INFANCIA: Niños y niñas abren sesión especial de la ONU

Más de 350 niños, niñas y adolescentes de todo el mundo discuten desde el domingo la situación de los derechos de la infancia y el desarrollo, convocados por primera vez a una Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El Foro de la Infancia debatirá hasta este martes propuestas y sugerencias al documento final y al plan de acción que deberá adoptar la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU en Favor de la Infancia, que se iniciará este miércoles con la asistencia de más de 70 jefes de estado y de gobierno.

La sesión de tres días está destinada a revisar los logros y fracasos de las metas adoptadas en 1990, durante la Cumbre Mundial para la Infancia.

La inversión en la educación y la salud y su papel en la paz y la estabilidad global será el eje de la sesión especial, inicialmente prevista para el 19 de septiembre de 2001 y pospuesta por los ataques terroristas del 11 de ese mes contra Nueva York y Washington.

La mayor parte de las metas de 1990 no han sido aún alcanzadas. La mortalidad infantil que debía reducirse en un tercio según el plan de acción de la cumbre, aumentó en 14 países, nueve de ellos de Africa subsahariana, según cifras de agencias de la ONU.

La poliomielitis fue erradicada en 175 países en 2000, pero continúa siendo una enfermedad endémica en 20 países.

La muertes por diarrea infantil se abatieron en 50 por ciento, cumpliendo una de las metas del plan de acción, mientras la alimentación con leche materna recuperó popularidad luego de décadas de declinación.

Pero más de 10 millones de niños y niñas mueren cada año por causas evitables, 150 millones están desnutridos, 100 millones no asisten a la escuela, 250 millones trabajan y 600 millones de niñas y niños viven en pobreza extrema.

Medio millón niños y niñas, más que todos los habitantes de Luxemburgo, han muerto de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

”El mundo no logró la mayor parte de los objetivos de la Cumbre Mundial de la Infancia, no porque fueran demasiado ambiciosos o técnicamente inalcanzables, sino por la inversión insuficiente”, dijo el secretario general del foro mundial, Kofi Annan, en un informe previo a la sesión.

Para cumplir los propósitos planteados hace más de una década se necesitan inversiones de 70.000 millones de dólares por año sólo en salud y educación.

Las niñas deben tener prioridad en esas inversiones, particularmente en materia de escolaridad, según trabajadores humanitarios.

La educación de las niñas es crucial, pues una joven educada es más proclive a posponer el casamiento y la maternidad, a darse a sí misma y a su familia una mejor atención sanitaria y alentar la educación de sus hijos e hijas, explicó el director para Asia de la organización Salvemos a la Infancia, Nilgun Ogun.

”Lo peor que hizo (el derrocado movimiento islámico de Afganistán) Talibán fue destruir el sistema educativo, prohibiendo la asistencia de las niñas a la escuela”, aseveró el vicedirector ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Kulchandra Gautam.

Lo más importante que pasó en ese país en los últimos años fue la reapertura de sus escuelas y los millones de niños y niñas que vuelven a estudiar llenos de ilusiones, agregó.

Más que el dinero, importa que los gobiernos demuestren su compromiso con la infancia, aseguraron activistas.

”Los gobiernos simplemente no han priorizado a los niños”, dijo la directora de defensa de los derechos de la infancia de Human Rights Watch, Jo Becker.

Esta y otras organizaciones no gubernamentales insisten en que la Convención de los Derechos de la Infancia adoptada en forma unánime por la Asamblea General de la ONU en 1989, ses la base para establecer propósitos y planes.

A menos que se reconozcan los derechos de niñas y niños y las inversiones para su bienestar se consideren como una cuestión de derechos, los compromisos gubernamentales seguirán siendo frágiles, arguyen.

Hasta ahora 191 estados ratificaron la convención, excepto Estados Unidos y Somalia.

Becker expresó su preocupación por el resultado de la sesión especial.

”Requerirá una gran batalla incluir nuestro lenguaje en el documento final. Estados Unidos sigue intentando debilitar el léxico, marginando los derechos infantiles. Es una vergüenza”, concluyó. (FIN/IPS/tra-eng/au/aa/dcl/hd/02

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