En la Unión Europea (UE) están aflorando las condiciones para una gestión positiva del ambiente, afirmó este lunes el español Domingo Jiménez Beltrán, director ejecutivo de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).
Jiménez Beltrán presentó en Madrid el informe anual de la AEMA, que constata la disminución en la UE de las emisiones de gases de efecto de invernadero, que provocan el cambio climático, y de la generación de residuos, así como de la contaminación del agua y el aire.
Algunos de los 15 países miembros de la UE lo hicieron mejor que otros. Por ejemplo, España cuida muy mal su territorio, comentó Jiménez Beltrán, quien dijo que todo iría mejor si ciertos sectores acompañasen ese avance, en especial el transporte y la energía.
El funcionario, quien dejará su cargo el 10 de junio, puntualizó también que hay una gran diferencia entre la manera en que la UE encara el problema ambiental y cómo lo hace el resto del mundo, y sobre todo los Estados Unidos.
Estados Unidos, añadió, considera prioritario al mercado, sin tomar en cuenta el ambiente, en tanto que la UE se plantea un desarrollo sostenible con una economía de mercado.
En cuanto a la economía, dijo que se trata de lograr el factor dos por dos, que consiste, explicó, en lograr el doble de desarrollo utilizando la mitad de los recursos, uno de los objetivos planteados en la UE.
Como ejemplo positivo, señaló el incremento en los años 90 de la energía renovable, eólica y solar, que en la actualidad es fuente de 14 por ciento de la producción eléctrica total de la UE.
Pero esa noticia positiva ha sido empañada por el continuo aumento del consumo energético, de uno por ciento anual.
El sector del transporte, subrayó Jiménez Beltrán, es el más difícil de domesticar, sobre todo el tráfico aéreo y por carretera, que son los que más influyen en el consumo total de energía y cuyo aumento se debe en gran medida al turismo.
En cada día transcurrido en la década de los 90, una hectárea de terreno fue destinada en la UE a la construcción de autopistas. Así mismo, de un promedio de un automóvil por familia hace 20 años, se va pasando a uno por habitante mayor de edad en la actualidad, añadió.
Jiménez Beltrán fue muy crítico con España, pues ésta, expresó, se aleja de los promedios positivos del resto de la UE, tanto en la reducción emisión de gases de efecto invernadero como en el cuidado de su territorio, de su naturaleza.
España tiene mejor territorio que otros países, pero lo cuida muy mal, su gran error es no darse cuenta del gran capital que tiene, lo está dilapidando, agregó.
El ministro español del Medio Ambiente, Jaime Matas, presente en el acto, admitió fallos en la gestión ambiental.
Pero Matas argumentó que en la última década del siglo pasado su país priorizó otras cosas, como mejorar la calidad de vida, la posibilidad de crear empleo y acercar sus niveles de riqueza económica a la media de la UE.
Por otro lado, el investigador Pablo Campos, del Instituto de Economía y Geografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dijo que en muchas ocasiones se realizan actividades económicas sin tener en cuenta la necesidad de conservar los recursos naturales.
Campos participó este lunes en la creación de la Asociación Hispano-Portuguesa de Economía de los Recursos Naturales y Ambientales, constituida en Madrid con el objetivo de contrarrestar esos efectos negativos y velar por una buena aplicación de la economía en el capital medioambiental.
A la crítica de Jiménez Beltrán se suma la realizada al gobierno español por el minoritario partido Los Verdes-Izquierda Verde, que lo acusó de no haber impulsado, como presidente de turno de la UE en este semestre, una política para cumplir realmente el protocolo de Kyoto.
El protocolo de Kyoto, redactado en 1997, establece metas para la reducción de los gases invernadero.
Matas, sostienen Los Verdes, presentó el fin de semana un documento sin sustancia a los demás ministros europeos de Ambiente, con el único fin de cumplir formalmente una obligación comunitaria, y de paso practicar una política de imagen vacía de contenidos.
El ministro español sostiene lo contrario. Al respecto, dijo que en su reunión informal del fin de semana, los ministros europeos acordaron aplicar en los próximos años una política de protección del suelo y a partir de ahora el suelo recibirá tanta atención como la atmósfera o el agua.
El documento aprobado el fin de semana en la ciudad española de Palma de Mallorca, capital de la isla de Mallorca, será sometido al Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE, convocado para finales de junio en Luxemburgo.
Lo que hemos conseguido en la reunión de Palma es poner la semilla para la protección del suelo, concluyó Matas.
Pero la organización no gubernamental (ONG) Ecologistas en Acción envió el viernes un escrito a Matas denunciando el elevado número de Directivas Europeas que España todavía no ha cumplido, a pesar de haberse superado ya los plazos establecidos para hacerlo.
Ecologistas en Acción aclaró que esa denuncia tiene particular relieve y los hechos que la motivan generan mayor preocupación porque España ejerce este semestre la presidencia de la UE.
La ONG subraya que habiendo España ratificado el Protocolo de Kioto, es grave que sus emisiones de dióxido de carbono y otros gases de invernadero hayan aumentado 33 por ciento entre 1990 y 2000, siendo que el acuerdo ponía un límite de 15 por ciento a ese incremento.
Además, Ecologistas en Acción informó este lunes que ha demandado ante la justicia al Ministerio de Medio Ambiente de España por la superación de los límites de emisión de óxidos de nitrógeno en 2000.
Según los datos aportados en la denuncia, España superó las 277.000 toneladas permitidas de emisión de esos gases. (FIN/IPS/td/ff/en/02