AGRICULTURA-SWAZILANDIA: El hambre amenaza 150.000 vidas

Swazilandia, el país más pequeño de Africa y uno de los más pequeños del mundo, se transformó en noticia esta semana porque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo incluyó en una región en riesgo de hambruna.

”Dos años sucesivos de malas cosechas causadas por catástrofes naturales y crisis económicas redujeron la producción de alimentos, provocando uno de los peores desastres agrícolas de Africa austral en una década”, advirtieron en una declaración conjunta la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

En Swazilandia, un sexto de la población o unas 150.000 personas están afectadas por la escasez de alimentos. Este pequeño país de 17.360 kilómetros cuadrados está ubicado entre Sudáfrica y Mozambique.

Las lluvias torrenciales del año pasado inhibieron el crecimiento del maíz, la comida básica, cultivada por todos los agricultores rurales y muchos residentes urbanos y suburbanos en pequeños terrenos.

Este año, en una etapa crítica de maduración del maíz, las lluvias cesaron por completo durante un mes, por lo que las plantas más pequeñas se atrofiaron y las más grandes se marchitaron bajo un sol implacable.

Como consecuencia, la producción de maíz en la última cosecha fue 37 por ciento inferior al promedio de los últimos cinco años, según el informe de la FAO y el PMA.

”Este desastre afecta a la sociedad tradicional de una manera negativa”, señaló el sociólogo James Shongwe, de la Facultad William Pitcher de Manzini, la capital comercial de Swazilandia.

”Antes, el hambre era considerada parte de la vida cotidiana, pero ahora, la gente hace lo que sea para sobrevivir, aun si eso implica trastornar a la comunidad, y esto es lo peor que puede ocurrir en una sociedad tribal”, explicó.

Este mes, la prensa publicó historias de familias rurales que robaban maíz de campos vecinos y luego lo vendían en la feria.

”Robar para alimentar a la familia es una cosa, pero hacer ganancias con alimentos robados al vecino es impropio de esta sociedad”, lamentó el jefe tribal Malunge, de Nyankeni, en el centro del país.

Desde la segunda guerra mundial, la hambruna se había transformado en algo del pasado en Swazilandia debido al desarrollo impulsado por las autoridades coloniales británicas y luego a la ayuda de donantes internacionales tras la independencia, en 1968.

Sin embargo, la amenaza de escasez de alimentos para algunos sectores de la población, en especial entre los pobres rurales, es un problema anual.

”Hemos establecido el Grupo de Trabajo de Emergencia en Desastres como oficina permanente”, informó Ben Nsibandze, un jefe tradicional y director del Grupo.

”Vigilamos áreas con malas cosechas, y antes de que se instale el hambre alertamos a las organizaciones de ayuda sobre nuestras necesidades”, explicó.

Pero ”la ayuda es casi un desestímulo para el progreso, porque los receptores no se preocupan en aprender nuevas técnicas agrícolas”, comentó un funcionario del Ministerio de Agricultura.

Sin embargo, la ayuda está llegando, y en grandes cantidades. Unas 188.000 toneladas de maíz serán distribuidas en Swazilandia a las poblaciones afectadas en los próximos seis meses.

El informe de la ONU exhorta al gobierno a subsidiar la compra de tractores y fertilizantes, pero no aborda el problema de la reforma agrícola.

Los críticos de la actual política de uso de la tierra consideran esencial una reforma agrícola para utilizar plenamente la tierra disponible y alcanzar el autoabastecimiento. (FIN/IPS/tra-en/jh/mlm/dv/02

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