.
El presidente del foro de organizaciones sociales, Sergio Marelli, descartó, sin embargo, la posibilidad de manifestaciones violentas contra los gobernantes que se congregarán en Roma.
La FAO es nuestra interlocutora, no nuestra enemiga, aunque podamos ser muy críticos respecto de los acuerdos que se puedan adoptar, apuntó.
Delegados nuestros participarán en una serie de encuentros con las delegaciones que asistan a la Cumbre, dijo Marelli a IPS.
El Palacio de los Congresos es un lugar muy adecuado, que aceptamos de inmediato cuando lo propusieron la FAO y el municipio de Roma, porque cuenta además con un metro (tren subterráneo) hacia la sede de esa agencia de la ONU, que puso además autobuses especiales para unir los dos lugares, explicó.
Las organizaciones sociales esperan que de la Cumbre de la Alimentación surjan medidas concretas, para poder recuperar el tiempo perdido, porque los hambrientos no pueden seguir esperando, manifestó Marelli.
Desde la anterior Cumbre de 1996, los gobiernos han hecho pocas cosas concretas para conseguir reducir a la mitad antes de 2015 la cantidad de hambrientos en el mundo, que hoy suman 800 millones, según el compromiso asumido en esa instancia, expresó.
Marelli precisó que para lograr ese propósito se requiere aumentar de ocho a 20 millones la cantidad de personas que escapan de ese flagelo cada año.
Por otra parte, el activista descartó la posibilidad de actos de violencia durante el desarrollo de la Cumbre de Roma.
Esa no es nuestra política. Nosotros queremos plantear propuestas concretas, sobre la base de un estudio que sostiene el reconocimiento de la soberanía alimentaria, es decir el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias que garanticen los alimentos, comentó.
Las estrategias adoptadas hasta ahora para combatir el hambre, son totalmente insuficientes y el derecho a los alimentos debe ser reconocido como un derecho fundamental no negociable, manifestó.
El estudio será discutido en la reunión que comienza el domingo y a la que asistirán representantes sociales, de movimientos de campesinos, de pobladores y profesionales de todo el mundo, para elaborar propuestas que cambien la situación actual.
El activista Gianni Fabris advirtió que existen muchas dudas sobre la real voluntad política de los gobiernos de países industrializados respecto de llevar realmente a la práctica los acuerdos adoptados en la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996.
Veremos que pasa y seremos muy críticos si no se adoptan las medidas necesarias para terminar con el hambre, aseguró.
Además, somos la voz de 33 campesinos, sindicalistas y delegados de las poblaciones indígenas que están prisioneros en muchas partes del mundo, como en Bangladesh, Brasil e Indonesia, porque exigir el desarrollo de modelos de producción agrícola que respeten la diversidad de los métodos campesinos, indicó.
Por su parte, Paul Nicholson, de Vía Campesina, dijo que la Cumbre de la FAO debe recordar que 70 por ciento de los 800 millones de personas que padecen hambre viven en áreas rurales de países en desarrollo.
La primera gran violación de los derechos humanos es permitir que millones de familias vivan en condiciones inhumanas, sin tierra, sin un techo, sin agua, sin energía eléctrica, sin lo necesario para la supervivencia y bajo la constante amenaza de pistoleros o de la policía, agregó.
Nicholson señaló que ha aumentado el trabajo esclavo en el sur del estado brasileño de Pará, donde el año pasado se descubrieron 968 trabajadores en esa situación en 16 empresas, un hecho que se repite en numerosos otros países.
El representante italiano en el Consejo internacional del Foro, Vittorio Agnoletto, entiende que ésta no será una manifestación de contraposición, sino de propuesta. La FAO es una agencia con la cual dialogamos y queremos seguir haciéndolo, precisó.
El director de la FAO, Jacques Diouf, dijo que esa agencia se felicita por poder contar con la colaboración de las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil en la lucha contra el hambre y en favor de una agricultura al servicio de los hombres y las mujeres.
Diouf expresó que la organización sigue con atención las propuestas de estos grupos, a los que calificó de conciencia de la humanidad, y espera una colaboración cada vez más concreta y fértil.
Es necesario que se imponga la idea de que el hambre, esa dimensión extrema de la pobreza, debe combatirse de inmediato, porque es la negación de un derecho fundamental de los seres humanos, porque es un obstáculo para cualquier mejora del destino de los que la padecen y porque es absurda en un mundo que cuenta ya con los medios para eliminarla, puntualizó.
El estudio que se discutirá en el foro propone una moratoria internacional sobre los organismos genéticamente modificados, que los países respeten el compromiso de 1996 de favorecer una paz duradera como pre condición de la seguridad alimentaria.
También se acusa a la Unión Europea (UE) de no haber cumplido con el acuerdo de 1996 de que los alimentos no deberían ser usados como instrumento de presión política y económica.
Los países de la UE han estado desde 1990 implicados en tres guerras en apoyo a Estados Unidos contra países débiles, Iraq en 1991, Yugoslavia en 1999 y Afganistán en 2001.
Precisa además que el embargo decretado por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en agosto de 1990 contra Iraq ha causado cerca de 1,5 millones de muertes en la población de ese país.
El documento que se examinará en la conferencia de la semana próxima agrega que la privatización de los recursos genéticos se debe configurar como un acto de biopiratería respecto de los países y de las poblaciones que viven en las áreas donde han evolucionado los organismos objetos de patentes.
En la actualidad, 90 por ciento de la diversidad biológica se encuentra en los países en desarrollo, mientras que 97 por ciento de las patentes están en posesión de empresas del mundo industrializado.
También llama a los gobiernos de los países industrializados a cancelar o hacer quitas de la deuda que mantienen con ellos los países pobres y los invita a cumplir con el acuerdo adoptado en 1970 de destinar 0,70 por ciento del producto interno bruto a la cooperación al desarrollo, que hoy llega sólo a 0,22 por ciento en promedio. (FIN/IPS/jp/dm/dv pr/02
